Gasteiz - Una mano por aquí, una pierna por allá y un giro de cadera para completar el movimiento. El sudor y la música sirvieron ayer para algo más que ponerse en forma a las personas que acudieron al polideportivo El Campillo, que ejerció de macroescenario para una master class de zumba a la que acudieron doscientos participantes y en la que se recaudó dinero para el programa de lucha contra la pobreza infantil de Save The Children en Euskadi.
La cita arrancó a las 11.00 horas, cuando se abrieron las puertas de la cancha, para que media hora después, y hasta las 13.30 horas, niños y adultos se entregaran en cuerpo y alma -sobre todo lo primero- al baile y las instrucciones de los profesores, todo por una buena causa. Cada entrada tenía un coste de diez euros y la recaudación estaba destinada a los programas de atención a niños y niñas en situación o riesgo de exclusión social.
El recién reformado polideportivo del Casco Medieval acogió así una clase magistral impartida por Virginia Alcedo, actual responsable del Gimnasio Femenino Muby, a la que se unieron nueve instructores más que se habían desplazado hasta la capital alavesa desde puntos como Nanclares de la Oca, Pamplona y Orduña.
La responsable de Save The Children en Euskadi, Eva Silván, agradeció a todos y todas las presentes el apoyo mostrado al acudir a la clase de zumba solidaria, además de dar las gracias al Gimnasio Femenino Muby. Silván recordó que “ahora más que nunca cobran especial sentido todas las iniciativas que trabajan para demostrar que otro mundo es posible”.
una fiesta solidaria “Queremos agradecer el interés y pasión para llegar al mayor número de gente y hacer de este día una fiesta de la solidaridad”, añadió la responsable de Save The Children en el País Vasco. Por su parte, Virginia Alcedo, del Gimnasio Femenino Muby, agradeció también su presencia a las más de doscientas personas que se animaron a participar, destacando el alto nivel de participación y mostrando su gratitud a los instructores que se habían tomado la molestia de acercarse hasta Gasteiz para participado en la master class de manera voluntaria. Una mañana de mucho movimiento en la que todos sudaron la gota gorda y se pusieron en forma por la mejor causa posible.