Nadie podrá poner en tela de juicio que el crecimiento y mantenimiento de las ikastolas han sido posibles gracias a, en primer término, las familias de los alumnos matriculados y, después, a miles de personas que se suman a las actividades que se desarrollan, como sucede con todas las ediciones del Araba Euskaraz. En el caso de San Bizente Ikastola, de Oion, la celebración de este año permitirá la mejora del magnífico edificio que alberga a profesores y alumnos y que empezó a manifestar achaques que es preciso curar tras casi cuarenta años de funcionamiento.
En el año 2009, San Bizente tuvo su anterior Araba Euskaraz, el tercero hasta ese momento, y gracias a ello se pudo comenzar a construir un local en las traseras del edificio para albergar el comedor escolar. Aquella era una obra necesaria e importante, ya que el centro no disponía de otra alternativa y debía usar el del vecino colegio público Ramiro de Maeztu, a cambio de una cantidad de dinero todos los meses en concepto de alquiler. De hecho, desde hace años, el comedor que se usa es el del vecino colegio público Ramiro de Maeztu, uso por el que desembolsa todos los meses una cantidad de dinero en concepto de alquiler. Con los fondos de aquella edición, se construyó parte del salón, pero aún quedan retoques.
Por esa razón, el objetivo ahora es aprovechar el dinero que se consiga para terminar el comedor escolar, pero también acometer otras obras necesarias, como la renovación de las ventanas y el acondicionamiento del aula de informática. Por ello, durante varios meses, los voluntarios de la ikastola han estado saliendo a todas las ferias y actos populares llevando las camisetas, sudaderas, pañuelos y otros objetos promocionales del Araba Euskaraz 2015 para venderlos, pero también para contar los objetivos que se persiguen. Cuantas más personas acudan este domingo a Armentia, más posibilidades habrá de lograr la financiación necesaria para realizar los proyectos fijados.
Esa es, además, una de las razones por las que la fiesta no se celebra en Oion, sino en Gasteiz donde no se hacía desde el año 2006. Como ya contó la directora del centro, Gema Berzal, justificaba así, en el acto de presentación de la fiesta, en esa decisión ha pesado principalmente la necesidad de lograr una buena inyección económica, pues la ikastola San Bizente “ha pasado y está pasando por momentos complicados”, con un enorme esfuerzo de las 162 familias y los profesores para sacar su colegio adelante. El hecho, además, de que el año pasado se celebrase en Lapuebla de Labarca podía suponer una merma en la presencia de asistentes a la fiesta al estar tan próximas en el tiempo las dos celebraciones. A esto se suma el apoyo ofrecido por la ikastola gasteiztarra de Armentia en la organización de las actividades.
La promoción de esta edición comenzó en la Fiesta de la Vendimia de Labastida, celebrada el año pasado. Ya allí se instaló un puesto donde se ofrecieron los primeros productos publicitarios. Luego continuó con la participación de la ikastola en la jornada reivindicativa a favor del euskera Euskaraz bizi nahi dut, en la que también estuvieron presentes el colegio Ramiro de Maeztu y el euskaltegi IKA. Pocos días después, el stand se trasladó a Santa Cruz de Campezo y ya fue no parar de pueblo en pueblo anunciando la jornada del 14 de junio.
La última de estas actividades se celebró el pasado 16 de mayo, cuando San Bizente quiso dejar constancia de la fiesta de Armentia en el pueblo de Oion. Para ello se organizó una comida popular a la que pudo acudir todo el que quiso, así como otras actividades para todos. La fiesta incluyó la presentación de la canción oficial, hinchables, talleres infantiles, trikipoteo y el festín en el frontón. El grupo Garilak 26 puso el broche de oro a aquella celebración con un concierto.