ni inauguraciones, ni premios, ni nada. Los protagonistas en la vida social de Vitoria esta semana han sido los más pequeños de la casa. Ellos son los reyes absolutos de estos días y la pista de hielo de la Virgen Blanca, el descenso de trineos o el Belén de la Florida se convierten en centros neurálgicos de la vida gasteiztarra en los que se reúnen todos los vitorianos. Porque, para qué negarlo, ¡los txikis sí que saben arrastrar multitudes!

Y es que en estos días en la Virgen Blanca no cabía un alfiler. Porque cuando se va a estos sitios con los niños a los vitorianos les gusta ir en familia. Y si no que se lo pregunten a Izaro López de Arróyabe, que hacía sus pinitos sobre el hielo bajo la atenta mirada de sus abuelos, su hermano Eder y su madre Ruth Fraile, que no quería salir en la foto? pero al final tuvo que contribuir para arrancarle una sonrisa a su hija. Los que también estaban en familia eran Cristina Cid y Juan Manuel Sánchez, que aguardaban pacientemente la fila con sus hijos Egoitz y Unax, tapados hasta las orejas para combatir el frío. A Mikel Valeta en cambio le tocaba lidiar no sólo con sus hijos Julen e Izaro, sino también con el trineo que cada uno tenía en la mano y que no estaban dispuestos a soltar bajo ninguna condición. Más fácil lo tenía Marco González que tenía en sus brazos a su hijo Markel, todavía muy pequeño para descender en un trineo. Las que se reían encantadas de la vida eran Simone y Agatha Dovalle, madre e hija que disfrutaban del patinaje pero una a cada lado de la valla.

El Belén de la Florida es otro de esos puntos que se convierten en lugar de encuentro por estos días. En un ambiente bastante más tranquilo que en la Virgen Blanca paseaban entre las figuras los Apezetxea-Tomasena. O lo que es lo mismo, Amaia y Xabier acompañados por sus hijas Laia y la pequeña Maddi, que se negó a soltar el chupete ni para la foto, y que se deshacía en sonrisas? ¡justo después de disparar la instantánea!