vitoria - La comisión que investiga las actuaciones más controvertidas de Arabako Lanak está protagonizando la recta final de la legislatura foral, pero hay que situarse en el comienzo del mandato del popular Javier de Andrés para comprender mejor los innumerables problemas que han azotado a este organismo. Problemas derivados de la gestión encabezada hasta hoy por el diputado de Administración Local, Javier Ruiz de Arbulo, pero que tienen su génesis en la fusión de Arabarri y Álava Agencia del Agua en Arabako Lanak que éste auspició. Aunque tardó bastante más tiempo en producirse, la absorción definitiva de las tres sociedades forales por la encargada de contratar y acometer obra civil fue avanzada en primera instancia por Ruiz de Arbulo en la comisión del ramo del 10 de noviembre de 2011. Organismos, según explicó textualmente el dirigente popular en aquella sesión, “que tienen muchos puntos de conexión” y “rozan campos comunes”, lo que le llevó, inicialmente, a unificar las direcciones de Arabako Lanak y Arabarri para, después, fulminar Álava Agencia del Agua y unir las plantillas, los objetivos, los medios de trabajo y humanos de todas ellas bajo una gerencia común.
A partir de ahí, el rosario de incidencias no tardaron en salir a la luz: Demandas del colegio de arquitectos, problemas con las constructoras, enfrentamientos entre los trabajadores, abundantes cuadros de estrés y ansiedad, personas despedidas tras haber denunciado la situación a Inspección de Trabajo... Hasta que la polémica obra fallida del parking de Salinas de Añana y el despido del director técnico de Arabako Lanak precipitaron la apertura de la comisión de investigación.
Pese a que la absorción de las tres sociedades forales por parte de Arabako Lanak fue una obra de Ruiz de Arbulo enmarcada en la política de recortes del PP, en aquella comisión donde el responsable foral avanzó estos planes por primera vez no se encontró con un rechazo unánime de la oposición, sino más bien todo lo contrario. Según la transcripción literal de la sesión, el juntero socialista Josu López Ubierna aseguró, por ejemplo, que “del modo y manera en que están planteadas estas sociedades, si se hiciese una sociedad instrumental única, los servicios que se prestan cubren, con creces, los dos intereses que tienen estas sociedades”. Nerea Gálvez (ahora Ezker) también consideró que esa fusión “en principio parece un buen planteamiento”, una tesis que también compartió, con sus matices, el juntero de EH Bildu Patxi Martínez de Albeniz.
Aunque posteriormente no ha dudado en censurar que el proceso de fusión “descapitalizó Arabarri y permitió que Arabako Lanak gestionara su personal y su presupuesto haciendo caso omiso a su función”, Martínez de Albeniz advirtió en aquella sesión que “parecería lógico que en un futuro no existiera más que una (sociedad)”. El representante abertzale se refirió, además, a que los ayuntamientos y concejos “no son la opción de referencia a Arabako Lanak para hacer sus trabajos”, lo que hacía que éstos terminaran realizando sus proyectos “con sociedades o bufetes realmente privados”, cuando “la propia Diputación tiene posiblemente el mejor grupo de personas para hacer ese tipo de trabajos”. En definitiva, apostó por “fomentar, de alguna manera, que la referencia para la mayoría de los trabajos que se hacen en las administraciones públicas más pequeñas o locales fuera Arabako Lanak”.
aliado inesperado Con la cercanía de las elecciones como telón de fondo, la comisión de investigación abierta en las Juntas no ha servido únicamente para poner sobre la mesa las consecuencias del “golpe militar” que supuso la integración de todas las sociedades en Arabako Lanak, tal y como lo denominó recientemente uno de sus trabajadores, sino para priorizar otras cuestiones en las que el PP ha encontrado un aliado inesperado, precisamente EH Bildu. La misma formación que al inicio de la legislatura no vio con malos ojos la creación de una única sociedad.
La construcción del parking de Salinas cedió todo el protagonismo en las primeras sesiones de la comisión de Arabako Lanak a unas obras menores realizadas en Navarrete, que sirvieron a populares y soberanistas para cargar contra el PNV, más concretamente contra la alcaldesa jeltzale de Bernedo. Un asunto que volvió a ser abordado en la sesión de este pasado martes por los soberanistas pese a que la comisión tenía previsto abordar los expedientes relativos a Quintanilla, Leza-Elciego y Muru. El contexto político manda.
Ayer mismo, el propio Martínez de Albeniz compareció en una rueda de prensa con el próximo candidato a diputado general, Kike Fernández de Pinedo, y ambos utilizaron la investigación que se lleva a cabo en las Juntas contra el PP... Pero también los jeltzales. “Arabako Lanak es quizás el ejemplo más claro de cómo ha funcionado el sistema clientelar en este territorio en los últimos años. Hablamos de un sistema endémico que no sabemos a quién se le ocurrió pero que han utilizado y del que se han beneficiado”, advirtió Martínez de Albeniz, que incluso aseguró que pedirá la comparecencia del exdiputado Alfredo de Miguel “si se demuestra que este sistema se inventó durante su mandato”. Ambiente preelectoral en su máximo apogeo.
La fusión. Ruiz de Arbulo avanzó por primera vez su intención de absorber las sociedades en una en noviembre de 2011, aunque su decisión final tardó más de un año en llevarse a cabo. Grupos como EH Bildu consideraron entonces “lógico” que en un futuro sólo existiese un ente único.
Extraña pareja. El PP ha encontrado en las primeras sesiones de la comisión en los soberanistas a un inesperado aliado para cargar las tintas sobre el PNV, sobre todo en el expediente de Navarrete.