Vitoria - Bajo el título Cooperar a la velocidad de la confianza, la Cámara de Comercio de Álava ejercerá hoy de epicentro de debates y conferencias para demostrar que, a la hora de exportar, trabajando juntos se trabaja mejor. La jornada arrancará a las 9.00 horas con el acto oficial de apertura para, un cuarto de horas más tarde, dar inicio a la conferencia de Jan Kuipers, experto en cooperación.
A las 11.15 horas será el turno de los paneles, cuatro mesas en las que diferentes ponentes departirán sobre cooperación e internacionalización. Uno estará moderado por Nabil Khayyat, director de la división de promoción y coordinación del CDTI; el segundo, por Andoni Aldekoa, asesor de la oficina del Lehendakari; el tercero, por la diputada foral de Desarrollo Económico y Equilibrio Territorial, Pilar García de Salazar; y el cuarto, por Enrique del Valle, director general de Del Valle Aguayo. En uno de estos paneles, el segundo concretamente, estará presente Gastelia, una asociación alavesa formada por pequeñas empresas que trabajan unidas para tener acceso a nuevos mercados. Fidel Gómez, técnico de la Cámara, es su coordinador.
¿Se animan las empresas del territorio a cooperar y trabajar juntas para mejorar sus exportaciones o todavía cuesta convencer a la gran mayoría?
-Juntar a varias empresas alavesas para un objetivo común no suele resultar fácil pero, en nuestro caso, en Gastelia, ellas mismas vieron que tenían un nexo y que podían ganar colaborando entre ellas.
¿Qué es exactamente Gastelia, de la que usted es coordinador?
-Gastelia es una asociación de empresas alavesas que tienen en común un mercado y unos clientes, principalmente administraciones públicas y colectividades. En la Cámara de Comercio detectamos en su día, hace ahora unos tres años, que en Álava había un grupo notable de empresas que tenían objetivos parecidos y que su clientela era mayormente ayuntamientos, administraciones públicas, colegios... Todas tenían interés en abrirse a mercados exteriores. Alguna ya estaba exportando y otras se estaban planteando hacerlo.
En Gastelia hay desde empresas que fabrican máquinas de cobro hasta otras de aseos públicos, columpios o mobiliario urbano.
-Así es, sólo hemos tenido una baja en la asociación, de una empresa que no encajaba tanto en el perfil. Pero el resto son las mismas que hace un año, señal de que están contentas.
¿Qué ventajas tiene para una empresa unirse a otras en lugar de buscarse las castañas por su cuenta y negociar en solitario?
-Asociaciones como la nuestra suelen ser atractivas porque para las empresas son un complemento más a la hora de moverse en el mercado. Otras cosa son los consorcios de exportación, que es algo más complicado porque ya entran en una estrategia más profunda, en la que deben compartir y gastar más, y eso es complicado. Lo importante es encontrar una posibilidad de compartir experiencias y acceso a mercados. Además, a la hora de acudir donde un posible cliente cada empresa por separado puede hacerlo representando a toda la asociación, algo que les fortalece de cara al cliente, que ve que no es un marciano recién llegado sino que detrás hay una estructura que le puede solucionar sus problemas.
¿Algún caso alavés de éxito especialmente significativo, además de Gastelia, en lo que a cooperación empresarial se refiere?
-Araex, por ejemplo, es un consorcio creado hace más de veinte años por bodegas de Rioja Alavesa que durante estos años ha tenido altas y bajas pero que ha conseguido estar presente en los cinco continentes, ayudando a que bodegas de una dimensión pequeña y media vendan su vino de Rioja Alavesa a nivel internacional, algo a lo que por sí mismas no hubiesen podido llegar. Al menos no a tantos mercados como en los que están presentes ahora mismo.
Muchos pequeños hacen un grande, como suele decirse.
-Siguiendo con el caso de Araex, yo acabo de regresar de una feria en Finlandia y allí he visto vinos de bodegas de Rioja Alavesa de este consorcio en las cartas de los restaurantes a los que íbamos a cenar. Bodegas pequeñas que por sus propios medios en la vida hubiesen podido llegar a contactar con un monopolio como el que existe en Finlandia para este tipo de compras. Pero ahí están, en Finlandia, en Suecia o en Australia, por ejemplo. El de Araex es un caso muy claro de éxito en cooperación empresarial. En la Cámara nos tocó impulsarlos al principio hasta que volaron solos, y ahora son un grupo reconocido en los mercados internacionales.
De casos similares se hablará hoy en el Foro de Cooperación que se celebrará en la Cámara.
-Sí, en realidad hay muchas fórmulas de cooperación además de unirse para vender, y en el Foro se van a presentar varias figuras en las que hay empresas alavesas que están participando para romper la barrera y el miedo a formar parte de asociaciones.
¿Qué tienen que tener en cuenta las empresas que se animen a asociarse para exportar?
-Lo importante es encontrar el nexo en común. El concepto de asociación de empresa, como puede ser Gastelia, es el más básico, en el que la empresas no establecen ninguna vinculación jurídica entre sí más allá de ser socios y perseguir unos objetivos comunes. Pero cada empresa es independiente entre sí.
En Gastelia las empresas proponen actividades, participan o dirigen la estrategia de la asociación, y desde la Cámara les llevamos el papeleo y la secretaría técnica. En realidad este tipo de asociaciones son bastante habituales en el mundillo de la internacionalización. Las hay de fundición, de maquinaria agrícola...