Gasteiz - El presidente del Centro de Seguridad Nuclear, Fernando Martí, pidió ayer confianza en la decisión que tomará su organismo sobre Garoña, entre otras razones, porque nadie quiere aprobar “cosas no seguras” que puedan acarrear gravísimas consecuencias. Martí compareció en el Congreso a petición propia para informar de la actividad del CSN en 2013, y a solicitud del PSOE y de Izquierda Plural para dar cuenta de la central nuclear burgalesa. En su intervención se comprometió a que el organismo regulador en materia nuclear actuará con la máxima transparencia y rigor técnico, y negó haber recibido presiones sobre el futuro de Garoña ni del Gobierno de Rajoy ni de ningún otro sector.

Actualmente, la evaluación de la planta se encuentra en fase de estudio y revisión por los servicios técnicos del CSN, explicó Martí, declinando contestar a varias preguntas de los diputados por no poder ofrecer valoraciones adicionales. Así que se remitió a la web del CSN, donde indicó que está todo publicado sobre Garoña, la planta más antigua y pequeña de España, parada desde diciembre de 2012 por decisión de su titular, Nuclenor (Endesa e Iberdrola), aduciendo razones económicas. En mayo, Nuclenor solicitó al Ministerio de Industria una prórroga de actividad de 17 años, petición sobre la que el CSN debe emitir un informe preceptivo y vinculante.

Asimismo, ante las críticas recibidas en la Comisión, el presidente del Consejo se disculpó por referirse a Garoña como un asunto ordinario o no novedoso, y puntualizó que lo dijo en el sentido de que es una central muy conocida y es un proceso “normal” analizar y revisar “día a día” la seguridad de las instalaciones nucleares. - Efe