la cita arrancará el próximo lunes 13, pero los preparativos se encuentran ya en una fase muy avanzada. No es para menos, a la vista de las dimensiones con las que contará evento. Se trata de la primera Acampada Internacional contra el fracking, la #frackanpada, que convertirá la localidad de Subijana de Álava en un semillero de ideas y espacio festivo para el movimiento que lucha por desterrar esta técnica de extracción de gas no convencional. Impulsada por Fracking Ez, la plataforma que ha canalizado en Euskadi esta rebelión global, la iniciativa reunirá a 100 ponentes procedentes de distintos rincones del planeta y desplegará 65 actividades a lo largo de toda una semana, la que se extenderá hasta el domingo 19. Será, según han avanzado sus organizadores, “un foro inédito” en el contexto global, ya que ofrecerá una oportunidad única para conocer en qué estado se encuentra la “ofensiva” del fracking y su resistencia popular a nivel mundial y también las llamadas políticas extractivistas.

Mikel Otero, portavoz de Fracking Ez Araba, acumula unas últimas jornadas frenéticas para que todo salga a la perfección dentro de apenas cinco días y en los seis siguientes. Lógicamente no está solo, porque al margen del trabajo desinteresado de los voluntarios que integran el movimiento cuenta también con la ayuda de un pueblo cómplice, que ha mostrado una “sintonía total” con esta reunión, y de muchos miembros de la sección internacional contra el fracking que tomarán parte en ella. “Este fin de semana han estado 40 personas trabajando”, ejemplifica Otero para poner de relieve el apoyo con el que está contando Fracking Ez para dar vida a este evento totalmente autogestionado.

La elección de Subijana no ha sido casual, porque en sus inmediaciones estaban previstos los sondeos Enara 1 y 2, impulsados por la Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi (Shesa), para explorar la presencia de gas esquisto y su posible extracción mediante el fracking. El punto, por ahora “neutralizado”, donde iba a llevarse a cabo el “asalto” de esta técnica en el territorio alavés, lo que convertirá a Subijana en una suerte de “icono subvertido”.

“Queremos convertir Subijana en el símbolo de la resistencia contra el fracking”, confía Otero, cuyo equipo comenzó a diseñar #frackanpada allá por el mes de enero, bastante antes de que la nueva ley antifracking fuese aprobada en el Parlamento de Gasteiz. Ahora, pese a que el viento ha comenzado a soplar a favor del movimiento contra el fracking, la #frackanpada nace también con la clara misión de “lanzar una advertencia de que si quieren retomar este tipo de proyectos no lo van tener fácil”.

Aunque es difícil de calcular, por sitio podrían acudir a la #frackanpada “perfectamente” 1.000 personas, ya que la zona cuenta con una extensa zona de arbolado. Quien se acerque, lógicamente, tendrá plena libertad para quedarse un día, dos, toda la semana o incluso para acudir a una o varias actividades sin necesidad de instalar allí su tienda de campaña. “Habrá comida, bebida, duchas... Toda la infraestructura necesaria para estar allí tranquilamente una semana. En definitiva, como si fuese un camping”, explica Otero.

A partir de ahí, la oferta para todos los que se quieran acercar a Subijana será muy completa. De antemano, la organización espera la visita o la participación de más de 50 colectivos procedentes de todo el mundo, que tomarán parte en una amplia gama de eventos, desde charlas, pasando por talleres, teatro, mesas redondas, proyecciones o conciertos. Según los cálculos de la organización, cerca de 200 personas estarán implicadas en la celebración de las distintas actividades, en su mayoría europeas, pero también americanas e incluso procedentes de África y Asia. Buena prueba del “crisol” en que se convertirá Subijana serán los seis idiomas en que se desarrollarán las distintas actividades previstas: euskara, castellano, inglés, francés, alemán y catalán. La organización dispondrá de un servicio de traducción simultánea para los asistentes.

