gasteiz - Ni Irabazi, ni Sumando-Hemen Gaude, ni EH Bildu, ni tampoco el PP. La ronda de contactos celebrada esta semana por el alcalde vitoriano, Gorka Urtaran, se cerró ayer con la negativa de los populares a apoyar los Presupuestos que plantea el PNV “tal y como están ahora mismo”, y aunque al igual que EH Bildu los conservadores mantienen una postura “constructiva” y están dispuestos a seguir negociando, de entrada el gobierno municipal se encuentra solo, con el único apoyo del PSE, ante el Pleno.
La casa, en todo caso, va a entrar ahora en la fase del debate de enmiendas y ahí cabrá trabajar, como todos dicen que están dispuestos a hacer, para alcanzar algún consenso mínimo. Ayer el concejal del PP y exresponsable municipal de Hacienda, Manu Uriarte, criticaba un Presupuesto “lleno de recortes innecesarios” y enmarcaba la preocupación del PP en un ámbito más general que engloba también las ordenanzas -congeladas por falta de apoyo a la propuesta del PNV- o la situación de Tuvisa, inevitablemente derivada de las estrecheces económicas y de la falta de consensos en la Corporación.
Todo se arreglaría con más dinero para revertir esos “recortes innecesarios”. Hasta el martes el gobierno municipal insistía en que no hay margen para ingresar más, ante la insistencia de EH Bildu, que ha tasado en diez millones de euros las obras de rehabilitación del Presupuesto del PNV para hacerlo “digno”, pero Urtaran se guardaba un as bajo la manga que, dada la situación económica de la ciudad, puede dar para mucho. El Tribunal Supremo ha revalidado el precio de expropiación de los terrenos de Olarizu que estableció el Ayuntamiento hace quince años y, según señaló ayer un medio de comunicación de la ciudad, ha anulado la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco que elevaba en más del triple ese precio. Eso se traduce en que seis millones de euros que había que entregar a los propietarios de aquellas fincas (tres de ellos con cargo a los Presupuestos de 2016) se quedarán en las cuentas corrientes del Ayuntamiento, con lo que los diez que establece EH Bildu como límite para aceptar las Cuentas de Urtaran ahora ya son menos.
Otros tres millones se pueden obtener, como dijo el concejal soberanista Antxon Belakortu el miércoles, mediante un plan de lucha contra el fraude fiscal, con lo que las diferencias de números entre ambas formaciones serían aún menores, si el PNV acepta aplicar ese plan con todas sus consecuencias.
Tendrían entonces que ponerse de acuerdo ambos partidos en lo cualitativo, cerrar en qué y cómo invertir el dinero que ha caído del alto tribunal, que puede desatascar el enredo creado tras el acuerdo para moderar la rebaja del IAE, saldado con la congelación de la buena relación política que hasta septiembre mantenían PNV y EH Bildu. Larrion no exige que se rompa el pacto con los empresarios, pero sí que se recupere de la forma que el gobierno estime oportuno las cantidades que se van a dejar de recaudar. La coalición abertzale no quiere ningún coste social ni laboral en el Presupuesto -ni Irabazi ni Sumando, que sin embargo no son a priori imprescindibles para aprobar las Cuentas- y sobre eso habría que trabajar.
Cabe también la opción del PP, que aunque ayer desechó el proyecto Presupuestario sí manifestó su voluntad de que “Vitoria no se pare”, y habiendo una nueva inyección de euros para colocar aquí o allá, lo cierto es que margen para hablar hay. “Vamos a seguir negociando, nuestra actitud es constructiva, somos un partido de gobierno que quiere trabajar por el bien de la ciudad, y así lo haremos”, señaló Uriarte, quien afirmó que el PP seguirá en Vitoria la misma pauta que en el Parlamento Vasco. “Vamos a presentar enmiendas en positivo”, insistió el concejal popular, que además de introducir en la discusión la situación de Tuvisa, las aportaciones del Gobierno Vasco a Gasteiz o las ordenanzas fiscales, también quiere hablar de Ensanche 21, sociedad en plena fase de reinvención, con unos nuevos estatutos sobre la mesa pendientes de aprobar.
déficit de partida El proyecto presupuestario del alcalde Urtaran suma 342,9 millones de gastos y, tras la congelación de las ordenanzas, poco más de 340 millones de ingresos, por lo que nace ya con un déficit de partida de más de un millón de euros que se dejarán de recaudar y que la sentencia del Tribunal Supremo absorberá. Además, las Cuentas que plantea el PNV cargan con otros quince millones de euros del déficit del Presupuesto de 2015, y todo esto en un Ayuntamiento que ya de por sí arrastra un problema crónico de hipertrofia en el gasto corriente mil veces diagnosticado y nunca atajado.
Con estos mimbres hay que cubrir las necesidades sociales que ha generado la mayor crisis económica que se recuerda, tanto en la parte que le toca al Ayuntamiento como en la que no -AES-, y evitar que se paralice la ciudad. En ese sentido, el proyecto presupuestario contempla avanzar con el centro cívico de Zabalgana -cuatro millones-, y el rescate de algunos convenios y subvenciones que habían sido enterrados. Por otro lado, hay partidas que sufren recortes muy importantes, como la de mantenimiento de parques y jardines, que ha puesto en riesgo una veintena de empleos.
Las negociaciones. A lo largo de esta semana el alcalde vitoriano, Gorka Urtaran, ha mantenido reuniones con los responsables de todos los grupos de la Corporación. Tanto Irabazi como Sumando-Hemen Gaude, EH Bildu y el PP han destacado su lejanía con el proyecto presupuestario del PNV tras citarse con Urtaran, pero por otro lado soberanistas y ‘populares’, las formaciones que pueden tener la llave para aprobar las Cuentas, se han mostrado dispuestos a seguir negociando.
La otra vía. La Junta de Gobierno Local tiene potestad para aprobar las Cuentas al margen del Pleno, y además, si se produjera un triple empate (PNV, PP, y EH Bildu junto con Irabazi y Sumando) decidiría el voto de calidad del alcalde.
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Millones de euros ha recuperado el Ayuntamiento de la capital alavesa después de que el Tribunal Supremo haya invalidado la sentencia del TSJPV que multiplicaba casi por cuatro el precio de las expropiaciones de las fincas de Olarizu donde hoy se extiende el Anillo Verde.