vitoria - Varias patrullas de la Ertzaintza tuvieron que acudir a las 7.50 horas al cotillón del Bakh para evitar una posible avalancha en el ropero, después de que la impaciencia de los asistentes provocara el desplome de la barra. Tras finalizar el cotillón, cientos de personas acudieron a por sus abrigos y cazadoras, donde había menos de diez de personas para atender a todos los asistentes. A lo largo de la noche la ropa fue cayéndose, y el descontrol en el ropero fue total, según denuncian varios de los asistentes en el digital Gasteiz Hoy. La ropa podía verse tirada en el suelo -aseguran-, lo que provocó problemas a la hora de recogerla. Tras acabar la música, la impaciencia de los jóvenes que asistieron al cotillón provocó una primera avalancha, y el consecuente desplome de las mesas colocadas en el ropero como mostrador. El equipo de seguridad contratado por el cotillón intentó frenar la entrada de los jóvenes a la zona de ropa, pero se vieron posteriormente desbordados. Algunas personas no pudieron recuperar sus pertenencias y otras accedieron al ropero y se llevaron directamente otras prendas al no poder encontrar las suyas. Incluso se ha interpuesto al menos una denuncia porque una persona se llevó la ropa de otras personas. Según la Ertzaintza, el jueves también se interpusieron decenas de reclamaciones contra los organizadores del cotillón. Quejas que serán trasladadas y gestionadas a través de Kontsumobide para que posteriormente sean analizadas por el Gobierno Vasco.

DJ herido En otro cotillón de Nochevieja, el del hotel Canciller Ayala, el DJ resultó herido y perdió momentáneamente la audición tras la detonación de un petardo de grandes dimensiones que se lanzó en el interior de la sala. Una patrulla de la Policía Local se trasladó, sobre las 7.26 horas del jueves, al hotel y localizó a la persona que había lanzado el petardo, un joven de 24 años, que fue identificado y a quien se le imputará por un posible delito de lesiones dado que la persona herida interpondrá la denuncia correspondiente. Además, la Policía tuvo que intervenir hasta en otras 16 ocasiones debido a las molestias generadas por el lanzamiento de petardos y productos pirotécnicos, haciendo caso omiso del bando que limitaba su uso. - DNA