El paquete de ayudas para pensionistas que el anterior gobierno de Javier Maroto anuncio a bombo y platillo a finales del pasado año, a seis mes de las elecciones municipales, no ha tenido el satisfactorio resultado que se esperaba. El PP prometió 50 euros al mes para pensionistas con ingresos bajos; dinero que dijo entonces podría llegar a 1.280 jubilados, con el fin de ayudar a pagar los recibos de luz y calefacción a aquellas personas a las que no les llega con la paga para llegar a fin de mes. Para ello, el gabinete de Maroto reservó una partida de 384.000 euros, ampliable en caso de necesidad. La medida rápidamente fue tachada de electoralista por los partidos de la oposición, quienes le echaron en cara que podía generar cierta frustración entre las personas mayores porque no se explicó bien. Un año después, con la convocatoria ya cerrada y los datos en la mano, sólo 180 pensionistas han podido acceder a estas ayudas a las que únicamente se han presentado 228 solicitudes -32 han sido denegadas-. La mayoría de los rechazos (30) son por no acreditar ser perceptor de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) en su modalidad de complemento de pensiones y las dos restantes por no cumplir el requisito de empadronamiento en el municipio de Vitoria en la fecha de presentación de la solicitud. En definitiva, desde que se abrió la convocatoria el 26 de mayo de 2015, los 50 euros han llegado al 17,2% de los pensionistas a los que se quería llegar.
Los primeros meses, mayo y junio, hubo muchas personas mayores de 65 años que preguntaron y se interesaron -unas 1.500 consultas- por las ayudas. Sin embargo, se vieron desilusionadas al enterarse de que no cumplían el requisito de ser perceptor de RGI. La media diaria de solicitudes recogidas en el periodo que ha estado abierta la convocatoria (hasta el 30 de noviembre) ha alcanzado las 1,6 solicitudes por cada día hábil transcurrido, según el balance definitivo realizado por el Ayuntamiento al cierre de la campaña. El gasto ascenderá a 56.050 euros.
A pesar de los pobres resultados de la iniciativa de Maroto, el alcalde, Gorka Urtaran, anunció en junio que mantendrá las ayudas al gasto energético porque el de los pensionistas es un colectivo “vulnerable” como consecuencia de los recortes del PP de Mariano Rajoy en materia social, y “ninguna persona que necesite ayuda para poder encender la luz o la calefacción se va a quedar sin ella. No obstante, esta financiación se enmarcará en el marco del conjunto de las ayudas sociales. Además, el Ayuntamiento acaba de firmar un convenio con Iberdrola para atender estos casos de pobreza energética, para que no se corte la luz a quien no tenga dinero para pagar el recibo, que también está abierto a otras suministradoras de energía.
una medida polémica Además de los pobres resultados, cabe recordar que la iniciativa del PP fue polémica porque el exalcalde la vinculó con otra de sus polémicas, la del abuso en el cobro de la RGI, señalando que los 50 euros que se iban a pagar a los pensionistas procederían del dinero del “fraude” en la Renta de Garantía de Ingresos. Explicó entonces que para familias de un solo miembro se pasaría a complementar la pensión en vez de hasta 700,15 euros, hasta 750,15. En el caso de dos miembros se pasaría a complementar la paga hasta los 925,19 euros, en lugar de los 875,19 que se abonaban, y en el caso de tres o más miembros, la paga pasaría de 945,20 a 995,20 euros. Maroto calificó la pobreza energética de “tragedia que se vive en silencio y muchas veces en soledad”, sobre todo, cuando con sus pagas, los pensionistas tienen que sustentar a veces a hijo s y nietos en paro. Y añadió, además, que esta medida permitiría incrementar el número de perceptores de la RGI. Un año después, los datos no salen, ya que los 50 euros para pensionistas con pagas bajas han llegado a 180 de los 1.280 jubilados a los que iban dirigidos.
La medida. En noviembre de 2014, el exalcalde Javier Maroto presentó una campaña para ayudar a los jubilados con pensiones bajas, consistente en 50 euros para poder pagar los recibos de luz y calefacción a quienes padecieran ‘pobreza energética’. La iniciativa fue entonces polémica porque el PP la vinculó al fraude en la RGI y porque la oposición la tildó de electoralista al presentarse seis meses antes de las elecciones municipales. Un año después, al cierre del programa, la medida apenas ha llegado al 17% de los potenciales ciudadanos a quienes iba dirigida.
los datos
180
Pensionistas con pagas bajas se han beneficiado finalmente de los 50 euros. La iniciativa nació con vocación de favorecer a 1.280 pensionistas, y para ello el Ayuntamiento reservó una partida de 384.000 euros, ampliable en caso de necesidad. De las 228 solicitudes, 180 se han aprobado y 32, denegado.
228
Solicitudes se han presentado en el periodo en que la campaña ha estado abierta, de mayo a noviembre. Ha habido unas 1.500 consultas.