vitoria - A veces, hay justificaciones que buscan defender una posición y sólo logran el efecto contrario. Algo así le ha pasado al Ayuntamiento de Vitoria a cuenta de la parada de autobús de la línea 6 en la confluencia de la avenida de Derechos Humanos con paseo de Eskibel. Los vecinos llevaban tiempo solicitando una marquesina para ese punto del trayecto porque son muchos los usuarios que allí se concentran sin posibilidad de resguardarse de las inclemencias meteorológicas en los días desagradables y lo que ha hecho el Consistorio, a través del buzón ciudadano, ha sido recoger la sugerencia y agradecerla, no sin explicar los criterios que se aplican para colocar estructuras de este tipo, en un intento de disculpar su ausencia. La cuestión es que precisamente ese lugar recoge todos los requisitos necesarios señalados en la aclaración para contar con una. Y ahora, claro está, la gente la pide todavía con más ganas.
Según el protocolo municipal, cuando una parada “es usada principalmente de bajada de usuarios y no de subida se coloca un poste”. Otra condición que también se tiene en cuenta es “si al lado de la parada existe un lugar donde resguardarse”, porque entonces “también se colocan postes para que no exista tanto mobiliario urbano en las calles que dificultan el tránsito de las personas con movilidad reducida”. Y parece que por todo ello, el punto de la avenida de Derechos Humanos con paseo de Eskibel tiene exclusivamente un poste a modo de señalización. El problema es que, según cuentan desde la asociación de vecinos Zabalgana Batuz, el escenario en este lugar es justo el contrario del que justificaría la ausencia de una marquesina. Y así lo ha advertido.
“Esta parada no es usada para bajada de usuarios, dado que desde la misma comienzan su viaje las personas que antes de las modificaciones de rutas se montaban en la calle Naciones Unidas en la misma línea 6 (con marquesina desplazada una manzana) y continúa recogiendo usuarios hacia el centro y Salburua con paradas con marquesina. Luego es una parada de subidas y no sólo principal sino exclusivamente, pues no se producen bajadas cuando comienza tres paradas antes”, alegan los representantes vecinales. Además, este punto del trayecto se sitúa junto a un puente “sin elementos donde guarecerse, como se puede observar en la parada habilitada en la misma línea en sentido contrario de circulación, ascendente hacia la avenida Reina Sofía”, salvo el acceso a un garaje privado. Y no es plan.
La asociación considera, además, que alegar la no instalación de la marquesina por la posible existencia de un lugar donde resguardarse “no es de recibo en esta ciudad” porque en tal caso “se eliminarían las marquesinas de la mitad de las paradas, tanto de urbanos como de tranvías, cosa que no sucede en el resto de Gasteiz”. Tampoco le vale el argumento del espacio, porque la anchura de la acera en esta calle es lo suficientemente generosa, a su juicio, como para colocar esta infraestructura sin dificultar el tránsito de las personas con movilidad reducida. Y por todas estas razones, los representantes vecinales han decidido exigir al Ayuntamiento gasteiztarra que estudie y responda a la petición y que le dé el visto bueno con la mayor brevedad posible, “sin discriminaciones ni criterios ilógicos e incoherentes”. “Es necesaria y útil a todas luces”, sostienen.