gasteiz - La bodega Cándido Besa de Villabuena de Álava trabaja no sólo en la fidelización con sus clientes sino también en abrir la normalización del uso del euskera a la viticultura, y tiene como objetivo mostrar la presencia de esta lengua en las botellas que comercializa al exterior, dotando así al vino de Rioja Alavesa del valor añadido que de por sí le corresponde. El Premio Lazarraga que han recibido destaca el trabajo que realizan en la bodega por extender la normalización del uso del euskera a la viticultura en varios aspectos tales como fichas, folletos, catas, visitas, comidas y talleres. Desde la bodega Cándido Besa intentan mostrar la presencia del euskera en las botellas que se comercializan al exterior. Tal y como explica Estibaliz Besa, “a la hora de poner el nombre al vino o hacer etiquetas procuramos que sea en nuestra lengua”.

Estibaliz Besa recuerda que “en nuestra familia fue el abuelo, en los años 40, quien empezó a elaborar vino y posteriormente, Cándido, nuestro padre, continuó con ese trabajo. En los años 70 fue Cándido el que empezó a comercializar nuestro vino, y ya en 1991 seguimos nosotros en la bodega. Desde el primer momento el euskera ha estado presente en nuestro trabajo de forma natural, pues normalmente nos comunicamos en euskera”.

El euskera también se refleja en el paisaje lingüístico de la bodega, incluso en las visitas guiadas. “Hacemos visitas a grupos que luego se quedan a comer, a grupos de alumnos de ikastolas, de FP, de euskaltegis”. Incluso se realizan catas en la misma bodega o fuera de ella a grupos de euskera, de mujeres, ... Según explica Estibaliz, “somos bilingües y nos defendemos en los dos idiomas de la misma manera”. - B.M.