El empleo es ahora mismo causa y solución de una gran parte de los problemas que sufre Álava. Los caminos para reducir los índices de desempleo en la provincia -27.045 alaveses en paro, según los últimos datos del Ministerio de Empleo- son muchos, pero en lo que varias voces coinciden es que uno de los muelles fundamentales para impulsar al territorio hacia un nuevo futuro pasa por centrar esfuerzos en uno de sus grandes músculos a nivel industrial: la logística. Antes de la crisis el sector contaba en el territorio con cerca de doscientas firmas dedicadas a este ámbito, y por su emplazamiento, por sus empresas, por sus trabajadores y por unas instalaciones potentes que, sin embargo, adolecen aún de falta de vida en muchos puntos, relanzar la logística alavesa se ha convertido en una prioridad para las instituciones vascas, que tras años buscando una fórmula para ir de la mano parece que la han encontrado por fin con la marca Vitoria Álava Solución Logística (VIAL), que agrupa a los diez principales enclaves logísticos alaveses.
Gobierno Vasco, Ayuntamiento de Vitoria, Diputación Foral de Álava y la Cámara de Comercio e Industria han unido sus fuerzas -además de con el reciente acuerdo de mínimos para Foronda- bajo esta nueva plataforma destinada a vender las bondades de la logística alavesa en todo el mundo. Una ambición que “nace bajo el impulso de las instituciones vascas, que han invertido cientos de millones de euros en convertir la provincia en un referente logístico del norte de España y un enclave de primer nivel en el mapa de Europa”, según sus responsables.
8,3 millones Ambición no les falta. La inyección de 8,3 millones de euros al centro logístico de Arasur para la construcción de la ansiada playa de vías servirá para insuflar vida al ahora comatoso parque de Rivabellosa con el Puerto de Bilbao y reactivar un escenario de más de dos millones de metros cuadrados ideado para triunfar pero aplastado por la maza de la crisis y una planificación estratégica inadecuada.
La infraestructura que conectará por vía ferroviaria Arasur y la autoridad portuaria de Bilbao, cuyas obras no han arrancado pero está previsto que pueda inaugurarse a mediados de 2016, cuenta por decenas sus naves vacías a la espera de huéspedes. Lo bueno, irónicamente, es que ya está hecha, y eso va a facilitar muchas cosas a Arasur cuando el año que viene la Comisión Europea ponga en marcha un exhaustivo estudio de las plataformas logísticas de la Península para conocer sus pros y sus contras.
La nueva comisaria europea de Transportes, Violeta Bulc, dejaba claro recientemente en una respuesta a la eurodiputada Izaskun Bilbao que la intención de Bruselas es centrarse por ahora en las plataformas logísticas ya existentes en un plan del que, por ejemplo, quedaría fuera el que se anticipa como gran competidor de Arasur, Jundiz y Foronda: la ampliación del centro logístico de Villafría para relanzar el aeropuerto de Burgos como terminal de carga.
Conscientes de que el que pega primero pega dos veces, las administraciones públicas vascas y la Cámara de Comercio se pusieron por fin manos a la obra para cincelar el VIAL de la mano de una campaña de promoción basado en un informe de “cinco razones” -ubicación, infraestructuras, entorno productivo, competitiva y calidad de vida- para que las empresas decidan asentarse a corto y medio plazo en cualquiera de los puntos logísticos de Álava, que en total conforman a día de hoy 9.223.285 metros cuadrados.
La nueva plataforma engloba Arasur, el llamado Centro intermodal de transporte y logística de Vitoria (CTV), la terminal intermodal de Jundiz y el aeropuerto de Foronda, además de otros seis polígonos industriales repartidos por todo Álava con una superficie conjunta de 3.500.000 metros cuadrados. A ellos se sumará en el futuro, si es que finalmente cristaliza, el famoso Vitoria Industrial Airpark (VIAP).
Un proyecto para levantar un parque logístico en torno a la terminal aeroportuaria alavesa pero que actualmente se encuentra paralizado a la espera de tiempos económicos mejores. Por si acaso, en la rueda de prensa de presentación del manifiesto institucional para Foronda, las instituciones vascas insistieron en que el VIAP no está ni muerto ni de parranda, sino en stand by.
presente y futuro Instalaciones aparte, la logística alavesa no sería nada sin algo tan arbitrario como su ubicación. Paso obligado para la red transeuropea de transporte, asentado en la intersección entre el arco atlántico y los ejes de la Península, Álava tiene a su alrededor posibilidades de intermodalidad de las que otros territorios carecen: carretera, aeropuerto, ferrocarril y conexión directa con los puertos cargueros del mar Cantábrico.
El nudo viario de la N-1 ejerce de paso para 15.000 camiones diarios, la mayoría de tráfico internacional, y asentarse en cualquiera de los puntos logísticos de Álava ofrece a las empresas acceso para llegar un mercado de 18 millones de empresas y 136 millones de consumidores.
Además de lo que ya existe, el territorio vende en el mismo pack ventajas de futuro como la Y vasca, la terminal intermodal de Vitoria o la superficie de 933.835 metros cuadrados ligados al sector aeronáutico que se estima ocupará el VIAP. Infraestructuras con las que la provincia intentará atraer en los próximos años al mayor número de empresas posibles que sean capaces de crear empleo y llevar a Álava un paso mas allá en su valor logístico.