¿qué le aporta a una empresa ofrecer un servicio bilingüe a sus clientes? Valor añadido. El uso del euskera supone ofrecer un mejor servicio a quien quiere utilizar este idioma, y eso repercute positivamente en la rentabilidad de las empresas. Es lo que aseguran los responsables de la gestión del certificado Bai Euskarari, que nació en el año 2000 en Euskadi para incidir en la euskaldunización del mundo laboral vasco. En Álava son 126 las compañías que han logrado esta distinción que valora el nivel de euskera utilizado (en el País Vasco la cifra asciende hasta las 1.400 empresas). Entre ellas, hay algunas firmas de mayor tamaño como Baskonia, Alavés, Ega Master y las compañías de autobuses CuadraBus y Arriaga, hasta pequeños negocios como la librería Jakintza, el restaurante Virgen Blanca, Confecciones Pinedo, Villa Lucía, Hala Bedi Irratia y la sala de conciertos Jimmy Jazz. El certificado acredita que la empresa, comercio, negocio, centro hostelero o cualquier otro servicio que tenga trato con el público, lo puede hacer en euskera. Desde la atención directa hasta una información por escrito o cartelería. El director de Bai Euskarari Ziurtagiriaren Elkartea, Roberto Gutiérrez, destaca la diversidad de empresas en el territorio alavés que han decidido embarcarse en esta experiencia lingüística. La mayoría de las firmas alavesas que han obtenido el certificado Bai Euskarari pertenece al ámbito del comercio y la hostelería. “Estamos trabajando en todos los sectores, pero en el caso concreto de Álava, en zonas como Amurrio, Laudio y Agurain la mayoría de las entidades son comercios y empresas relacionadas con el ámbito de la hostelería”, explica el responsable.

En este aspecto, repercute el trabajo en común que están realizando desde Bai Euskarari con el Ayuntamiento de Vitoria precisamente en estos dos sectores, comercio y hostelería. “Ha aumentado notablemente el número de empresas y comercios alaveses que está obteniendo el certificado en los últimos meses”, señala Roberto Gutiérrez. Concretamente, un total de 30 entidades en en el año 2014. Los responsables del certificado Bai Euskarari han firmado este año un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Vitoria. Concretamente, el Consistorio ofrece ayudas para acompañar a las empresas en este proceso lingüístico, por ejemplo, con un servicio de traducción en la cartelería, entre otras iniciativas.

Auditorías Desde Bai Euskarari trabajan en el ámbito socioeconómico alavés proponiéndoles a las empresas un recorrido con el fin de que ofrezcan sus servicios en euskera e, incluso, que puedan llegar a trabajar en este idioma. Este certificado se renueva anualmente. Los técnicos y profesionales que trabajan en su gestión realizan una labor de seguimiento anual en todas las empresas que lo han obtenido.

Concretamente, el certificado cuenta con tres niveles: Servicio y trabajo en euskera, Servicio en euskera y En camino. Para ir alcanzando cada uno de estos niveles, cada empresa o comercio alavés interesado tiene que cumplir una serie de criterios y condiciones. Desde Bai Euskarari lo que hacen anualmente es una auditoría interna en cada compañía participante para conocer su situación lingüística.

Los técnicos acuden a la empresa y analizan el idioma empleado en diversos aspectos, desde la publicidad y las relaciones con los clientes, hasta elementos a nivel interno, como saber en qué idioma están redactadas las nóminas de la plantilla o en qué idioma se comunican los trabajadores a diario, o si los empleados son capaces de comunicarse en euskera con el cliente y cuál es el nivel de euskera de cada trabajador.

nóminas en euskera En función de los resultados de este seguimiento, de la auditoría interna y de la situación lingüística de la empresa, los técnicos deciden en qué nivel se sitúa cada compañía. Lo importante es saber si un negocio que se había comprometido con el certificado va cumpliendo los objetivos. “Nosotros lo que hacemos es una labor de acompañamiento, ayudando a las empresas a que vayan dando pasos poco a poco”, explica Roberto Gutiérrez.

Las compañías que inician el recorrido tienen que ir cumpliendo una serie de requisitos en cuatro ámbitos concretos: la capacidad lingüística de las personas que trabajan en la empresa, la imagen corporativa y la publicidad, la comunicación externa y la comunicación interna.

En este sentido, cada empresa tiene que decidir qué pasos dar para poder responder a la clientela en euskera. Quizás haya negocios que en vez de priorizar la euskaldunización de la plantilla, deciden centrar sus primeros objetivos en cambiar los rótulos, las facturas, la carta (en el caso de un restaurante) o los tickets para que aparezcan en euskera. Con el paso del tiempo, estas empresas siguen dando más pasos, por ejemplo, con las nóminas de los trabajadores en euskera.