Otero, a quien no le resulta nada sencillo quedarse con una actividad, destaca lo “interesante” que supondrá “conectar” la resistencia antifracking con “otras luchas de defensa de la tierra”. La cita también servirá para explorar temáticas paralelas como el cambio climático u “otra serie de elementos que tienen que ver con lo sístémico”, así como para proponer “líneas de salida” a nivel ideológico o energético.

de argelia a kurdistán Entre las iniciativas más interesantes que se desarrollarán en la #frackanpada destaca, por ejemplo, la mesa redonda sobre las luchas internacionales desarrolladas contra el fracking en Argelia y Rumanía, que tendrá lugar el martes 14 a las 12.30 horas. En el primero, durante los últimos meses se han desarrollado fuertes movilizaciones, de las que hablará el activista Djalal Firas, mientras que el Ejército del segundo se ha empleado a fondo en la represión del movimiento contrario a la técnica de extracción. Esta charla contará con la presencia de la activista María Olteanu, que dará una visión de conjunto de la mano de una integrante de la resistencia contra el fracking.

Sobresale también en el programa la charla sobre la construcción de presas y fracking en Kurdistán y Turquía, que también tendrá lugar el martes, y donde se analizarán estas inversiones estratégicas “que operan sobre el pueblo kurdo” y el impulso de proyectos de extracción de gas que ya han tenido graves impactos en las personas y la naturaleza.

Al margen de actividades didácticas como éstas, que se concentrarán fundamentalmente entre semana, en la #frackanpada también habrá sitio para iniciativas mucho más festivas, como una kalejira que partirá el sábado 18 por la mañana desde Subijana con destino Gasteiz y que posteriormente tendrá continuidad por las calles del centro de la capital alavesa. Antes, el viernes, la banda navarra AFU y los vizcaínos Zea Mays ofrecerán el primer bocado musical del fin de semana a partir de las 22.00 horas.

Tras la kalejira del sábado, y de nuevo en Subijana, tendrá lugar un espectáculo infantil protagonizado por Irrien Lagunak (18.00 horas), posteriormente se desarrollará una intervención artística popular mediante la que se colocará un gran eguzkilore de piedra en la zona de los antiguos pozos de Subijana y, ya por la noche (a partir de las 21.00 horas), la música volverá a ser la gran protagonista con los ritmos de Astapalo, Esne Beltza y Las Tea Party Dj. El domingo, como broche final a la #frackanpada, el espacio acogerá una feria de productos ecológicos y de artesanía donde no faltarán los juegos y los bailes populares.

gasteiz - Otero advierte de que la “vigilancia” desde movimientos como el que representa seguirá activa a partir de ahora para que los proyectos de extracción de gas no convencional que han sobrevolado el territorio no se reactiven, aun siendo consciente de que la nueva ley puede derivar en la relajación social. El portavoz de Fracking Ez alaba la respuesta ciudadana a sus llamamientos, que tuvo como punto culminante la recogida de 100.000 firmas para impulsar una Iniciativa Legislativa Popular (ILP), aunque considera también que el trámite parlamentario posterior ha sido fruto de un proceso “multifactorial”. En cuanto a la ley, aprobada por una amplia mayoría en la Cámara Vasca (EH Bildu, PSE y PP), el activista cree que el “triple filtro” que trae de la mano “puede ser efectivo”, sin entrar en su mayor o menor inseguridad jurídica: en concreto, el texto contempla cambiar la Ley del Suelo y Urbanismo para impedir la técnica en suelo urbanizable, así como modificar la Ley de Aguas y reforzar los requisitos de evaluación medioambiental.

¿Cree que la aprobación de la Ley ‘antifracking’ aleja definitivamente esta técnica de Euskadi o caben nuevas sorpresas?

