la maquinaria foral ha vuelto a engrasarse tras las vacaciones navideñas con vistas a un 2015 marcado por las elecciones. A cuatro meses de los comicios, los grupos de las Juntas Generales trabajan ya con un único objetivo entre ceja y ceja: lograr el mayor número de votos cuando, allá por mayo, los alaveses sean llamados de nuevo a las urnas.
Por ahora, la sensación de parálisis al frente de la Diputación Foral de Álava es más que tangible tras la prórroga presupuestaria, con los grupos de la oposición tratando de sacar adelante diferentes normas forales que mejoren las Cuentas y el gabinete de Javier de Andrés lanzando una tras otra a la papelera de reciclaje. El diputado general sólo está dispuesto a acordar proyectos adicionales que ronden en total los cuatro millones de euros para introducir nuevas partidas al Presupuesto final de 423,6 millones. “Migajas”, denunciaba el grupo juntero de EH Bildu, que acusaba a De Andrés de “querer que el debate se centre en esos cuatro millones de euros para que no se hable del destino que han dado a los 423 millones de la prórroga”.
Aunque su cerrazón ya propició que tuviera que prolongar los números de 2014 al quedarse solo, sin ningún apoyo del resto de grupos, De Andrés no está dispuesto a tocar ni un pelo de las Cuentas más allá de esa cantidad. Según él, para no poner en peligro algunos contratos. Si bien es cierto que existen créditos de compromiso innegociables de cara al ya iniciado curso, los cuatro millones en torno a los que el PP alavés circunscribe las posibilidades de pacto para cualquier Norma Foral dinamitan casi todas las propuestas de la oposición para sacar adelante cualquier iniciativa de calado. Y las que entran dentro de ese margen, como los tres millones del Plan de Empleo para Álava puestos sobre la mesa por el PNV, con el que los jeltzales quieren impulsar la contratación de jóvenes y parados de larga duración, tampoco hacen que De Andrés salte del sillón foral.
Así las cosas, para este año Álava cuenta ahora mismo con más propuestas que no van a salir adelante que proyectos que acabarán cristalizando en los próximos meses. Una de las grandes iniciativas previstas para 2015 que salvo sorpresa va a quedar congelada sine die es la puesta a punto del parque de Lamuza, en Llodio, que con la prórroga presupuestaria recibirá sólo uno de los tres millones de inversión previstos.
críticas Para evitarlo, la oposición ha intentado sin éxito introducir recientemente una Norma Foral para azuzar las obras, pero ni por ésas. El PSE pretendía obtener un compromiso foral para destinar nueve millones de euros en tres años a rehabilitar el dañado recinto de Llodio, pero De Andrés tumbó de pleno la propuesta.
De hecho, desde que el diputado general selló la extensión de las Cuentas de 2014 los socialistas intentan mover de destino hasta veinte millones de euros. La portavoz del grupo juntero del PSE, Cristina González, registraba una petición de información en las Juntas Generales para que De Andrés “explique con claridad cómo ha quedado el presupuesto de cada departamento foral”. Y es que los socialistas no tienen claro cómo es posible que “de un presupuesto para 2015 que crecía en más de trece millones de euros respecto al del 2014, ahora sólo queden cuatro millones para una supuesta negociación de una miniprórroga de la prórroga”.
Si EH Bildu hablaba de “migajas”, el PSE define directamente como “trilerismo contable” el anuncio de De Andrés de circunscribir cualquier negociación a los cuatro millones de euros citados. “Las cuentas de la Diputación tienen que ser claras. Lo que están intentando hacer es crear un presupuesto ficticio por medio de la prórroga sin contar con las Juntas Generales”, critica Cristina González.
No sólo el parque de Lamuza se ha quedado fuera del círculo presupuestario aprobado por el PP alavés para este año. A finales de agosto, el diputado general acudía a la localidad alavesa de Galarreta junto a Icíar Lamarain, diputada de Cultura, para comprometerse in situ a incluir una partida presupuestaria en las Cuentas de 2015 para rehabilitar el entorno de la iglesia y su torre, que se vino abajo en julio después de que sus vecinos llevaran meses reclamando que el Ejecutivo foral tomara cartas en el asunto ante el deterioro de la estructura.
Sin embargo, la propia Diputación anunciaba hace unos días en una nota de prensa que, dentro de las partidas que la prórroga presupuestaria deja fuera, “se encuentra la restauración de la torre de Galarreta”. Además, el gabinete foral subrayaba también que dos millones que estaban destinados al Instituto Foral de Bienestar Social se perderían por el camino con la prórroga, quedando el montante total para el IFBS en 180,1 millones.
Así, ejerciendo de sombrero de la escuela de Harry Potter para dirimir por su cuenta dónde debe ir y dónde no el dinero foral pese a no haber podido sacar adelante sus Cuentas, el diputado general ha conseguido de nuevo que la oposición ponga el grito en el cielo por sus artes más bien oscuras. Ramiro González, portavoz juntero y candidato a diputado general del PNV, así lo denunciaba. “El PP intenta aplicar los mismos Presupuestos que ya fueron rechazados por la mayoría política de Álava y que demuestran que el gobierno de Javier de Andrés está agotado. Son un copia-pega de los del año pasado pese a disponer de una recaudación superior”, incidía al respecto Ramiro González.
En el otro lado de la balanza, Álava sí dispondrá al menos de un puñado de proyectos ya previstos que, acuerdos con las Normas Forales aparte, tienen garantizado el dinero para este año pase lo que pase en los próximos cuatro meses hasta las elecciones de mayo. Uno de ellos es la construcción de la playa de vías que se levantará en el centro logístico de Arasur. Una ampliación de 64.000 metros cuadrados para conectar el parque de Rivabellosa con el Puerto de Bilbao y que se pondrá en marcha tras un acuerdo a tres bandas entre la Autoridad Portuaria, Lakua y el Ejecutivo foral alavés. Los dos primeros inyectarán tres millones de euros, y el tercero los citados 2,3 millones. Las obras arrancarán este año y deberían quedar finalizadas a mediados de 2016.
Además de Arasur, en lo que a nuevas infraestructuras se refiere la partida destinada a la construcción del parque central de Bomberos de Subillabide se ha mantenido en pie pese a la prórroga. La Diputación incidía también hace poco en que se mantiene la devolución del 25% de la paga extra de 2012 a los funcionarios, las ayudas a las empresas que vayan a implantarse en el polígono industrial de Subillabide y las subvenciones a los agricultores. Con cuatro meses por delante para posibles acuerdos -si se dan- que introduzcan iniciativas a las Cuentas mediante Normas Forales, las nuevas propuestas para mejorar Álava en 2015 se encuentran en el fondo del congelador foral.