gasteiz- Mucho se ha hablado en estos años de crisis de los despilfarros en obra pública que algunos gobiernos cometieron cuando la situación económica era de bonanza y el país tenía dinero para todo. Infraestructuras millonarias, ciudades fantasma, parques de aventuras que nunca llegaron a abrir sus puertas, aeropuertos sin aviones como el de Castellón etcétera. Vitoria no es la ciudad levantina, pero ayer, el PNV sacó a la luz un caso similar que hasta ahora había permanecido oculto a los ojos de los ciudadanos durante años. Se trata de la siempre polémica construcción del depósito de tormentas de Yurre en el que el Ayuntamiento gastó ocho millones de euros y que hasta hoy nunca ha funcionado. Sin embargo, no es lo más grave. Los nacionalistas denunciaron que la obra se empezó y finalizó a sabiendas de que se estaba construyendo en una zona ilegal porque por encima atraviesa una autopista eléctrica de 400.000 voltios que llega a Gasteiz desde la localidad palentina de Grijota. Red Eléctrica de España (REE) ya se lo advirtió al Ayuntamiento gobernado entonces por el exalcalde y ahora ministro de Sanidad, Alfonso Alonso. Corría el año 2006, y aun así, el PP siguió adelante con la obra. Y REE volvió a advertirle por segunda vez al Ayuntamiento con otro escrito en 2012, ya con Javier Maroto en la Alcaldía. Información que el PP no reveló al resto de partidos. Así que Red Eléctrica ha denunciado al Ayuntamiento por la construcción ilegal, en una zona prohibida, del cuestionado depósito de tormentas de Yurre. Cuestionado porque hasta ahora no se ha utilizado para nada a pesar de que ya han pasado diez años. Indignados, los partidos de la oposición exigen una explicación inmediata y urgente al gabinete de Maroto por seguir adelante con la infraestructura a sabiendas de que estaba en un área prohibida y por su falta de transparencia al ocultar los dos documentos en los que la empresa daba un toque de atención al Ayuntamiento por actuar saltándose la normativa vigente.

De momento, en respuesta a estas acusaciones, el gabinete del PP envió ayer una nota en la que se limita a decir que se está buscando un uso al depósito -riego de las huertas de Abetxuko- y que su gobierno no fue consciente de la advertencia de Red Eléctrica hasta 2012. Da por hecho, además, que la empresa que gestiona las redes eléctricas del Estado no va a multar al Ayuntamiento porque así se lo ha comunicado. En cuanto al peligro del que advierte REE al ubicar un depósito de agua en el área de influencia de una red de cables de alto voltaje, el gobierno del PP minimiza el riesgo asegurando que sólo afecta a la caseta construida sobre el soterrado aliviadero y bajo los cables eléctricos dentro del perímetro de seguridad. “Estamos a la espera de recibir por escrito la confirmación de compatibilidad con este proyecto por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro para luego presentarla a REE”, explica la edil Leticia Comerón, que será la encargada de aclarar a PNV, PSE y EH Bildu en las próximas semanas por qué el gobierno se había guardado esta información. La tibia explicación de ayer no satisface en absoluto a los jeltzales. Los concejales Álvaro Iturritxa y Blanca Guinea no entienden por qué no se frenó a tiempo la obra pese a saber que era ilegal y que conllevaba un grave peligro debido a que se pueden producir descargas eléctricas.

una pesadilla de obra El culebrón del depósito de Yurre, una obra en principio nada compleja, arranca en 2005 cuando el gobierno de Alonso contrata la construcción de un tanque subterráneo para aprovechar y recoger el agua de lluvia en caso de fuertes tormentas. Ubicado al otro lado de Ibaiondo y de la avenida del Zadorra, su finalidad era también prevenir inundaciones. Sin embargo, pronto el desarrollo de los trabajos se convirtió en una auténtica pesadilla para el Ayuntamiento y para sus arcas públicas: retrasos en la obra, sobrecoste desproporcionado (iba a costar cuatro millones de euros y al final el precio se disparó a ocho), problemas de filtraciones, inutilidad de una infraestructura que diez años después sigue sin ponerse en marcha, apercibimientos por parte de URA, la Agencia del Agua dependiente del Gobierno Vasco, por falta de permisos etc. Y, además, un depósito construido pese a la advertencia de Red Eléctrica en una zona prohibida en mitad de una autopista eléctrica. En definitiva, una obra “extremadamente cara y de dudosa eficacia” para Álvaro Iturritxa que, ahora se sabe, conlleva además un “riesgo real para la seguridad de las personas, ya que los operarios pueden recibir descargas eléctricas e incluso electrocutarse”, alerta el edil jeltzale. “Otro proyecto fallido que lleva la marca del PP, como el Iradier Arena o el campo de golf que se iba a hacer en Gamarra”.

Una valoración similar de lo sucedido hace el socialista Patxi Lazcoz para quien “ocultar documentos y expedientes ya es una “táctica habitual y deliberada del PP”. En su día, EA denunció en varias ocasiones el despropósito de esta obra, ayer, desde EH Bildu, Kike Fernández de Pinedo definió el depósito de Yurre como “otra herencia envenenada de Alonso”.

Una pesadilla de obra. El depósito de tormentas de Yurre vuelve a ser noticia por la denuncia de Red Eléctrica, pero hace diez años que comenzó a llenar páginas y páginas de periódicos. El proyecto arrancó en 2005 con el gobierno de Alonso. Diez años después la infraestructura sigue sin utilizarse para nada, después de que la ciudad haya gastado ocho millones de euros incluso a sabiendas de que el tanque se estaba construyendo en una zona prohibida por la cercanía de una ‘autopista’ eléctrica con cables de alto voltaje.