VITORIA - La suciedad se acumula en las calles de la Green Capital 2012 y la basura fuera de los contenedores de reciclaje. Las quejas de los vitorianos ya han llegado al Ayuntamiento pero, aun así, el gobierno de Javier Maroto aún no ha multado a la empresa FCC por la precaria limpieza de la ciudad. Dice el alcalde que primero va a escuchar las explicaciones que dé la empresa. Maroto reconoce las deficiencias en el servicio y que FCC ha incumplido parte de las obligaciones que tiene por contrato y, de momento, el Ayuntamiento ha abierto a la firma tres expedientes que ahora analiza y que podrían acabar en una sanción de hasta quince mil euros. Uno por incumplimiento de horarios y cambios en los itinerarios de limpieza, otro por modificaciones hechas en el programa de trabajo sin autorización del Ayuntamiento y un tercero por no informar al Consistorio de cuestiones a las que la empresa está obligada.
No obstante, el alcalde justifica, en parte, la falta de limpieza en las calles de Gasteiz por el obsoleto estado en el que se encuentran las barredoras y camiones de recogida de residuos. Y exime a los trabajadores de FCC de toda responsabilidad, ya que, según dice, ellos también sufren el mal funcionamiento de las máquinas con las que se ven obligados a trabajar cada día. Una situación que se da porque el Ayuntamiento no adjudicado en plazo la renovación del contrato de limpieza y recogida de basura de la ciudad. El pasado año concluyó el contrato de ocho años con la actual gestora FCC, que ahora cubre el servicio en situación de prórroga y de forma provisional hasta julio, aproximadamente, si la nueva adjudicación no se retrasa más de lo previsto. Así que, preguntado por si la suciedad en las calles iba a seguir acumulándose hasta mitad de año, el alcalde no supo que responder, aunque confía en que FCC dé las explicaciones pertinentes y mejore de ahora en adelante el servicio. “No le va a salir a cuenta mantener la ciudad sucia porque, si es así, tendrá multa”, advierte Maroto.
Por ahora ni las quejas ciudadanas ni las advertencias del Ayuntamiento parecen surtir efecto en FCC, ya que los confetis de la cabalgata de Reyes y los restos de la fiesta de Nochevieja se acumulan en la vía pública, al igual que las bolsas de basura al pie de los contenedores, sobre todo, en Salburua y Zabalgana. “Hay veces que los camiones llegan a descargar los contenedores pero se tienen que dar la vuelta sin acabar porque están viejos y no funcionan”, explica Maroto, quien espera que con la nueva maquinaria que la futura adjudicataria tendrá que comprar se solucione el problema. Mientras tanto, los gasteiztarras tendrán que seguir aguantando el ruido y el humo de unas máquinas que se estropean a menudo y dejan manchas y rastros de aceite a su paso.
Las quejas por la deficiente limpieza vienen de lejos, pero estas navidades la situación ha ido más allá y la insuficiencia del actual servicio ha quedado más que demostrada. Basta con dar un paseo por cualquier barrio para comprobarlo, como el miércoles hizo DNA. En los alcorques crece la hierba sin control, los restos del confeti de Nochevieja siguen en aceras y calzadas y los contenedores están desbordados tanto en el centro como en la periferia. En bulevar de Salburua, la principal arteria del barrio, junto con la Avenida Juan Carlos I, aún quedan rastros de las navidades: contenedores llenos rodeados de bolsas de basura que ya no caben dentro, y no sólo por los envoltorios de los regalos de Melchor, Gaspar y Baltasar. En las medianas de la vía, bolsas y papeles por doquier y en los alcorques, donde la hierba crece sin que nadie la corte se acumulan papeles y demás residuos. En las aceras, excrementos de perros y en los solares vacíos de Gabriela Mistral, bolsas y más bolsas de plástico. Al otro lado de Vitoria, en bulevar de Mariturri, la basura se apila junto a las farolas, el confeti de fin de año colorea las aceras de un lado de la calzada, y los botellines de agua, cajetillas de tabaco y paquetes de patatas fritas, la acera contraria. En los jardines se acumulan restos de bocadillos y más excrementos de perros sobre la hierba. En los contenedores la basura de Zabalgana se desborda y no sólo por el mal uso que de ellos hacen algunos ciudadanos sino porque los camiones no han pasado desde hace días a vaciarlos. En el Casco Viejo las calles principales huelen a limpio, pero si uno se adentra por los cantones bajan regueros de orines y se ven restos de las bebidas nocturnas a pesar de que ya han pasado más de veinticuatro horas. También en el centro se acumula la basura, por ejemplo, en Aranzabal, al lado de la renovada Avenida de Gasteiz. Y en Lovaina, Aretxabaleta, Ariznabarra, avenida del Zadorra..., donde también los vecinos comentan la imagen de ciudad descuidada.
Viene de largo. Las quejas ciudadanas sobre la falta de limpieza en la ciudad vienen de atrás, pero estas navidades la situación ha ido más allá y el Ayuntamiento ha abierto tres expedientes a la empresa FCC por incumplimientos de contrato que pueden o no acabar en una multa de hasta 15.000 euros.
Va para largo. El contrato de la limpieza con FCC se extinguió el pasado año y ahora la empresa presta el servicio en situación de prórroga, periodo que se mantendrá al menos hasta julio.