vitoria - La tragedia tuvo lugar en 24 de abril de 2013 en Rana Plaza, Bangladés, donde murieron más de 1.000 trabajadores sepultados en un edificio que albergaba fábricas textiles que producían para marcas internacionales. Ayer, Día Internacional de los Derechos Humanos, decenas de ciudades de Europa, América y Asia recordaron a los fallecidos mediante distintas acciones y denunciaron que 18 meses después de esta tragedia, las víctimas siguen sin recibir ningún tipo de compensación económica. Algunas marcas textiles se resisten a adherirse al fondo común de compensación, entre las cuales se encuentra Benetton.
La red Euskadi Campaña Ropa Limpia también se sumó ayer a esta acción de protesta mundial mediante una concentración delante de la tienda de esta franquicia en Gasteiz, donde exigieron el fin de la ropa “manchada de sangre”.
Los activistas de la red internacional Campaña Ropa Limpia y de la organización International Labour Rights Forum salieron también ayer a la calle en países como Francia, Italia, Suiza y Estados Unidos, donde reclamaron a las cadenas que aún no se han sumado al fondo creado para indemnizar a las víctimas del Rana Plaza que lo hagan. Las acciones en la calle estuvieron acompañadas por acciones en las redes sociales y el lanzamiento de la web https://payup.cleanclothes.org/. La Campaña Ropa Limpia también ha enviado cartas a las franquicias en Europa para reclamar al grupo italiano que deje de hacer oídos sordos y contribuya al Fondo Fiduciario de Donantes Rana Plaza.
Éste, presidido por la Organización Internacional del Trabajo, fue establecido en enero de 2014 para pagar indemnizaciones a las familias de las personas fallecidas y a las que resultaron mutiladas tras el derrumbe del Rana Plaza, la tragedia más grave ocurrida en la historia de la industria de ropa. Murieron 1.138 personas y más de dos mil resultaron gravemente heridas a causa de la negligencia del Gobierno de Bangladés, del dueño del edificio, de los propietarios de las fábricas y de las empresas internacionales que producen en fábricas ignorando su responsabilidad. - DNA