Gasteiz - La posible reapertura de la central nuclear de Garoña antes de los próximos comicios de diciembre no ha dejado indiferente a nadie. Ayer, sin ir más lejos, el asunto acaparó buena parte de los debates en el Parlamento Vasco, órgano que logró sacar adelante una iniciativa en la que se insta al Gobierno Vasco a interponer un recurso contra la declaración de impacto medioambiental que permite la instalación temporal de un almacén de material nuclear en la central castellana, sita en la muga entre Álava y Burgos a escasos 40 kilómetros de Vitoria. Aparte, el legislativo solicitó el amparo de la Comisión Europea ante la posibilidad de que se reabra la planta y para que se asegure el cumplimiento de las medidas de seguridad impuestas tras el accidente de Fukushima

La cámara autonómica vivió de la mano de EH Bildu un nuevo debate en torno a la central, tras el que todos los grupos -salvo el PP, que lo rechazó y UPyD, que se abstuvo- apoyaron una enmienda pactada entre PNV, PSE-EE y la coalición abertzale. Aparte de constatar las maniobras del Gobierno central y del PP para lograr tal objetivo antes de que un hipotético vuelco electoral les aleje de los órganos de decisión del Estado, las decisiones adoptadas por el ejecutivo de Rajoy, las inversiones realizadas por Nuclenor, la operadora de la planta atómica, para que ésta pueda reactivarse y el bálsamo legal que aporta el CSN (Consejo de Seguridad Nuclear), regulador en cuyo Consejo de Administración los populares tienen mayoría absoluta, volvieron a monopolizar los discursos de los parlamentarios. Así, a través de la citada enmienda, además de la petición al ejecutivo vasco para que recurra la declaración que hace posible la apertura de un almacén de material nuclear, la institución legislativa expresó su intención de participar en la comisión interinstitucional para el seguimiento del desmantelamiento de la central acordada por las Juntas Generales de Álava.

En el texto aprobado, el Parlamento también emplaza al Gobierno central a no autorizar una nueva licencia para la reapertura de Garoña, en coherencia con los pronunciamientos de las instituciones vascas y alavesas. Además, en otro de sus puntos se denuncia la falta de información del Gobierno central a las instituciones vascas sobre la posible instalación de un almacén en Garoña.

Dadas las circunstancias, el parlamentario del PP Carmelo Barrio anunció en su primera intervención que su grupo apoyaba toda la iniciativa salvo este último punto al considerar que “el Gobierno de España actúa en función de sus competencias”. Por ello, Barrio pidió votar por puntos, solicitud que rechazaron el resto de grupos, que defendieron que el PP debía “retratarse”. Ante la imposibilidad de hacerlo por puntos, los populares votaron en contra, según apunta la Agencia Efe. En cualquier caso, Barrio insistió en que el PP vasco está en contra de la reapertura de Garoña y acusó al resto de grupos de que, en lugar de facilitar el acuerdo, “chapoteen en el politiqueo y en el victimismo para usar este asunto como ariete contra el Gobierno de España”.

Sobre el particular, Barrio no fue el único popular que tuvo que retratarse ayer para tratar de explicar la contradictoria postura del PP, a favor de la continuidad de la planta nuclear en el Estado y en contra, con matices, en Álava. De hecho, el exalcalde de Vitoria Javier Maroto, ahora también vicesecretario sectorial del PP, reiteró su rechazo “contundente” a la posible reapertura. Además, recordó que su postura “es la misma” que ha mantenido en el ejercicio de sus diferentes cargos políticos “como concejal en la oposición del Ayuntamiento”, además de “como alcalde, parlamentario, y como actual vicesecretario sectorial en la dirección del partido”. El exprimer edil insistió en que en esta cuestión no puede “ser más claro y más contundente”.

Por su parte, desde EH Bildu, Igor López de Munain denunció que el CSN actúa en este asunto con el objetivo de “seguir calentando los bolsillos de Iberdrola y Endesa (...). La calle exige que se pongan los medios políticos al servicio del desmantelamiento definitivo”. Juan Carlos Ramírez (PNV) manifestó las “sospechas” de su grupo de que existe una “trama” para reabrir Garoña. Para visualizar la antigüedad de las instalaciones comparó la central con un Seat 850, ya que ambos datan de 1966, y explicó que este coche “ahora no pasaría ni la más generosa de las ITV”. La socialista Natalia Rojo criticó el “mercadeo poco serio” entre el Consejo de Seguridad Nuclear y Nuclenor, y reclamó un pacto de Estado en materia de energía. Por último, Gorka Maneiro (UPyD) aseguró que su partido está a favor del cierre definitivo de Garoña si no cumple con las medidas de seguridad y pidió a PP, PSE-EE y PNV que aclaren si están en contra de todas las centrales nucleares o sólo de Santa María de Garoña.

Tras la votación, el portavoz de EH Bildu en las Juntas Generales de Álava, Kike Fernández de Pinedo, que siguió el debate instó al diputado general de Álava, Ramiro González, a convocar la comisión interinstitucional para el seguimiento del desmantelamiento de la central burgalesa. - M.G./Efe / Foto: Alex Larretxi

Oficial. Este debate se produce después de que el pasado 9 de octubre el Boletín Oficial del Estado publicara el estudio de impacto ambiental favorable a la creación de un almacén temporal de combustible nuclear gastado en Garoña.

Manifestación en Valdegovía. EH Bildu propondrá hoy al gobierno municipal de Valdegovía que se convoque a la ciudadanía a una concentración para n mostrar su rechazo a la reapertura de la planta atómica del burgalés Valle de Tobalina.