la campaña del alcalde Maroto contra los perceptores extranjeros de la Renta de Garantía de Ingresos fue desde el primer momento una apuesta muy arriesgada. Desde que el pasado verano acusó a los magrebíes de venir a Gasteiz a vivir del cuento, Maroto ha logrado el apoyo de miles de ciudadanos, pero también ha puesto a media ciudad en su contra, han comenzado a surgir episodios desagradables e incluso violentos relacionados con la inmigración, y la discusión sobre el tema ha eclipsado a cualquier otro debate sobre los problemas y la gestión de esta ciudad.
Además, prácticamente el 100% de los expertos en servicios sociales que han acudido a la comisión municipal llamada a debatir sobre las ayudas a los más débiles han advertido al alcalde de que lo que está haciendo, sirva o no a sus intereses, puede no tener marcha atrás. La palabra fractura social ha resonado en la sala de comisiones en más de una ocasión, una fractura que se aprecia en las familias, en las cuadrillas, y ahora parece que también en los partidos políticos.
El PP municipal designó para representar a su grupo en esas comisiones a su concejala de Asuntos Sociales, Ainhoa Domaica, abogada vitoriana de 43 años que ya ejerció como diputada de Bienestar Social hace dos legislaturas y con una cercana vinculación con organismos sociales como Cáritas. Según ha podido saber este diario, Domaica no parece que vaya a repetir en las listas del Partido Popular vitoriano a las próximas elecciones, y no lo hará porque discrepa de la política seguida por Maroto con respecto a la RGI.
Es a ella a quien le ha tocado preguntar a los expertos, comisión tras comisión, por el “clamor social” que justifica la campaña de Maroto, y quien ha tratado de defender la postura del alcalde centrándose como argumento principal en la negativa del resto de grupos a debatir sobre la RGI en el Parlamento Vasco.
Ha sido Domaica, responsable de procurar el bienestar de los más desfavorecidos de la ciudad, quien ha tenido que poner el contrapunto a testimonios que, jueves tras jueves, defendían la utilidad de la Renta de Garantía de Ingresos y criticaban la estigmatización a la que están siendo sometidos sus perceptores.
Los primeros síntomas de esa falta de sintonía con respecto a esta cuestión se presentaron hace ahora un mes. El 21 de enero compareció en la comisión Ramón Ibeas, secretario general de Cáritas en Gasteiz, quien lanzó un mensaje claro al PP: “No se puede construir un proyecto político sobre la descalificación sistemática” a los inmigrantes, afirmó. Domaica no acudió a aquella sesión, aunque una semana después sí se presentó para preguntar al exalcalde, José Ángel Cuerda.
También estuvo la concejala del PP en la comisión el 12 de febrero, su última aparición en este foro. El jueves de la semana pasada Domaica no acudió a la comisión por enfermedad, según dijo el equipo de gobierno, y en la sesión extraordinaria que se celebró un día más tarde, fue la concejala Leticia Comerón quien asistió para preguntar al compareciente, un representante del AMPA del colegio Ramón Bajo, con los mismos argumentos esgrimidos por Domaica en los últimos meses.
Preguntado ayer por este diario, el alcalde Maroto no desmintió esta información, aunque aseguró que no es él quien confecciona las listas electorales.