laguardia - Las maniobras de las personas relacionadas con el hundimiento de la sociedad foral Arabako Lanak durante la pasada legislatura han logrado que Juan Manuel Lavín, director gerente del Hotel Villa de Laguardia y presidente hasta la fecha de la Ruta del Vino de Rioja Alavesa, se vea obligado a renunciar a esos cargos.
Según ha podido confirmar DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, Lavín se vio en la necesidad de renunciar a su puesto de director-gerente del mencionado establecimiento tras cerca de 13 años en el cargo debido a serias discrepancias con otros socios del Hotel Wine Oil Spa Villa de Laguardia sobre el estilo de gestión y la política general de la empresa.
El socio que ha impulsado esta situación parece ser Román Santamaría Aranzábal, que tiene un 4% de las acciones de la sociedad que gestiona el establecimiento hotelero. Su nombre es bien conocido ya que surgió en varias ocasiones durante la comisión especial que analizó en las Juntas Generales de Álava lo acontecido en Arabako Lanak. Parte de los dictámenes sobre las deficiencias en la gestión de la sociedad apuntan al citado como uno de los responsables de los graves perjuicios causados al haber ejercido como ex gerente de Arabako Lanak durante casi toda la legislatura pasada y como cargo de confianza del Partido Popular, que gobernaba en la Diputación de la mano de Javier de Andrés.
Aunque la familia Lavín cuenta con el 40% de las acciones del hotel, Santamaría, apoyado por el presidente del Consejo de Administración, Isaac María Majuelo, de Construcciones Majuelo -un constructor de Navaridas-, lograron colocar a Leire San Millán, curiosamente ex responsable económica y financiera de Arabako Lanak durante el mandato de Román Santamaría, como controller y directora financiera del Hotel Villa de Laguardia. En esa operación tuvieron el apoyo de José Martín Aranzábal, propietario del otro 10% del paquete accionarial y tío de Román Santamaría, según ha podido conocer este diario.
Aunque Lavín había presentado su renuncia a la gerencia del hotel el 5 de octubre, los promotores de la maniobra, con Leire San Millán controlando ya el complejo hotelero, decidieron cesar el 21 de ese mismo mes a Juan Manuel Lavín y retirar los poderes y la representatividad en Biasteri Turismo, sociedad propietaria del hotel, a pesar de continuar su familia siendo socia de la misma con más de un 40%.
Con Lavín sin la gerencia del hotel, estos socios decidieron intervenir también en la Ruta del Vino de Rioja Alavesa y para ello acordaron designar como representante en la junta directiva de la Ruta a la nueva directora-gerente, Olga Álvarez, que se acaba de incorporar a la empresa. Esto se produjo justo unos días antes de la celebración del décimo aniversario de la Ruta del Vino de Rioja Alavesa y tras haber enviado Juan Manuel Lavín las invitaciones en calidad de presidente de la misma.
Para que a nadie le quedara duda de la maniobra para apartar a Juan Manuel Lavín de todo lo relacionado con el hotel o la Ruta, Isaac María Majuelo envió a la junta de la Ruta documentos en los que se indicaba que se cesaba como representante a Juan Manuel Lavín y se ponía en su lugar a Olga Álvarez tanto en la representación en la Ruta del Hotel Wine Oil Spa Villa de Laguardia, como del restaurante El Medoc Alavés y del Wine Oil Spa Villa de Laguardia.
Olga Álvarez, aunque es de La Rioja, ha estado muchos años en Zaragoza. Ahora está trabajando como miembro de la junta de la Ruta del Vino de Rioja Alavesa en representación del Hotel Villa de Laguardia. Ante esta situación, si no hubiesen convocado los miembros de la Junta de la Ruta del Vino una junta extraordinaria urgente, se habría dado el caso de que Olga Álvarez, recién incorporada y sin conocimiento de la comarca, habría sido la presidenta de la Ruta del Vino en la celebración del V Foro de Enoturismo celebrado en Laguardia y del décimo aniversario de la Ruta. Y es que los estatutos de ésta establecen que las empresas son los miembros de la asociación y, por ende, de la junta directiva y aquéllas asignan como representante en la Ruta a la persona que consideran más adecuada para su representación.
Se dio la circunstancia de que nadie subió a recoger el galardón que la Ruta del Vino de Rioja Alavesa otorgó, el pasado 4 de diciembre y con motivo de la celebración del décimo aniversario de la misma, al Hotel Villa de Laguardia como miembro de la primera junta directiva de la asociación.
Este diario ha podido conocer que desde el Hotel Villa de Laguardia se ha dejado de trabajar con bastantes proveedores locales y que, incluso, como se puede ver en su página web, en el menú de Nochebuena se emplea algún vino de fuera de Rioja Alavesa, lo que no ha sentado nada bien en el ámbito de las empresas, bodegas y el comercio de esta comarca. Un conocido bodeguero de la comarca, que ha preferido mantenerse en el anonimato, explica que “no está bien visto que un miembro de la junta de la Ruta del vino de Rioja Alavesa, que tiene que velar por la comarca, no tenga la sensibilidad de apostar al 100% por los productos de Rioja Alavesa”.
De igual manera diferentes jefes de departamento y responsables de diversas áreas del hotel y del Wine Oil Spa, que llevaban muchos años en el puesto, han tenido que salir de la sociedad por no estar de acuerdo con la política y acciones seguidas por la nueva gestión y dirección. De igual manera, según ha sabido este rotativo, ha habido y hay varios trabajadores de baja por ansiedad. Precisamente, en este punto surgen paralelismos con lo acontecido en Arabako Lanak durante la gestión de Santamaría, ya que quedó probado que un buen número de los técnicos y trabajadores de la sociedad foral cayeron en procesos de baja laboral por ansiedad y estrés.
Basta comprobar la conclusión 16.11 de la Comisión de Investigación de las Juntas Generales de Álava sobre Arabako Lanak, (a la que Santamaría se negó a comparecer), donde se dictamina que al procederse a la fusión de esta empresa pública con Arabarri y la empresa pública de aguas, “el empeoramiento de las condiciones laborales fue propuesto por Javier Ruiz de Arbulo -ex diputado foral del ramo- y Román Santamaría en reuniones individuales con cada persona, dando 24 horas para aceptar las nuevas condiciones. La alternativa era el despido. Se puede concluir que se aprovecharon del pánico a perder el trabajo y las posibilidades de la reforma laboral para imponer unilateralmente estas nuevas condiciones”. La consecuencia fue que “durante el mandato de Santamaría y San Millán se dio la circunstancia de que en Arabako Lanak hubo cerca de un 40% de los trabajadores de baja psicológica”.
Juan Manuel Lavín ha declinado contestar a las preguntas de este diario y a realizar ninguna declaración sobre este asunto, ya que toda la operación está en manos de sus asesores jurídicos. Lo único que ha comentado es que está trabajando muy activamente en el nuevo impulso enogastronómico que dará al Centro Villa Lucía y a otras iniciativas familiares.