vitoria - El Ayuntamiento se enfrenta a un nuevo proceso judicial, en este caso por la gestión que el gobierno de Javier Maroto ha hecho del Iradier Arena. A raíz de la denuncia presentada por los socialistas, la Fiscalía de Álava ha pedido procesar a la exconcejala del PP de Cultura Encina Serrano y al técnico municipal encargado de la programación del multiusos, Enrike Ruiz de Gordoa, por los delitos de prevaricación y desde el jueves malversación de caudales públicos. Acusaciones derivadas de la política de bonificaciones llevada a cabo con la rebaja de hasta más del 90% en las tasas de alquiler a algunas compañías que actuaron en la plaza de toros.

El fiscal, Josu Izaguirre, pide ahora al titular del Juzgado número 2 de Vitoria que siga adelante con el procedimiento dictando el acto de apertura de juicio oral, como reveló el miércoles El País. Si en enero de 2014 el Ministerio Público presentó una denuncia contra ambos, ahora la fiscal Sara García considera que “de las diligencias penales practicadas resultan indicios racionales suficientes de la comisión por los imputados de los delitos de prevaricación y apropiación indebida o, en su caso, malversación de caudales públicos”. Entiende que los imputados concedieron bonificaciones de entre el 95 y 100% en el canon a pagar por el uso del Iradier Arena sin una normativa que lo amparara. Así, por ejemplo, de los 17.630,10 euros que fija la ordenanza municipal por día de alquiler, el Ayuntamiento sólo ingresó 176 de la promotora del concierto de Melendi cuando la factura ajustada a la ordenanza tenía que haber sido de 52.890 euros. Y así, en más casos. La oposición responsabilizó ayer al alcalde por haber permitido que el Ayuntamiento deje de ingresar -según sus cálculos, más de 1,3 millones-. Sin embargo, para Maroto, las arcas municipales no han perdido dinero, ya que sin esta rebaja ninguna de las actuaciones se habría celebrado. El alcalde justifica la gestión de Serrano -jubilada desde noviembre de 2013, cuatro meses después de que el PSE presentara la denuncia-, argumentando que sólo intentó promocionar el Iradier y atraer eventos ante el fracaso de ocupación que presentaba el multiusos. “Patxi Lazcoz nos ha denunciado por hacer lo mismo que estuvo haciendo él cuando fue alcalde”, acusa Maroto.

Una manera de gobernar, en cambio, injustificable para la oposición que consideran que el fin no justifica los medios, que un gobierno no puede actuar saltándose la normativa municipal y que Maroto es el responsable último porque conocía los descuentos del alquiler del Iradier. Por eso, PNV, PSE y EH Bildu han solicitado la comparecencia de Maroto en sede municipal para que se explique. Recuerdan los jeltzales, además, que el Iradier Arena costó trece millones de euros a la ciudad, dinero destinado a construir una instalación que nunca ha sido multiusos como se dijo. “El PP utiliza a los funcionarios municipales como escudos humanos. Hasta ahí podríamos llegar. Aquí existía un mandato claro de Maroto, en todo momento conocedor de esta forma de aplicar las tasas y, por tanto, responsable último”, señala Borja Belandia. “Uno no puede vender que puede hacer lo que quiera y saltarse la ley a la torera diciendo que es por el bien de Vitoria”, critica Lazcoz en respuesta a la justificación del alcalde. Para EH Bildu, existen indicios razonables suficientes de delitos y “el alcalde tiene que asumir responsabilidades políticas de una vez. Nadie se cree que Serrano y Ruiz de Gordoa aplicaran bonificaciones ilegales por su cuenta”, censura la edil Ane Aristi.

El caso del Iradier Arena se remonta a julio de 2013 cuando el PSE denunció ante la Fiscalía alavesa las presuntas bonificaciones no ajustadas a derecho que aplicaba el Ayuntamiento de Gasteiz en el alquiler del multiusos. En noviembre de ese mismo año, Serrano se jubiló al cumplir los 65 años y dejó el gabinete de Maroto. Según el PP fue “una decisión personal”. El Ministerio Público estudió aquella denuncia de los socialistas y, posteriormente, llamó a declarar a la exconcejala, al técnico y al actual concejal de Hacienda, Manu Uriarte, así como a varios promotores de espectáculos que se beneficiaron por la rebaja del canon. En su denuncia, los socialistas informaron al fiscal de catorce bonificaciones aplicadas desde marzo de 2012 sin que se respetasen los criterios establecidos en la ordenanza municipal. En esos catorce eventos subvencionados, el Ayuntamiento recaudó 18.127 euros, cantidad que, sin descuentos, se habría elevado a 1,3 millones. También el pasado mes de octubre, el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas, en su informe de fiscalización del Ayuntamiento, censuró la concesión de subvenciones del 90% e incluso superiores entre 2008 y 2013 en treinta ocasiones, citando eventos como la Feria de Abril, los conciertos de Manolo García y Melendi, una feria de bodas, una exhibición de coches acrobáticos, el circo Wonderland y una Fiesta del Marisco de Galicia. A partir de ahora, el juzgado tiene que decidir si abre juicio contra Serrano y Ruiz de Gordoa. El alcalde pide a los tribunales que resuelvan el caso antes de las elecciones municipales del 24 de mayo.

Además de asegurar que su gobierno ha actuado en el Iradier como antes lo hizo el gobierno socialista, el alcalde no considera que la Hacienda municipal haya perdido dinero, ya que ninguna compañía habría actuado en el Iradier al precio que marca la normativa del Ayuntamiento.

El concejal del PNV pide a Maroto que deje de escurrir el bulto y culpar a los técnicos porque nadie se cree que la exconcejala de Cultura aplicara unos descuentos tan elevados sin su consentimiento.

El portavoz del PSE, partido que presentó la denuncia considera que el fin no puede justificar los medios. Y si, finalmente, hay juicio, los socialistas solicitarán que también comparezca el alcalde.

La concejala de EH Bildu ve al alcalde y al concejal de Hacienda, Manu Uriarte, responsables últimos de la gestión del Iradier, como jefes que eran de Serrano y Ruiz de Gordoa y, en cambio, Maroto “jamás admite una mala praxis de su gobierno”.

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Millones de euros costó a Vitoria la construcción del Iradier Arena. Un pabellón, levantado como multiusos, pero que la mayor parte del tiempo ha estado vacío, salvo las corridas de toros de La Blanca y poco más.