vitoria - Ha vuelto a ocurrir. Javier Maroto ha tenido otro encontronazo con un ciudadano a cuenta de las ayudas sociales. En esta ocasión se trata del representante de Cáritas Santos Gil, que ayer explicó a este periódico lo ocurrido. Los hechos sucedieron el pasado jueves en el museo Artium durante una entrega de premios de la cadena Cope. Cáritas fue una de las entidades premiadas por su labor en favor de los más desfavorecidos y Gil aprovechó la ocasión para lanzar a los políticos presentes la idea de que si se modifica la actual normativa y se recortan las ayudas sociales habrá muchas más personas en situación de exclusión y marginación de las que ya hay a día de hoy (360.000 y 113.000 de ellas en situación de exclusión severa). Por eso pidió a los partidos que se centren en lo importante y recordó que los casos de fraude social a los que tan a menudo alude el PP son de apenas un 0,3% en los últimos tres años, mientras que el fraude económico es del 8,5% del PIB y la economía sumergida del 20%, según cifran los expertos. El discurso de Cáritas no debió gustar al alcalde, ya que al finalizar la entrega de premios abroncó a Gil en un aparte mientras los asistentes tomaban un aperitivo. La situación se caldeó de tal forma que otras personas allí presentes, incluido el parlamentario del PP Iñaki Oyarzábal, fueron a calmar los ánimos, aunque ambos siguieron con la discusión.
Explica el representante de Cáritas que Maroto le dijo que se había pasado con el discurso, que el acto era una entrega de premios y que no era apropiado para un evento así puesto que él -el alcalde-, no tenía derecho a réplica, a responder. Gil, que no se amedrentó y mantuvo sus discrepancias con el primer edil, considera, por su parte, que Cáritas está en su pleno derecho de mantener su política de denuncia. Gil confiesa haber pasado un mal rato y ni siquiera recuerda si en su intervención mencionó al PP y la plataforma Ayudas+Justas. “Pero se ve que se sintió aludido”. - R. Rz. de G.