gasteiz - ¿Después de estos doce años al frente de la asociación se puede decir que el balance es positivo?
Muy positivo, porque cuando yo me incorporé a la junta directiva tenía en mi cabeza la idea de que en Ariznabarra se eliminará el cableado aéreo, porque había muchos chisporrotazos cuando llovía, cuando la gente colgaba la ropa fuera de las ventanas. Se fue haciendo por fases, porque todo era muy costoso, pero al final se consiguió. No era fácil, había que poner de acuerdo a mucha gente. Los vecinos teníamos que eliminar las potencias bajas, había que debatirlo en las comunidades de vecinos, más luego poner de acuerdo al Ayuntamiento con Iberdrola... Con Patxi Lazcoz de alcalde y Marian Gutiérrez de concejala de Urbanismo empezaron a hacer cosas, se hizo el soterramiento del cableado. Antes Jorge Ibarrondo -concejal de Urbanismo en el gobierno de Alfonso Alonso- compró la lonja para meter ahí los transformadores, y ese fue el pistoletazo de salida. Luego volvió el PP y con Leticia Comerón, que es vecina del barrio, y yo creo que eso sirvió para que se lo tomara con interés, se culminó todo esto. Al final, Javier Maroto se puso la medalla.
¿Ese fue el hito principal de estos años en la asociación?
Sí, pero también hemos mejorado las calles, nos hemos preocupado cuando había averías, se pidió también el corte en la mediana de Teodoro González de Zárate para que los coches no den tanta vuelta, y al final también se consiguió. Además, hemos participado y colaborado mucho en los consejos territoriales.
¿Alguna vez se han sentido engañados por los políticos del Ayuntamiento?
Engañados no, pero ninguneados alguna vez sí. Con el tema de los servicios sociales de base, al ir creciendo Zabalgana la gente se fue incorporando a los de Ariznabarra, y tanto el espacio como la plantilla se quedaron pequeños. Nos sentimos ninguneados al enterarnos por el periódico de que se los llevaban a Txagorritxu, a la calle Pablo Neruda; desde aquí hay una tirada, vete allí con la abuela. Protestamos, hablamos con la concejala en cuestión, no hubo manera, estuvimos también en la comisión de Asuntos Sociales del Ayuntamiento y no nos hacían caso, y al final se los llevaron. Esa es una reivindicación que estaba pendiente, y ahora Nerea Melgosa -nueva edil de Asuntos Sociales- dice que nos va a traer una parte para dar servicio a las personas con más problemas de movilidad, lo cual no deja de ser un parche, en mi opinión. Pensábamos que luego se llevarían todo a Zabalgana, pero parece ser que no va a ser así; es lo que pasa cuando hay un cambio de gobierno, que lo que a uno le podía parecer bien al otro le parece mal y todo lo que te dijeron no vale para nada.
¿Cómo ve la renovación del modelo de participación que está llevando a cabo el Ayuntamiento?
Pues eso, entre ponte bien y estáte quieto se les va la legislatura. A mí me parece bien que se reorganice la participación ciudadana, pero el presidente de la asociación me decía que cuidado con que te venga un particular al consejo territorial proponiendo algo suyo y que pase por delante de las propuestas que hemos trabajado en las asociaciones de vecinos. Ellas son las que representan a la gente y deberían tramitar los problemas de los barrios. Sí, que se tengan en cuenta las propuestas de los particulares, pero que también se anime a participar a través de las asociaciones; siempre se verán mejor las cosas entre seis personas que están en una junta que una sola. El Ayuntamiento debería cuidar la imagen de las asociaciones, es gente que ocupa mucho de su tiempo en algo que cree que merece la pena, y aunque se nos ha tenido en cuenta muchas veces, sí es verdad que la sensación de ninguneo existe, se ponen a hacer obras y no sabes qué es, cuando es tan fácil como enviar un correo electrónico. Tienes que andar llamando tú para preguntar qué están haciendo después de leerlo en el periódico.
¿Y alguna sorpresa grata por parte de la institución?
Más que sorpresas, que en general sí han respondido con agilidad en todas las legislaturas, hemos tenido muy buena relación, siempre desde el respeto, lo que no nos ha gustado lo hemos dicho, y si proponíamos cosas con sentido común se respondía. Lo que no nos gustó fue el tema de los carriles bici, en Castillo de Quejana es peligroso, pero en cuestión de movilidad están en lo suyo. Tendremos que aprender a convivir los peatones, las bicis y los coches, que es lo que nos dicen.
¿Ha cambiado mucho el movimiento vecinal en estos años?
Cuando entré yo formábamos parte de FAVA pero no nos sentíamos representados, porque estaban más preocupados por otras cosas que por los barrios, y bueno, en una asamblea algunos vecinos propusieron que lo dejáramos, y se aprobó. Yo he visto cómo se han creado cuatro asociaciones de golpe en Zabalgana, más por personalismos que por dedicación, y eso da mala imagen de las asociaciones, es como todo, nos meten a todos en el mismo saco. Lo de la imagen es importante, porque en el periódico las cosas maravillosas que se hacen en los barrios igual no salen, pero cuando un perro muerde a un señor, ahí sale publicado. Nosotros, por ejemplo, creamos una red con Zabalgana para evitar duplicidades, hace tres años o así, donde vemos qué hacemos unos y otros, nos apoyamos, no nos solapamos, vemos si nuestros proyectos perjudican a los demás y tomamos decisiones conjuntas. Además de las asociaciones están los colegios Cervantes y Zabalgana, los centros de salud de San Martín y Zabalgana, la residencia de ancianos, el centro ocupacional de personas con discapacidad, la Cruz Roja, el centro cívico y el polideportivo. Así tenemos una visión más amplia de todo.
Y de cara al futuro, ¿qué? Se supone que a medio plazo les van a rehabilitar el barrio.
Eso no me lo creo yo, igual la junta de la asociación de vecinos sí, y seguro que lo van a pelear además, porque es un tema que nos preocupa, la población envejece, toda la zona antigua del barrio está sin ascensores. Nos dicen que hay ayudas, pero suelen llegar un año después; si yo tengo dinero para adelantar para que me hagan la obra, pues bien, pero, ¿qué pasa si no lo tengo?
Claro, pero en Coronación, si los vecinos dicen que no se suman al proyecto, no hay dinero de la Comisión Europea. Habrá que buscar una solución.
Sí, a lo mejor se ponen las pilas y lo hacen, pero no creo que haya dinero para dar ayudas a todos los bloques de Ariznabarra. Me gustaría; me estoy haciendo mayor y me encantaría tener ascensor en mi casa, a ver si lo de Coronación sale divino y podemos hacer lo mismo en otros barrios, pero soy un poco escéptica.