Vitoria. El diputado general, Javier de Andrés, y el titular de Hacienda, Aitor Uribesalgo, han presentado hoy la liquidación de 2014, cuando la institución alavesa ingresó más dinero que lo que gastó, una noticia "altamente positiva".
Uribesalgo ha explicado que el "esfuerzo constante de saneamiento" de las cuentas forales a lo largo de los últimos años ha permitido, entre otros aspectos, reducir el endeudamiento de 84 millones en 2012 a 29,1 el año pasado.
Además, según las estimaciones del equipo de gobierno alavés, la deuda se quedará en 16,3 millones este año, en 7,6 millones el siguiente, en 3,9 en 2017 y se logrará el endeudamiento cero en ejercicios posteriores.
El responsable de Hacienda ha valorado que estas cifras se producen a pesar de la caída de ingresos de los últimos años. Ha detallado en este sentido que desde 2010 los ingresos no financieros han bajado en 91 millones, lo que se ha compensado en parte con un ahorro de 60,7 millones (un 3 %) en los gastos corrientes.
A pesar de todo, ha destacado Uribesalgo, la Diputación ha mantenido el gasto social, un capítulo al que el año pasado destinó el 42 % de sus recursos.La situación financiera de la institución alavesa mejoró de forma sustancial en 2014 cuando la recaudación fiscal subió un 5,7 % y se ingresaron 36 millones más del dinero presupuestado para ese ejercicio, en el que además se incrementaron las inversiones en un 8,2 %.
Uribesalgo ha considerado que la Diputación "sale de la crisis como una institución mucho más fuerte" y afronta el futuro con unas cuentas "saneadas" que permitirán bajar los impuestos "para mejorar el consumo interno", incrementar las inversiones y garantizar el bienestar social.
Por su parte, el diputado general ha subrayado que en estos años su Gobierno "en lugar de aumentar la deuda" ha optado por "pagar la hipoteca" y como resultado "las cuentas hoy son equilibradas, cosa que no ocurría hace cinco años".De Andrés, que ha instado a "no cometer errores del pasado y no volver a gastos clientelares y superfluos", ha destacado que la Diputación está ahora en condiciones de bajar los impuestos y recuperar la presión fiscal de 2007, antes de la crisis, para así "trasladar a los ciudadanos" las cifras macroeconómicas que apuntan hacia la recuperación.