gasteiz - El tiempo pasa y las negociaciones presupuestarias entre PNV y PP para dotar a Álava de unas cuentas consensuadas en 2015 parecen haber embarrado definitivamente. Para muestra, un botón. El pasado miércoles, el portavoz del grupo juntero jeltzale, Ramiro González, instó a los populares a una nueva reunión aprovechando que ambos coincidieron en el Pleno de las Juntas Generales. Ramiro González acudió a la cita, pero el diputado general, Javier de Andrés, ni siquiera se personó, enviando a un emisario en su lugar aunque él mismo se encontraba en ese momento en la Cámara foral.

“Ese gesto tiene una traducción muy clara. No parece que exista una implicación por parte de Javier de Andrés”, apuntaba el candidato del PNV a diputado genera sobre la escasa disposición de De Andrés a sellar un acuerdo con los jeltzales, a los que por cierto la semana pasada dedicó unas palabras a las que ayer el portavoz del PNV quiso responder. Así, si durante la presentación de su proyecto presupuestario De Andrés aseguraba que sus Cuentas contaban con “guiños al PNV”, Ramiro González subrayaba ayer, que “más que un guiño, sus presupuestos son un engaño a los alaveses”.

El principal punto -que no el único- de desencuentro entre el Gobierno foral y el grupo del PNV en las Juntas tiene como epicentro la necesidad prioritaria que para los jeltzales supone la puesta en marcha de un plan de empleo para Álava.

En sus Cuentas, uno de esos “guiños” a los que hacía referencia el diputado general pasó por reunir las mismas partidas para el empleo que el año pasado y juntarlas todas bautizándolas como “plan de empleo 2015”. Ya en la rueda de prensa de presentación presupuestaria tanto De Andrés como el diputado de Hacienda, Aitor Uribesalgo, admitían a regañadientes que las partidas nuevas se podían contar con los dedos de una mano, y de hecho sobrarían dedos. “El presupuesto foral ha aumentado 13 millones de euros y el montante real que el Partido Popular destina a lo que él llama Plan de Empleo se limita a un incremento de 577.000 euros, donde sólo se incluyen dos partidas nuevas en materia agroalimentaria de 50.000 euros y sobre servicultura preventiva, de 150.000 euros.

El resto son las mismas que el año pasado. Esto es una tomadura de pelo”, argumentaba ayer Ramiro González antes de valorar que “después de analizarlo, el proyecto de presupuestos presentado por Javier de Andrés es peor de lo que esperábamos y no responde a las necesidad de Álava”.

Y es que, entre otras partidas, el Gobierno foral reduce en un 26% el presupuesto para el departamento de euskera, además de cercenar notablemente el dinero destinado a potenciar la innovación en las empresas alavesas. El plazo para llegar a un acuerdo finaliza el próximo 8 de diciembre. Las Cuentas de Álava tiene las horas contadas.