-Definitivo, evidentemente, no hay nada, teniendo en cuenta que las leyes son un elemento que sirven para regular algo en un determinado momento. Las leyes pueden cambiar y también pueden hacerlo las opiniones de los partidos políticos, como hemos visto en estos últimos años. Los cambios han sido interesantes, porque se han ido acercando a nuestras tesis iniciales, la ley es un paso importante, porque de facto desbarata todos los planes que estaban previstos y puede ser un punto de partida importante para que no se haga fracking, pero desde luego no estamos dispuestos a bajar la guardia.

Por de pronto, el respaldo a esta ley en el Parlamento Vasco sí que es muy amplio a día de hoy.

-Sí, sí, el respaldo ha sido amplio, con una votación muy clara de dos tercios de la Cámara a favor y ningún voto en contra, con la abstención significativa del PNV, que tenía su propia propuesta, pero que no estaba por rechazar esta iniciativa que contaba con un apoyo masivo. Es una ley que sale con un amplio respaldo y, por tanto, más difícil de rebatir.

Dice el PNV que, a diferencia de la moratoria de cinco años por la que apuesta, esta norma genera inseguridad jurídica.

-La seguridad jurídica no la podemos asegurar rotundamente. Nuestro objetivo era recoger ese rechazo que estábamos sintiendo contra el fracking en toda la sociedad, cosa que hicimos y, además, con un apoyo muy importante y que ha sido definitivo. Y otra cosa es decir que la seguridad jurídica está más garantizada con la introducción de la moratoria o no. Entendemos que ese triple filtro que se ha aprobado y que el PNV también estaba dispuesto a apoyar puede ser efectivo, sin tener una completa garantía. Desde luego, lo que no vemos nada claro es que la moratoria le diera un plus de garantía jurídica si atendemos a lo que nos estaba diciendo el resto. Más bien podía ser al contrario, que esa moratoria pudiera presentar un problema ante el Constitucional. En cualquier caso, no nos interesa tanto este debate ahora mismo. Lo que nos preocupa más es que, viniendo como ha venido esta ola de movilización social, lo más interesante es que se hubiera sumado todo el mundo.

¿En qué medida ha influido la movilización social en el viraje que han protagonizado partidos como el PP o el PSE?

-Esto nunca se debe a un único factor y, en este sentido, hay que mantenerse con la humildad. No puedes decir que todo se debe al trabajo que hemos hecho nosotros pero, evidentemente, los partidos se han dado cuenta de que el apoyo social que tenía la movilización para que no se hiciera fracking era evidente y obvia, y eso ha empujado. También ha empujado que desde sus propias bases, en el caso del PSE, les estaban dando un no rotundo. Y también ha influido que desde que empezamos a movilizarnos en 2011 hasta hoy se ha demostrado que toda esa parte negativa del fracking que muchos cuestionaban, después de todos los estudios que han salido después, es mucho más difícil de rebatir. Aparte de todo esto, hay otro motivo mucho más mundano, y es que las propias bajadas de los precios energéticos a nivel mundial, como ha sucedido con el petróleo, han hecho que este tipo de inversiones sean menos atractivas. Ha sido multifactorial, pero la movilización social, concretamente en el caso de Euskadi, ha tenido mucha importancia.

¿Teme que a partir de ahora, en este contexto, la batalla contra el ‘fracking’ se relaje?

-Por nuestro propio calendario, y porque la #frackanpada ya estaba en marcha, la ley no ha hecho pararnos sino seguir con todo lo que teníamos avanzado. Tras el verano, en septiembre, nos tocará a todos reflexionar, porque si definitivamente los proyectos se paralizan el nivel de tensión que había con el tema se puede reducir. Eso no quita para que entendamos que sigue haciendo falta una vigilancia y, esto es lo más importante, para darnos cuenta de que cuando un sentimiento y una movilización contra algo concreto ha calado como ha calado, los proyectos no puedan ser fácilmente activables si regresan. Confiamos en que ese trabajo que se ha hecho de fondo permanezca por si luego vuelven otra vez con los planes.