vitoria - Las reformas de la Avenida Gasteiz, San Prudencio o Mateo Moraza -Portal del Rey aún está sin hacer- van a dar paso al arreglo de otras calles y plazas de la ciudad esta nueva legislatura. En unas, el Ayuntamiento ya trabaja y en otras tiene en mente el proyecto. La prioridad del gabinete de Gorka Urtaran es ordenar, modernizar y dar uso a la plaza Santa Bárbara, una vez rehabilitado Abastos. Es el reto más inmediato, sin olvidar la zona de Tres Santos en Arana, otro de los proyectos ya hilvanados, avanza el concejal de Urbanismo, Borja Belandia. Más adelante, siempre en función del dinero, las máquinas se trasladarán a las calles Los Herrán, San Ignacio de Loyola y la plaza San Antón. Además de financiación, -reconoce el PNV- habrá que recabar el apoyo de otros partidos para sacar los proyectos adelante.

La reforma de la plaza Santa Bárbara se enmarca en el proyecto Bost Enparantza, consistente en una amplia intervención desde Desamparados hasta la Virgen Blanca. La idea es eliminar una de las rampas del lateral de Abastos para disminuir el aislamiento generado tanto por las rampas como por los parterres elevados. Con ello se abrirá un gran espacio hacia la calle Postas, por un lado, y hacia el mercado, por otro, con espacios verdes y vegetación que rompan la frialdad del cemento. El Departamento de Urbanismo ya trabaja en esta obra, cuyo proyecto estará listo para final de año. Antes, hay que cerrar algunos flecos, explica el coordinador de Urbanismo, Álvaro Iturritxa.

Y es que, en este momento hay dos opciones sobre la mesa. Una, ampliar el parking y soterrar la carga y descarga de El Corte Inglés, para lo que el Ayuntamiento necesita conocer el grado de implicación de los grandes almacenes en esta actuación, ya que “sin el impulso económico privado, Vitoria difícilmente podrá llevar a cabo esta operación”, admite Iturritxa. La segunda opción es colocar la pasarela junto a dos espacios ajardinados y una explanada, y en la parte norte, permeabilizarlo con la calle Postas para que desaparezcan los muretes y demás obstáculos. La obra incluye también el arreglo de aceras y la reurbanización de Lehendakari Leizaola, así como de la zona que va de Postas a Fueros, priorizando el paso de peatones en la calle La Paz, lugar hasta donde abarca el proyecto. “El objetivo es lograr la conexión necesaria para convertir todo el entorno en un paseo peatonal y comercial; por supuesto, escuchando las aportaciones de los demás grupos políticos, de los vecinos y de los comerciantes”, sostiene Iturritxa.

En la plaza San Antón, la reforma se centra en la manzana situada entre las calles Francia y Pedro Orbea, frente al centro de enseñanza Egibide, eliminando los parterres para mejorar la accesibilidad a la plaza y así ganar espacio para los peatones. De San Antón, las obras se trasladarán a la calle San Ignacio para ampliar las aceras, eliminando la línea de aparcamientos situada junto al parque, y la hilera de árboles próxima a las viviendas. La eliminación de plazas de estacionamiento en la calle se compensa -dice el Ayuntamiento- con el parking de Molinuevo que, aunque de pago, se estudia la fórmula para que resulte más atractivo a los conductores, al igual que en el resto de aparcamientos de gestión pública ahora prácticamente desocupados. El gabinete de Gorka Urtaran no descarta ampliar el proyecto y extender la reforma hasta Portal de Arriaga para “dignificar” esta puerta de entrada al Casco Medieval.

Otra de las reformas prioritarias de esta legislatura es la que afecta a bulevar de Arana, conocido como Tres Santos. Se trata de una infraestructura viaria de gran capacidad en el pasado, un trazado de autopista que fragmenta la ciudad en dos y que separa Salburua del resto del casco urbano. “Es indispensable reurbanizar este espacio para acabar con el agujero urbano que deja”, afirma Iturritxa.

