gasteiz - Mano a mano, el equipo de gobierno vitoriano y el grupo municipal del PSE han hecho sus cuentas y prevén poder reunir 342,9 millones de euros para gestionar la ciudad el año que viene. Ambos actores cuentan con que la aportación de la Diputación al Ayuntamiento de Vitoria, el Fofel, va a aumentar en 2016 en un interesante 6,3%, hasta rozar los 170 millones de euros. Además, piensan pedir casi 12 millones de euros a los bancos, vender patrimonio municipal por valor de 2,1 millones, enajenar inversiones por otros 9,4 millones, y disponen también de un pellizco de medio millón de euros en forma transferencias de capital de la Diputación, el Gobierno Vasco y la Unión Europea.
Faltan todavía 150 millones de euros más para cuadrar su Presupuesto municipal, y ese dinero ha de salir de un proyecto de ordenanzas que, sin el apoyo, expreso o no, del PP o de EH Bildu, no va a salir adelante. Y sin ordenanzas, no hay Presupuesto, o al menos este Presupuesto.
Hoy se debate esta cuestión en el Ayuntamiento, y a la espera de alguna sorpresa de última hora, PNV y PSE lo tienen complicado; el PP quiere pactar con el alcalde, y EH Bildu no, o eso al menos dicen ambos. Precisamente el deseo del gobierno municipal es el contrario. No es ningún secreto, porque así lo ha dicho el propio concejal de Hacienda, Borja Belandia, que para el PNV la oferta del PP es un caramelo envenenado, pues pasa por una reducción de impuestos que los nacionalistas consideran inviable. Tampoco es ningún secreto, porque si no se ha dicho explícitamente sí se ha dejado caer, que al gobierno municipal le gustaría contar con los votos del área izquierda del Pleno.
Pues bien, en la presentación de ayer del proyecto presupuestario todo el mundo se ratificó en sus posturas. El concejal de EH Bildu Antxon Belakortu no le perdona al PNV que, junto a PSE y PP, haya neutralizado la subida del IAE del 41% que promovió el año pasado la coalición abertzale, y además da la casualidad de que el montante que se ahorran los empresarios con esta medida coincide con los cerca de ocho millones de euros en que disminuye este Presupuesto con respecto al ahora vigente. Por ello, y también por diferencias en el capítulo de los gastos, Belakortu dijo no ver reflejado en el documento “el cambio de modelo” que sustentaba el apoyo de EH Bildu a Urtaran en la investidura. “El alcalde dice que las empresas están en pérdidas, pero entonces, ¿por qué sube el Fofel, que incluye el IVA, el Impuesto de Sociedades, el IRPF, que es el único que no sube; y el de hidrocarburos?”, se preguntó el edil soberanista.
En cuanto a los gastos del proyecto presupuestario, Belakortu cuestionó que, por ejemplo, el Consistorio logre vender las plazas de aparcamiento del Iradier Arena en 2016, como prevé el borrador presupuestario, y además pidió un mayor peso de la participación ciudadana y del Pleno en la toma de decisiones del gobierno, por lo que, a priori, la coalición venderá caro un eventual apoyo al PNV y el PSE.
En el PP, en cambio, todo son facilidades. A pesar de que los conservadores están preocupados por el reflejo de la participación ciudadana en la actuación del gobierno, de que no se han debatido conjuntamente ingresos y gastos, o de que ven al gobierno “excesivamente optimista” con respecto a la capacidad de endeudamiento de la institución, el exconcejal de Hacienda Manu Uriarte dijo que su “llamamiento público a la negociación sigue sobre la mesa”. “Hay margen -dijo Uriarte-, y quiero quedarme con la idea de que se puede buscar una solución a los problemas del Ayuntamiento”.
Populares y soberanistas tienen en su mano que haya o no haya ordenanzas y Presupuestos en 2016, pero en esta legislatura hay más representación, y aunque en principio no es decisiva, el Pleno de investidura ya le dejó claro al PNV que todos los votos pueden ser necesarios en un momento dado.
el papel de sumando e irabazi Es más, si EH Bildu no quiere respaldar ahora las ordenanzas o después el Presupuesto, puede votar que no, pero también cabe abstenerse. Si Sumando-Hemen Gaude e Irabazi hacen lo mismo, aunque el PP votara en contra, habría un triple empate a nueve sufragios que rompería el alcalde en el Pleno con su voto de calidad. Y a la inversa, si todos los partidos de izquierda votan que no, una abstención del PP daría vía libre al PNV y al PSE para gobernar en 2016 según sus propias prioridades.
Ayer el portavoz de Sumando-Hemen Gaude, Jorge Hinojal, prefirió ser prudente y no valorar el proyecto presupuestario hasta que el grupo municipal lo estudie bien, aunque advirtió de que vigilarán para que lo que se apruebe “se cumpla a rajatabla”. Por otro lado, la postura de Sumando con respecto al proyecto de ordenanzas quedó clara con la presentación de la enmienda a la totalidad de la pasada semana.
Por parte de Irabazi, su portavoz, Óscar Fernández, criticó que en el proyecto de Presupuesto para 2016 haya que asumir parte del déficit de 2015 que, a su juicio, debería pagar el PP (15 millones de euros), y en el capítulo de los gastos censuró la rebaja en tres millones de la dotación para Medio Ambiente. Su firme oposición al pacto sobre el IAE manifiesta, por otro lado, su opinión con respecto a la recaudación.
Al margen de estas posibilidades, jeltzales y socialistas defendían ayer sus cálculos, previsiones y prioridades. Desde el PSE, Carlos Zapatero definía el proyecto presupuestario como “serio, trabajado y muy ajustado a la situación económica”, y el concejal de Hacienda, Borja Belandia, admitía que “no es un Presupuesto de los que gusta presentar, pero en esta situación es muy difícil cambiar las cifras”. Con respecto a las críticas al pacto con SEA Empresarios Alaveses, Belandia reconoció que “merma la capacidad de ingresos del Ayuntamiento”, pero dijo que eso es lo que implica “la coherencia (fue una promesa electoral del PNV), que a veces se nos ven las vergüenzas; si la cifra coincide con la reducción del Presupuesto con respecto al año pasado, pues coincide”, sentenció.
En relación a las críticas con respecto a la participación ciudadana en el contenido del Presupuesto y en su propia elaboración, Belandia recordó que los consejos sectoriales y territoriales están ahora mismo disueltos, por el cambio de legislatura, y aseguró que los técnicos de este área trabajan para que desde principios de 2016 los movimientos sociales realicen sus aportaciones para las Cuentas de 2017.
El concejal de Hacienda vitoriano pedía ayer apoyo para sacar adelante los Presupuestos, cuyo trámite de aportaciones de los grupos y la ciudadanía se dilatará hasta finales de año.
El concejal del PP insistía ayer en ofrecer su apoyo al gobierno municipal en el debate sobre las ordenanzas y en el propio Presupuesto municipal para 2016.
EH Bildu mostraba su desacuerdo con el Presupuesto del PNV y el PSE, que se suma a su oposición al proyecto de ordenanzas.