gasteiz - La nueva estación de autobuses de Lakua no estará lista para dar servicio a los miles de usuarios que se desplazan en Navidad para cenar con su familia o amigos. Los autobuses seguirán en el apeadero de Los Herrán al menos hasta principios del próximo año, ya que no da tiempo a poner en marcha para tan señaladas fechas la terminal de Euskaltzaindia. El gobierno de Javier Maroto confirmó ayer que faltan demasiados flecos y que, por eso, ha decidido retrasar la apertura para que dé tiempo a poner en funcionamiento servicios básicos. De hecho, aunque el edificio esté terminado, aún se están haciendo pruebas dentro para comprobar que las instalaciones funcionan correctamente. Además, el Ayuntamiento sigue reuniéndose con las compañías de autobuses que van a operar en Euskaltzaindia para adjudicarles las taquillas correspondientes de venta de billetes y todavía no se han colocado las señales informativas para los usuarios ni elaborado los manuales de atención al público, parking, consigas, facturación, megafonía, pantallas etcétera. Incluso cuando la estación abra tampoco estarán en marcha todos sus servicios, ya que de momento ninguna firma ha querido pujar, por ejemplo, por hacerse con el restaurante y la zona comercial. No es la primera obra en la que el Ayuntamiento incumple el plazo previsto, de hecho, casi ninguna de las fechas de final de obra anunciadas se cumple en Gasteiz. En este caso, el gabinete del PP argumenta, además, que la Diputación ha desaconsejado abrir la estación en plena Navidad, precisamente porque se trata de fechas con gran intensidad de tráfico y entrada y salida de autobuses, lo que podría dificultar el correcto funcionamiento de todo el operativo que atenderá a los viajeros. Así que los usuarios tendrán que esperar al autobús unas cuantas semanas más en Los Herrán, como llevan haciendo los últimos veinte años.
La edificación de la nueva estación en Lakua ha obligado al Ayuntamiento a realizar importantes cambios en el tráfico del entorno. Modificaciones circulatorias para evitar que se colapse una de las áreas con tráfico más denso de Gasteiz: la rotonda de América Latina. Un macroproyecto de veinte millones de euros para instalar la terminal de buses en la parcela que la pasada legislatura los socialistas reservaron para el fallido auditorio. Finalmente, será el propio Ayuntamiento quien se haga cargo de la gestión de la terminal. Al frente, el gobierno de Javier Maroto baraja poner al cesado gerente de Tuvisa, Javier Latorre. Una vez que los autobuses arranquen desde Euskaltzaindia, la incógnita está en si habrá más o menos embotellamientos en la zona, aunque los técnicos apuntan que no será así, habrá que esperar para comprobarlo in situ.
Quienes ya pueden pisar sobre la nueva pasarela peatonal de Borinbizkarra son los vecinos de Zabalgana. Ayer se abrió a peatones y ciclistas el paso sobre las vías del tren que enlaza ambos barrios acortando distancias. Los residentes de una y otra zona ya no tendrán que dar un rodeo de un kilómetros para pasar de un lado a otro de la vía férrea para hacer las compras, llevar a los niños al colegio, coger el autobús urbano o tomar unos potes; ahora, tan sólo les separan 160 metros. No es de extrañar, por tanto, que los vecinos hayan acogido con entusiasmo la apertura de una infraestructura que parecía que nunca iba a llegar. El puente que se eleva sobre la línea ferroviaria está situado entre la avenida Reina Sofía de Zabalgana y la plaza Alejandro Dumas de Borinbizkarra, y por él pueden transitar peatones, pero también ciclistas, gracias al carril-bici bidireccional, que ocupa 2,20 metros de los cinco que en total tiene de anchura la pasarela. Ayer, los primeros transeúntes y biclicleteros pusieron en valor las ventajas que el nuevo paso va a traer a quienes habitualmente se desplazan a pie, pero también recordaron lo larga que se les ha hecho la espera. Y es que las obras arrancaron en diciembre del pasado año con los trabajos de movimiento de tierras. Meses después se descargó la pasarela desmontada sobre el terreno y tardaron semanas en montarla y colocarla en su sitio. Aun así, después de instalada, ha permanecido cerrada al paso medio mes. Durante todo ese tiempo, los vecinos se han estado preguntando cuándo se abriría por fin, así que muchos, ayer, casi no daban crédito. La infraestructura ha costado 824.000 euros a las arcas municipales.
juegos infantiles cubiertos Otra de las obras a la que el Ayuntamiento dio ayer un acelerón es la cubierta de dos zonas infantiles de juegos, una en Salburua y otra en Zabalgana. La Mesa de Contratación ya tiene seleccionadas las empresas que se harán cargo de los trabajos. En el caso del parque infantil del paseo del Este de Salburua, el proyecto se lo llevará la firma Arquitectura textil por 76.075 euros. En el caso del parque infantil del paseo de Eskibel de Zabalgana, será la empresa Okatent quien instale la cubierta, por 63.888 euros. Las obras arrancarán a principios de 2015 y concluirán tres meses después de su inicio.