elciego - La presentación de los primeros vinos de Elciego, en el marco de la fiesta de Gracias celebrada ayer, fue un auténtico éxito de participación gracias a la reacción del Ayuntamiento que preside Luis Aldazabal, que decidió el cambio de ubicación al gimnasio de las Escuelas ante la mala perspectiva del tiempo.

De esta forma, vecinos y visitantes pudieron disfrutar de esta jornada que organizan el Ayuntamiento, la asociación Landalán, las bodegas y otras entidades e instituciones, aunque la peor parte se la llevaron las procesiones, que se tuvieron que cancelar, aunque se respetaron los actos religiosos, como la misa solemne cantada por la Coral San Andrés y la Salve a la Virgen de la Plaza en su ermita.

La jornada comenzó a las 10.30 horas con unas dianas interpretadas por los gaiteros de Elciego y la Banda de Música, que avisaron así a vecinos y visitantes del comienzo de la celebración festiva. Tras los actos religiosos, vecinos y visitantes se trasladaron a la plaza para asistir al vibrante espectáculo que es La danza del vino, estrenada el año pasado.

Iosu Sánchez, uno de los dos jóvenes vitorianos que la bailan para AurresQ.com, acudió acompañado por el gaitero para hacer un homenaje a todo el proceso de la recogida de la uva hasta su fermentación y su posterior conversión en vino. Para el danzador, “es un homenaje también a toda esta gente que está trabajando para que todos los años tengamos buen vino en Álava. La idea la hemos convertido en un baile coreográfico”, con una música especialmente pegadiza. El año pasado gustó y éste fue seguida con respeto, silencio y admiración por los numerosos asistentes, porque fue una representación bailada de esas tareas con una notable influencia de las raíces de la cultura vasca y una música agradable.

Poco antes había comenzado la degustación-presentación de los vinos jóvenes, que pudieron ser disfrutados mientras los gaiteros ponían la nota musical. Casi una decena de bodegas se sumaron a la iniciativa, a pesar de que el día no acompañó en demasía. Con la compra de la copa, la misma que se utiliza en la Fiesta de la Vendimia y otras convocatorias, por dos euros, se pudieron degustar los vinos de todos los vinicultores presentes, amén de unas rodajas de chorizo o unas lonchas de queso con pan.

Esos vinos son todos de las bodegas que hacen caldos del año y no entran en este evento bodegas como Riscal, Muriel y otras porque también hacen vinos de crianza o reserva. No es de extrañar que las 400 copas previstas por la organización desaparecieran en apenas unos minutos.

El alcalde, Luis Aldazabal, recordó que esta fiesta “tiene mucho simbolismo”. “Antiguamente era el día en el que se pagaban las uvas a los agricultores y desde siempre ha sido el día de agradecimiento a Dios y a la Virgen de la Plaza por la cosecha”, dijo.

La fiesta continuó por la tarde, “con nuestros amigos de Boiro, de A Coruña, Os luns o sol”, que llevaron a cabo la exaltación al mejillón, con más de 700 kilos de este molusco. El alcalde puntualizó que el acompañamiento se haría con vinos de Elciego, “porque el albariño ya lo acabamos cuando llegaron”. Los mejillones se pudieron disfrutar de tres formas: al vapor, con salsa vieira y a la vinagreta, por 1,50 euros. La jornada terminó con una cena popular de sidrería en el gimnasio escolar y con el tradicional poteo por los bares de Elciego.