Vitoria - La recta final para la transformación estética y funcional de la plaza de Abastos se alarga. Las últimas noticias que manejan los minoristas es que se quiere hacer coincidir la inauguración de los ocho gastrobares de la planta baja con el estreno de la gran terraza gastronómica y los puestos de productos locales de la azotea, por lo que el estreno de ambos espacios “no llegará hasta la primavera”. Esa previsión implicaría un nuevo retraso en los planes del equipo gestor, pero el contratiempo no preocupa demasiado a quienes dan vida al espíritu del mercado. El proyecto acumula demoras desde su origen y, aun así, el resultado de las fases que han ido materializándose han compensado la espera. “Sucede incluso en casa. Sabes cuando empiezan las obras pero no cuánto van a durar. Hay que asumirlo y disfrutar de lo que ya ha llegado”, afirma la portavoz de los comerciantes, Mari Carmen Unzalu.

Ganas por llegar al final del parto no faltan, en cualquier caso. Los ocho gastrobares prometen un nuevo concepto de mercado, donde compradores y comensales compartirán planta. Los locales hosteleros se instalarán en la zona delicatessen de la cota cero, con un espacio común de 800 metros cuadrados con capacidad para 450 comensales, aunque quienes lo prefieran podrán llevarse la comida a casa. Habrá tortilla de la buena gracias al desembarco del Txiki, cocina transalpina de la mano del Bianco Italian Food&Cocktail Bar, producto local con el hostelero vitoriano David Villaran, un rincón japonés, una hamburguesería gourmet, pintxos de altura con los responsables del Aúpa y un espacio cervecero que todavía está por definir. “Esperamos que la gente aparque el aldeanismo y que se animen a venir aquí a disfrutar de un espacio para comer y beber distinto. En otras ciudades funciona muy bien, así que no nos pase como el tranvía, que tardamos diez años en decidirnos”, advierte el pollero Manuel Rabasco.

Arriba, en la azotea, habrá una gran terraza para la celebración de eventos culturales y gastronómicos, con un porche para la degustación y venta de productos locales capitaneado por Arabako Txakolina, Chúpate los dedos, Olbea, los productores ecológicos Ana Pérez de Arrilucea, Arantza Díaz de Arcaya y Juan Carlos Villar, Cáritas, La Huerta de Álava y Basaldea. Una planta totalmente nueva que se completará con un aula de cocina: más de 135 metros cuadrados con capacidad para entre 18 y 36 personas y espacio para el chef, equipado de acuerdo a las directrices de hosteleros gasteiztarras, con todo lo necesario para preparar los mejores platos e impartir cursos. - J.S.