el jardín de Falerina, ese pequeño oasis en lo alto de la colina de Gasteiz, se ha transformado desde ayer en un zoco donde conviven armoniosamente los artículos de segunda mano y la artesanía, un espacio de oportunidades construido para todos los públicos que vivirá hoy su segunda y última jornada. Ropa, todo tipo de accesorios, libros, cómics, jabones, joyería artesana, música, ilustración, fotografía... Mercatus, que así se llama esta original iniciativa, cumple su segunda edición tras su estreno navideño en la sala Jimmy Jazz y con la intención de lograr un éxito de participación si cabe más rotundo.

Así lo espera, al menos, la madre de esta criatura, Ingrid Celis, que ayer tuvo una jornada de lo más ajetreada hasta que todas las piezas del engranaje de Mercatus comenzaron a engrasarse. “Está mucho mejor organizado, hay más puestos, más variados y el sitio es de pasada, así que espero que haya mucha más gente que entonces”, advierte esta joven chilena afincada en Gasteiz desde la adolescencia.

La idea de dar vida a Mercatus asaltó a Celis tras un viaje a Londres, donde este tipo de experiencias se multiplican, y viendo la cantidad de ropa que acumulaba en su armario. En un principio pensó en hacer un mercado más modesto, pero finalmente fue más allá convencida de que podía ser “a lo grande”. Así que contactó con Iker Arroniz, uno de los responsables de Jimmy Jazz, y logró su visto bueno. “Estuvo muy bien, pero fue todo muy rápido y faltó darle más publicidad. En menos de un mes organizamos todo”, confiesa Celis. Ahora, con más tiempo y un espacio que en verano congrega todos los días a cientos de gasteiztarras, todo está de cara para que Mercatus dé un paso adelante. Los mimbres, desde luego, están ahí. “Absolutamente todo el mundo va a encontrar aquí algo que le guste para llevarse. Es para todas las edades. hay cosas para bebés, para mayores...”, anima la impulsora de Mercatus.

26 puestos A pesar del por momentos sofocante calor, el espacio anexo a la taberna Hor Dago! comenzó a congregar a numerosos curiosos y clientes potenciales desde pasado el mediodía. Nada menos que 26 puestos tendrán a su alcance hasta las 21.00 horas de este domingo, como el que comparten Bea Cidón e Isabel de Arza, que tiene a la ropa de segunda mano y vintage como protagonistas. Su nombre, precisamente, es #Evolución vintage. “Llevo bastante tiempo queriendo montar una tienda en Madrid, así que esta experiencia es muy buena. De momento hemos vendido poquito pero acabamos de empezar”, aseguraba Cidón, mientras daba un rápido repaso a su género: Ropa japonesa, botas americanas, camisetas de segunda mano con estampados ochenteros...

Su compañera y amiga Isabel, que durante 15 años se ha dedicado al mundo de la moda y actualmente se encuentra inmersa en el proyecto personal Amorevolución, completa la oferta con “una vuelta a los clásicos”. “Esto es la historia de una vida. Tengo piezas clásicas por las que no pasa en tiempo”, describía.

Ion Calleja, uno de los primeros clientes de las chicas, sólo tuvo buenas palabras para el mercado y su organización. “Está muy bien a primera vista y es muy completo, porque he visto de todo. Me he dejado aquí el dinero que me iba a gastar en bebida y comida”, bromeaba el joven. Cerca de allí, desde el puesto Madame Calaca de joyería artesana, su responsable Sonia Cuadrado también confiaba en que el mercado fuese un éxito durante el fin de semana. “El sitio es genial”, aseguraba, mientras repasaba su material, “todo hecho a mano”: plata, alambre de cobre, joyería para el cuerpo... La música de las djs y la del compositor e intérprete de origen angoleño Aldo Milá, ya por la tarde, aportaron una nota más de color a la cita.