Por ello, para dar continuidad al barrio de Arana con Salburua desde las calles Santiago y Valladolid se prevé incorporar un carril de autobuses exprés, comunicar el carril-bici en dirección norte y sur y eliminar ramales de la antigua circunvalación uniendo el parque de Aranbizkarra con el de Arana y con los lineales de Salburua. Esta actuación se basa en el proyecto que en su día presentó Pablo Carretón, arquitecto urbanista del Colegio Oficial de Arquitectos, que proponía convertir ambas vías en bulevares, reduciendo de seis a cuatro los carriles para coches, dejando dos en cada sentido y ampliando las zonas verdes, además de construir bidegorris y habilitar áreas peatonales siguiendo el ejemplo de todas las reformas que en los últimos años se llevan a cabo en las calles de Gasteiz.

En definitiva, esta ambiciosa operación consiste en convertir la antigua circunvalación que divide Arana y Salburua en el Bulevar Arana, y así cerrar la brecha que dejó en la ciudad la N-1. Un nudo de carreteras, ahora fagocitado por las nuevas edificaciones, que rompe la trama urbana y dificulta la relación entre ambos barrios debido a la pésima accesibilidad que hay de uno a otro. Este lavado de cara de la calle Madrid, desde el cruce de Valladolid hasta la rotonda de Jacinto Benavente, lucirá tras su renovación dos viales en ambas direcciones con un amplio bulevar con pasos para peatones, ciclistas y autobuses urbanos exprés, como los que el gabinete de Urtaran pretende implantar poco poco en Gasteiz en aquellas zonas a las que no llega el tranvía. En líneas generales, es lo que el Ayuntamiento busca también para Los Herrán tras el cierre de la vieja estación de autobuses: recuperar la calle para ciclistas y peatones, agrupando el tráfico de Los Herrán y José Mardones para liberar espacio para los viandantes en el lateral de la zona más antigua, y habilitar un carril-bici de doble ida y vuelta. En cualquier caso, antes de iniciar la obra, el ejecutivo jeltzale tiene que decidir el uso definitivo de la antigua estación. La pasada legislatura, el PP de Javier Maroto decidió reconvertir el viejo edificio en un parque infantil cubierto para enfado de muchos vecinos. Un cambio que Urtaran no se ha comprometido a mantener; el equipamiento está, de momento a prueba, a la espera de si cuaja o no entre las familias.

peatonalizar san antonio Grandes reformas aparte, el Ayuntamiento contempla otras actuaciones menores con el fin de ampliar las estrechas aceras de calles que todavía presentan una urbanización obsoleta. Prioritaria es la intervención en Beato Tomás de Zumárraga, entre Siervas de Jesús y Domingo Beltrán, pero también se actuará en Manuel Iradier y en Florida, entre la plaza Green y Ortiz de Zárate. La reforma de Landázuri cuenta igualmente con su propio anteproyecto, que afecta a toda la manzana central, incluyendo las calles Samaniego y Landázuri. Y en el apartado de peatonalizaciones, se prevé eliminar el tráfico de la calle San Antonio, ahora una semipeatonal zona 30, entre Florida y General Álava.

Santa Bárbara. Enmarcada en el proyecto Bost Enparantza del PNV, consistente en una ambiciosa intervención desde Desamparados hasta la Virgen Blanca, la reforma de Santa Bárbara es el reto más inmediato para el gabinete Urtaran, que quiere, con esta obra, reordenar la plaza eliminando los actuales obstáculos para transformarla en un espacio de mayor uso para peatones. Llamada a ser la primera gran obra de la era Urtaran, el proyecto, ya avanzado, estará listo para diciembre.

C/ San Ignacio. La obra consiste en ampliar las aceras eliminando la línea de aparcamientos en superficie situada junto al parque y la hilera de árboles de las viviendas. No se descarta extender la reforma hasta Portal de Arriaga para “dignificar” esta puerta de entrada al Casco Viejo.

Plaza San Antón. Se intervendrá en la manzana situada entre Pedro Orbea y Francia eliminando los parterres para mejorar los accesos a la plaza y ganar espacio para los peatones.

C/ Los Herrán. Agrupar el tráfico de Los Herrán y José Mardones para liberar espacio para los viandantes en el lateral de la zona más antigua, y habilitar un carril-bici doble, de ida y vuelta. Sin decidir está aún el futuro de la zona infantil de juegos de la antigua estación.

Bulevar de Arana. La operación consiste en convertir la antigua circunvalación que divide Arana y Salburua en un bulevar y así cerrar la brecha que dejó la carretera N-1, que parte la ciudad en dos. Pasará de seis a cuatro carriles de coches, dos en cada dirección.