todo comenzó cuando los tribunales echaron abajo la reformulación del callejero de Vitoria mediante el que se calcula el Impuesto de Actividades Económicas (IAE). Los empresarios se habían aliado para reclamar que se volviera a la situación anterior y la Justicia les dio la razón, y entonces el exalcalde, Javier Maroto, pactó con EH Bildu una subida del 41% en este impuesto que pretendía recuperar el dinero que se iba a dejar de ingresar por decisión judicial.
El PNV llevaba en su programa electoral la revisión de este incremento, y cuando contra todo pronóstico acabó gobernando la ciudad, se encontró en la tesitura de incumplir su promesa o renunciar a los más de siete millones de euros que supondría aplicar ese 41% de incremento del gravamen. Finalmente, jeltzales, socialistas, PP y empresarios cerraron un pacto en virtud del cual se mantiene la subida del 41% para este año, pero en 2016 se aplicará un coeficiente más bajo del establecido inicialmente para que, al final, en 2015 y 2016 se produzcan sendas subidas del 5% en el IAE. A partir de 2017 este impuestos sufrirá las mismas modificaciones que los demás, aunque en primera instancia se pactó la congelación. Fernando Raposo, responsable del área jurídica de SEA empresarios Alaveses, explica que el pacto se cerró así, un poco como “un apaño”, porque para “rebajar la subida en 2015 había que aprobar una nueva ordenanza, con todo lo que ello supone”.
Lo que se ha hecho es mantener el coeficiente del 2,2% de este año, y aplicar el 1,146% en 2016 y el 1,7137% en 2017, lo que equivale a una subida sostenida en estos tres años con coeficientes del 1,6321% en 2015, y del 1,7137 en 2016 y 2017, es decir, el 5% anual en este ejercicio y el que viene. Por otro lado, para mitigar el efecto del recibo de 2015, el acuerdo establece que un fraccionamiento del pago, y así en diciembre de este año las empresas abonarán el 75% del impuesto, y el 25% restante se pagará en abril del año que viene.
El Impuesto de Actividades Económicas grava el ejercicio de actividades empresariales, profesionales o artísticas cuando su facturación de dos años antes sea igual o superior a los dos millones de euros. La razón de la reacción tajante del empresariado se debe precisamente al hecho de que se tribute sobre el dinero que se mueve, y no sobre el que se gana, pues ello supone que muchas empresas pueden estar en pérdidas y, a pesar de ello, si han tenido una actividad voluminosa, encontrarse a final de año con una factura considerable que abonar al Ayuntamiento. En su día, EH Bildu propuso que la exención en el impuesto se limitara a las empresas que facturan menos de un millón, pero la reforma finalmente no se aprobó. Por otro lado, la normativa prevé exenciones de entre el 10% y el 40% del tributo para aquellas sociedades que creen empleo, y sendos descuentos del 10% por establecer planes de transporte de empleados o aplicar energías renovables en sus procesos.
A la hora de definir qué tiene que pagar cada empresa, el Ayuntamiento tiene en cuenta el conjunto de las actividades económicas ejercidas por el mismo. Así, se paga más o menos en función de dónde está radicada la empresa (de ahí el conflicto en torno al callejero), de la potencia eléctrica contratada, del número de trabajadores, de las tareas a las que se dedica o de la facturación.
En 2015 se van a emitir 2.359 recibos de IAE, de los que 1.813 remiten pagos inferiores a 5.000 euros, otros 370 reclaman hasta 10.000 euros, 118 piden contribuir con un máximo de 25.000 euros, y otros 58 piden el pago de más de 25.000 euros. De ellos, 41 recaudan hasta 50.000 euros, 7 pasan de 100.000, otros 7 pasan de 250.000, y finalmente una compañía vitoriana abona más de un millón de euros en concepto de IAE. Si se cruzan los datos con los del Impuesto de Sociedades, sobre una muestra de 588 empresas, 132 de ellas estaban en pérdidas en 2014 (22,45%), otras 127 lo estuvieron en ejercicios anteriores (21,6%) y 329 presentaron bases imponibles positivas (55,95%). Nueve de cada diez de estos contribuyentes, señalan los empresarios, son pequeñas y medianas empresas.
En 2012 fueron 11 millones de euros, en 2013, 11,6 millones, en 2014 fueron 13,2 millones de euros, y según los datos de SEA Empresarios Alaveses, en 2015 iban a cobrarse 18,6 millones de euros, lo que suponía un incremento acumulado del 69% desde 2012, una subida de 5,4 millones de euros con la que, aseguran los contribuyentes, podrían crear medio millar de empleos. En 2016 la recaudación será de 8,5 millones de euros.
“Ha sido en el peor momento, venimos de una situación de crisis grave, y subir el impuesto un 41% supone un auténtico problema para las empresas”, señala Raposo, quien critica que el acuerdo entre PP y EH Bildu para elevar el tributo contemplara aplicar “la mayor subida de coeficiente que permite la Ley, del 2,2%”. Según los últimos datos aportados por el Departamento de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, en lo que afecta a nuevos expedientes de regulación de empleo autorizados o comunicados durante 2015, en Álava se han contabilizado 96 ERE, que afectan a 1.575 trabajadores, en un territorio cuya capital tiene registrados más de 20.000 desempleados. Destaca la pérdida de más de 7.000 empleos en la industria manufacturera, más de 4.000 en la construcción o más de 1.000 en el sector de comercio.
Por otro lado, según los datos de que dispone la Seguridad Social en Álava, a causa de la crisis han cerrado mas de mil empresas y, a pesar de producirse un repunte en el número de firmas inscritas en la Seguridad Social durante 2014, la diferencia con respecto a los años previos “no permite concluir que el ritmo de recuperación es firme y sostenido”. Así lo afirma el propio Ayuntamiento vitoriano, que señala cómo Álava es el territorio mas industrial de Euskadi, por cuanto el porcentaje de valor añadido bruto generado en el sector industrial sobre el total del de la producción en el territorio en el año 2014 fue del 32% y, el porcentaje de personas empleadas en establecimientos con actividad económica principal en la industria sobre el total de personas empleadas en el territorio en el ejercicio 2014 supone un 27%.
En el segundo trimestre del año hay ocupadas en Álava 133.000 personas, según la encuesta de población activa del Eustat, experimentando un descenso de tres mil personas menos que a principio de año. La línea de tendencia es negativa y si comparamos la afiliación actual con respecto a la del inicio de la crisis (enero 2009), por sectores, observamos que se han perdido 11.940 efectivos, el 7,9% de las altas en ese momento.