vitoria - Han tenido que pasar dos meses de trabajo para que compareciera en la comisión de investigación sobre Arabako Lanak un integrante del actual Consejo de Administración de esta sociedad pública. El momento llegó ayer de la mano de la diputada de Medio Ambiente, Marta Ruiz, llamada a aclarar la polémica reestructuración que llevó a cabo el PP en 2012, cuando integró Álava Agencia del Agua y Arabarri en este ente como un único organismo. Un proceso descontrolado que provocó el inicio de los conflictos internos arrastrados desde entonces y las denuncias de desatención a los consorcios y entidades locales del territorio. Obviamente, la dirigente popular dijo lo que se esperaba de ella, que la decisión se sustentó en un criterio de optimización de los recursos “porque Álava Agencia del Agua gastaba más en sueldos que en subvenciones para trabajos en los ayuntamientos, cuadrillas y concejos alaveses” y que con el nuevo entramado se sigue ofreciendo a todos ellos el mismo apoyo técnico y jurídico.
Desde el PNV, Kepa Aldama lamentó que Ruiz atendiera a criterios económicos y políticos para justificar “el abandono a las entidades locales y la desaparición de la gestión foral de aguas”, cuando la Agencia estaba constituida por sólo cuatro trabajadores. Por parte de EH Bildu, Patxi Martínez de Albéniz censuró que la diputada diera por cumplidas las funciones de la sociedad en el momento más crítico, “a punto de cumplirse el plazo para la implantación de la Directiva Marco del Agua y cuando debían acometerse sus últimas tareas”.
Ambas formaciones también reprocharon la manera en que el Ejecutivo foral afrontó la integración de los trabajadores de la Agencia en Arabako Lanak. Ruiz afirmó que accedieron voluntariamente a una rebaja del 25% de sus sueldos, cuando la realidad evidencia, como dijo el PNV, “que hubo un chantaje a unos empleados a los que se obligó a aceptar la bajada en menos de 24 horas bajo la amenaza de despido”. “Las decisiones fueron aleatorias y se premió o castigó a los trabajadores en función de su afinidad a la dirección”, apostilló Bildu