Vitoria - Mientras el terremoto municipal del sábado sacudió, pero no derribó, el pacto entre PNV y PSE para gobernar en coalición el Ayuntamiento de Vitoria, el futuro de la Diputación Foral de Álava transita con algo más de calma, pero mirando de reojo lo que sucede en el Consistorio gasteiztarra. Jeltzales y socialistas tienen tiempo para cerrar un acuerdo para las Juntas Generales, pero no parece que el apretón de manos vaya a dilatarse mucho. Por ahora, el PNV trabaja para acortar en lo posible los plazos de la investidura de Ramiro González como diputado general, que de apurarlos podría demorarse alrededor de un mes.

Ayer, el candidato del PNV acudió junto al resto de su grupo juntero a recoger las credenciales que les acreditan como nuevos procuradores de la Cámara foral y dejó claro su deseo de que el Pleno de investidura se celebre “lo antes posible”. “Álava necesita que el próximo gobierno foral eche a andar para que se pueda trabajar de manera inmediata. Mi intención es no agotar los plazos máximos previstos para la investidura y poder nombrar el próximo gobierno sin más dilación”, subrayó Ramiro González.

Los trece procuradores jeltzales junto a los cinco del PSE le permitirían ser nombrado diputado general en segunda vuelta -para la primera se necesita mayoría absoluta- siempre y cuando el resto de partidos no obstaculice la elección. EH Bildu ya aseguró el pasado viernes que no lo haría siempre y cuando Javier Maroto acabara fuera de la Alcaldía de Vitoria, extremo que acabó cumpliéndose. Podemos, con ocho junteros, debería elegir entre votar en contra o abstenerse, aunque parece que optará por lo segundo, si bien la decisión no está cerrada, según apuntaron a este periódico fuentes del partido. Por su parte, tras lo sucedido en el Consistorio, el Partido Popular presentará salvo sorpresa a Javier de Andrés como candidato alternativo, pero en el escenario actual no obtendría en ningún caso los apoyos necesarios para recuperar el sillón foral.

Reuniones De momento, el siguiente paso para asfaltar el camino hacia la nueva legislatura foral se tomará el jueves a las 11.00 horas con el Pleno de constitución de las Juntas Generales, incluida la puesta en marcha de la Mesa, formada por el presidente, dos vicepresidentes y dos secretarías. Aunque con el revuelo municipal los partidos con representación en la Cámara foral deben aún concretar la composición, algo que sucederá entre hoy y mañana, todo apunta a que el encargado de sustituir a Juan Antonio Zárate como presidente será el jeltzale Pedro Elosegi. Junto a él, y si los grupos acuerdan formar una mesa en términos similares a la de la pasada legislatura, el resto de puestos se completaría con representantes de los cuatro partidos más votados tras el PNV. Así, PP y EH Bildu se harían con las dos vicepresidencias, mientras que las secretarías irían a parar a Podemos y PSE, quedando fuera Irabazi y Ciudadanos, ambos con un procurador cada uno. De cualquier forma, el resultado final dependerá de las conversaciones de las próximas 48 horas.

La cita del jueves servirá también para acordar la fecha en la que tendrá lugar otro Pleno, el de incompatibilidades, en el que los 51 procuradores recién estrenados deberán acreditar que nada les incapacita para tomar posesión de sus cargos. Para ello se compondrá una comisión provisional de incompatibilidades, que dispondrá de siete días para emitir un dictamen sobre cada uno de los procuradores previa presentación de un informe por parte de la Secretaría General. El PNV pretende que dicho Pleno se celebre también a la mayor brevedad posible para no dilatar los plazos de la investidura.