gasteiz - A partir del próximo mes de mayo, toda la basura del territorio alavés pasará por Biocompost, la planta de tratamiento mecánico biológico del polígono de Jundiz, antes de ir a Gardelegi, lo que reducirá la entrada de residuos del vertedero vitoriano hasta un 30%, descenso que se sumaría a la bajada global en la generación de basura en Álava, de en torno al 20% anual desde que empezó la crisis. Actualmente, sólo Vitoria envía sus basuras a esta planta de tratamiento, en la que se separa mecánicamente la fracción orgánica de los residuos urbanos.

Según ha podido saber este diario a través de fuentes conocedoras de la gestión de los residuos en el territorio, la derivación de los mismos a Biocompost es inminente, una información que aún no ha sido confirmada a las cuadrillas (que gestionan los residuos a través de mancomunidades), pero que sí ha llegado a varias de ellas por cauces extraoficiales.

De las poco más de 100.000 toneladas de residuos que entran cada año a Gardelegi, aproximadamente 52.000 se generan fuera de Vitoria. Una vez pasen por Jundiz, hasta un 50% de esas basuras, la parte orgánica, se separará, lo que reducirá la entrada de estos residuos en el vertedero vitoriano en una cantidad cercana a las 25.000 toneladas anuales.

Esta derivación de los residuos de las cuadrillas a Jundiz, que al menos una de las UTE que se presentaron al concurso del vertedero decía ayer desconocer, permitiría prestar el servicio de gestión y explotación del mismo por el precio, de un millón de euros, que ofrecieron FCC y Yárritu al Ayuntamiento de Gasteiz. Su oferta fue la más baja y su puntuación técnica la mejor, y aunque la oferta se encontraba en situación de baja temeraria, esta UTE fue la adjudicataria de la explotación de Gardelegi para los próximos seis u ocho años. Como establece la Ley, FCC justificó dicha baja mediante una documentación que los técnicos municipales dieron por válida, asegurando que “no se puede deducir el carácter de desproporcionada de la oferta realizada por el licitador”.

Sin embargo, la UTE formada por Urbaser y Onaindia recurrió el concurso ante el Órgano Administrativo de Recursos Contractuales (OARC) del Gobierno Vasco tras negarse el Ayuntamiento a facilitarles la citada justificación por parte de FCC. Según el Servicio de Presupuestos y Contabilidad del Consistorio gasteiztarra, no procede entregar a las demás empresas el informe en el que FCC justifica su baja temeraria por “afectar a secretos técnicos o comerciales”. En el mismo, la empresa alegaba que renunciaba a obtener beneficios de la explotación de Gardelegi y que preveía una menor entrada de residuos para finales de 2015, una condición que se cumplirá si la basura de las cuadrillas pasa por Biocompost antes de ir al vertedero, una planta que explotan FCC y Cespa. La adjudicación del vertedero está a día de hoy paralizada, a la espera de que el OARC se pronuncie. A la gestión del mismo se presentaron, además de FCC y Urbaser, Valoriza Servicios Medioambientales, excluida por criterios técnicos; Cespa y Escor.

menos personal Según FCC, el servicio se puede prestar por sólo un millón de euros (el precio de licitación era de 1,5 millones) debido a la reducción de la entrada de residuos, que a su vez permitiría recortar la plantilla que trabaja en el vertedero, pese a que según ha podido saber este periódico, el pasado año el equipo de gobierno se comprometió con los sindicatos a que la nueva adjudicación no traería consigo recortes de plantilla.

Por otro lado, el pliego de condiciones de este contrato establece, al contrario de lo ocurrido en anteriores ocasiones, que no cabe la revisión de los precios que se van a pagar cada año, por lo que la empresa adjudicataria podría encontrarse con un serio problema en caso de que aumentara la entrada de basuras al vertedero. La significativa reducción de residuos que supondrá el paso de los procedentes de las cuadrillas por Biocompost garantiza que no habrá sorpresas en ese sentido. Según señalan los técnicos municipales en el punto número 36 del pliego de cláusulas administrativas correspondiente a este contrato, la eliminación de la revisión de precios se debe a que “los importes empleados como presupuestos base de licitación han tenido en cuenta la posible variabilidad de los precios a lo largo de su duración”.

El modo de gestionar las basuras que entran en Gardelegi se regula mediante el Plan de Gestión de Residuos Urbanos del Territorio Histórico de Álava (2006-2016), que establece la creación de un órgano de gestión en el que participan la Diputación Foral de Álava, las cuadrillas y el Ayuntamiento de Vitoria, en calidad de titular el vertedero. El plan no establece cuándo se producirá la derivación de los residuos de fuera de Vitoria a Biocompost, una instalación que cuenta con una superficie de 28.500 metros cuadrados y tiene capacidad para tratar 125.000 toneladas de residuos anuales.

A la paralización del concurso del vertedero se ha sumado, por otra parte, el de la limpieza, que sacaba a subasta un contrato mucho más cuantioso, de 25 millones de euros anuales, que también ganó FCC, en UTE con GMSM Medio Ambiente. En este caso fue la UTE formada por Ferrovial y Yárritu la que apeló al OARC, pues su oferta económica se quedó apenas 1.200 euros por encima de la presentada por FCC. Los técnicos concedieron a FCC 86 puntos en la valoración técnica, por los 70 de Ferrovial, los 65 de Valoriza y los 45 de Urbaser, cuya baja calificación le excluyó del concurso.

Residuos en el territorio. El vertedero de Gardelegi recibe las basuras de todo el territorio alavés, con la diferencia de que los de Vitoria pasan antes por la planta de tratamiento mecánico biológico del polígono de Jundiz, Biocompost. En pocas semanas todos los residuos de Álava serán objeto de esta separación de residuos orgánicos.

El contrato. Tras ocho años de servicio de FCC en Gardelegi, este año salió de nuevo a concurso la explotación del vertedero, que volvió a ganar la misma empresa, pero cuyo procedimiento fue recurrido. En este momento la adjudicación del contrato, cuyo precio de licitación era de 1,5 millones de euros anuales, está en suspenso.

Las ofertas. Escor presentó una oferta por la gestión del vertedero de Gardelegi de 1,543 millones de euros, mientras que Cespa-Ferrovial planteó una oferta de 1,420 millones. Por su parte, la unión temporal de empresas formada por Onaindia y Urbaser pujó con 1,210 millones, y FCC y Yárritu ofrecieron explotar el servicio por 1,008 millones de euros.

Las valoraciones. Escor obtuvo una puntuación técnica por su oferta de 49,7, por los 49,5 obtenidos por Cespa, los 49,2 de Urbaser y Onaindia, y los 59 de Yárritu y FCC.

100

Mil toneladas de residuos llegan cada año al vertedero de Gardelegi, una cantidad que cada año se reduce en aproximadamente un 20% anual.

52

Mil toneladas de residuos generan todos los años las cuadrillas del territorio alavés, excluida la capital alavesa.