los alrededores de Subijana de Álava son desde ayer la prueba más evidente de que la batalla contra el fracking supone un fenómeno global, que no entiende de fronteras, pero que también necesita de espacios comunes para desarrollar nuevas estrategias. Hasta ahora, Internet ha permitido al activismo antifracking, presente en los cinco continentes, mantener un contacto cada vez más fluido y compartir sus retos y experiencias, pero esa lucha ha carecido de un foro físico global en el que reforzarse, en el que sus miembros puedan sentarse frente a frente para enriquecerse y contrastar pese a residir a miles de kilómetros de distancia. Y , además, poder hacerlo durante varios días consecutivos.

A lo largo de esta semana, esa suerte de milagro se hará realidad allí en Subijana, a escasos kilómetros de Gasteiz, en las inmediaciones del lugar donde estaban previstos los sondeos Enara 1 y 2 para explorar la presencia de gas esquisto y su posible extracción mediante el fracking. El punto en el que iba a llevarse a cabo el “asalto” de esta técnica en el territorio alavés, que desde la aprobación de la ley antifracking en el Parlamento Vasco ha comenzado a respirar un poco más tranquilo.

La #frackanpada, la Acampada Internacional contra el Fracking, echó ayer a andar con un homenaje al “poder del pueblo” como motor que ha hecho posible que la lucha contra la fractura hidráulica avance y confronte con el lobby extractivista a lo largo de los últimos años. Al poder del pueblo vasco, que reunió más de 100.000 firmas para sacar adelante una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) contra el fracking, pero especialmente al de localidades como Subijana, que ha mostrado su total complicidad con esta iniciativa inédita en el contexto global.

A vecinos como Fernando Díaz de Monasterioguren, que no quiso perderse el pistoletazo de salida a la #frackanpada después de haber vivido en primera persona la “amenaza” de la fractura hidráulica. “Si viene el fracking, para nosotros sería una ruina, porque en esta zona hay mucho manantial. Tenemos que seguir en guardia por lo que pueda pasar”, advertía este residente, que todavía no ve el camino despejado al 100% a pesar de la aprobación de la nueva legislación en la cámara de Gasteiz.

A lo largo de estos días, Díaz de Monasterioguren disfrutará de varias de las 65 actividades que se desarrollarán en la #frackanpada, que ha convertido a Subijana en un “icono subvertido” de la lucha contra esta técnica, en un símbolo de la resistencia, y colaborará en todo lo posible con la organización del evento, Fracking Ez. 100 ponentes procedentes de distintos rincones del planeta y cerca de 200 participantes si se cuentan también las actividades lúdicas que se desarrollarán a lo largo de la semana integran el programa, que ya ha convertido a Subijana en un semillero de ideas para el movimiento que lucha por desterrar el fracking. Buena prueba del “crisol” en que se convertirá Subijana serán los seis idiomas en que se desarrollarán las distintas actividades previstas -euskara, castellano, inglés, francés, alemán y catalán-. Al margen de la resistencia antifracking, también habrá espacio para otras luchas de defensa de la tierra y para explorar temáticas paralelas como el cambio climático u otra serie de elementos que tienen que ver con lo sistémico.

combustible Mikel Otero, portavoz de Fracking Ez Araba, tomó la palabra durante un acto inaugural donde no faltó la bienvenida de un dantzari y el corte de la cinta, a cargo de un joven vecino de la zona. “No nos podíamos olvidar de nuestro combustible particular, el pueblo, que está empujando y sosteniendo esta lucha”, afirmó Otero. Posteriormente, en declaraciones a este periódico, el portavoz de Fracking Ez confió en que el encuentro sirva para “reforzar” el “movimiento de base” contra la fractura hidráulica. “Nos vamos a poner caras”, enfatizó Otero, que en la presentación de la #frackanpada estuvo también acompañado por Rachel Thompson, activista antifracking de la localidad inglesa de Manchester, cuya intervención dejó bien patente el carácter internacional de este evento.

“Sabemos que la siguiente etapa de la lucha será aún más difícil, pero trabajar juntos nos ayudará a construir un movimiento lo suficientemente fuerte como para mantener el fracking fuera de nuestras comunidades”, aseguró Thompson. “Es emocionante poder encontrarme con tanta gente que está luchando contra el fracking desde tantos lugares tan lejanos”, reflexionó posteriormente en conversación con DNA. Thompson ha vivido muy de cerca la amenaza del fracking y la “feroz” respuesta popular contra una empresa que trató de llevar esta técnica a un área cercana a su ciudad de residencia y que finalmente debió desistir de sus intenciones.

Otra de las participantes de la #frackanpada llegadas desde el extranjero es la norteamericana Eleanor Finley, procedente del Estado de Virginia, activista, y que también confía en que este evento sirva para seguir reforzando la batalla contra el fracking a nivel mundial. “Es un momento sin precedentes, inaudito. Esa lucha que estaba dispersa en muchos sitios y conectada por Internet ahora se está conectando más. Hemos venido aquí, a lo real, para preparar próximos pasos”, reflexionaba Finley, que trabaja en una “escuela popular” llamada Instituto de Ecología Social, ha conocido muy de cerca el impacto del fracking en vastas zonas de su país como el Estado de Texas. “Hay muchísimas consecuencias para la salud, para la polución del aire, para el ruido...”, enumeraba la activista, que protagonizará una charla este próximo jueves sobre la Filosofía del comunalismo.

Tras la inauguración de la #frackanpada, a la que siguió la primera comida popular de la cita, ayer tuvo lugar el primer plato fuerte del evento, un primer plenario que sirvió como “oportunidad única” para testar los 40 años de luchas contra “proyectos invasivos de diverso cariz” que se han desarrollado en Euskal Herria, como la central nuclear de Lemoiz, Leitzaran, Itoitz o la Autovía Transpirenaica en Navarra. Una mesa redonda moderada por Juantxo Estebaranz en la que tomaron la palabra Josu Torre Altonaga -Lemoizen aurkako Mungiako Plataforma-, Gotzone Sestorain -Lurraldea Koordinakundea-, Julio Villanueva -Itoitzekin Elkartasuna-, Christine Maynard -Baxe-Nafarroako LEIA Mugimendua- y Mila Elorza -AHT Gelditu! Elkarlana-.