vitoria - Gestora de la política medioambiental, la directora ha estado detrás del proyecto Bonelli desde el principio y tiene claro que hay que seguir trabajando por su reintroducción, porque la calidad medioambiental del territorio lo permite.

¿Cómo han recibido la noticia de la muerte de Oteo?

-Ha supuesto un desencanto, tanto para los técnicos que han estado trabajando y realizando el seguimiento, como para el personal de dirección del proyecto.

¿Han pensado en dejar la iniciativa?

-Ha sido un golpe a tanto esfuerzo e inversión, que al final se ha visto frustrado por un accidente. Pero esto no nos desanimará y seguiremos introduciendo parejas en la zona de Montaña, Rioja y Añana

En concreto?

-Con respecto al proyecto europeo LIFE Bonelli, hay previsión de reintroducir otros dos pollos en 2016 y dos más en 2017.

Lo que se ha ganado ha sido colaboración con otras regiones.

-Por eso no debemos cerrar los ojos. Debemos seguir fortaleciendo la unión de las comunidades autónomas para ir modificando los tendidos eléctricos. El Ministerio de Industria ya comenzó y el Gobierno Vasco está avanzando en la identificación de todos los tendidos del territorio.

¿Cuál es el objetivo de esa identificación?

-El diagnóstico de los riesgos de colisión o electrocución, que son los accidentes más habituales. En Bizkaia ya se lleva tiempo trabajando en los problemas de colisión y en Álava los accidentes más frecuentes son los de electrocución. En nuestro territorio ya hemos logrado un 90% de eficacia en los sistemas que instalamos para que las rapaces se acerquen a los tendidos. Pero hay que seguir trabajando. Casos como el de Oteo ocurrirán, pero hay que continuar con el trabajo que nos hemos propuesto.

¿El águila Bonelli es una especie de Montaña Alavesa?

-Históricamente ha habido asentamientos. De hecho en la zona de Salinillas había una pareja que se movía por varias zonas. Por esa razón, desde 2001 se ha actuado en 16 tendidos eléctricos de la zona.

¿Por qué es importante la conservación de estas aves?

-Porque se trata de una especie en riesgo de extinción. Por eso es importante reintroducirla en su zona de hábitat, pero al mismo tiempo educar y sensibilizar a la población para su conservación y respeto. Y tanto para estas águilas como para otras especies menos famosas, con las que también trabajamos, como el visón europeo, las náyades y otros.

Pero hay que reconocer que las águilas siempre atraen más la atención.

-Es que son espectaculares, tanto por su vuelos como por su porte. Son aves que debemos cuidar porque generan un turismo de naturaleza que se vincula con la calidad medioambiental del lugar.

El peligro sigue siendo el cableado aéreo.

-Se ha hecho mucho y tenemos en marcha nuevos proyectos de protección. Con los nuevos tendidos es menos complicado, pero aún quedan muchos antiguos que son un peligro para éstas y el resto de aves, sobre todo por el riesgo de electrocución. - P.J.P. / Foto: DNA