la empresa líder en la fabricación de cápsulas para botellas de vino, entre otras, Ramondin, con sede en Laguardia, en el polígono industrial de Casablanca, ha logrado la acreditación Aenor SR10, que certifica a esta compañía como empresa socialmente responsable. Además, encabeza la lista de la industria auxiliar en el primer ranking de responsabilidad social empresarial en el sector del vino. Buenos registros para celebrar el 125 aniversario de una compañía con solera en el tejido empresarial alavés.

Luz Emparanza, directora Aenor en el País Vasco, fue la encargada de entregar ayer en las instalaciones de Ramondin el título que certifica ese reconocimiento en un acto en el que también estuvieron presentes la presidenta del Consejo de Administración de Ramondin, Ana Teresa Echeverría; la directora general de Gestión Capital Riesgo del Gobierno Vasco, Yolanda Beldarrain; y el director general de la empresa, José Miguel Munilla. La acreditación reconoce el comportamiento ético de la empresa, la transparencia y su buen gobierno, así como el comportamiento con los empleados, con el medio ambiente y el cambio climático, y su contribución a la comunidad.

En el primer aspecto, Ramondin destaca por poseer un cuidado y útil código de conducta que recoge las normas que marcan los principios de actuación de la compañía. La ética también está presente en campañas de comunicación y en la relación con todos los grupos de interés. La adhesión al Pacto Mundial de las Naciones Unidas, que tuvo lugar en 2013, es la mejor garantía de que esta compañía supervisa con celo todo comportamiento moral dentro y fuera de la empresa.

La trasparencia y el buen gobierno también están incluidas dentro de los valores de empresa. Esta trasparencia afecta tanto externamente, como a los miembros de la organización, ya que existen sistemas de mejora para la gestión responsable, canales de comunicación entre dirección y empleados y procedimientos de regulación de conflictos, entre otros.

En cuanto al comportamiento con los empleados, Ramondin ha destacado tradicionalmente por razonar sus políticas sociales. De hecho, según avanzaron los portavoces de la compañía, existe un fuerte compromiso del personal con la empresa. La garantía de empleo fijo, estable y bien remunerado, la escasa rotación, la flexibilidad laboral o la integración de políticas de igualdad, refuerzan el compromiso de la empresa con sus trabajadores.

El director general de la empresa, José Miguel Munilla comentaba ayer que desde el año 1999 la empresa “ha tenido una evolución muy importante, principalmente en la apuesta que hemos hecho de diversificación de productos y por lo tanto en inversión asociada entre 2007 y 2014”. También añadía que “en estos momentos estamos logrando récords históricos de facturación, durante tres años consecutivos, y en crecimiento en número de empleados. Hemos pasado de los 300 que vinieron de Logroño a los 430 que hay en estos momentos”.

Ramondin cuenta con vocación internacional, por ello “estamos presentes en 49 países y nuestros trabajadores pertenecen a doce nacionalidades distintas. Estamos lanzando el cuarto proyecto industrial en California, cuya planta inauguraremos en julio de este año 2015”.

Un poco de historia Creada hace 125 años, en 1890, por Frederic Dehillotte Ramondin en Ibarra (Tolosa), en 1972 se trasladó a Logroño. En 1999 modernizó las instalaciones y se asentó en una nueva parcela ubicada en Laguardia. Su crecimiento no se ha detenido en ningún momento y de hecho “tuvimos que hacer una ampliación de capital en el año 2011. Fue el momento en el que la SPRI entró con una participación minoritaria para apoyar el proyecto de empresa, que es un proyecto muy ambicioso”.