gasteiz - El aumento de las situaciones reales de pobreza y de la precariedad económica registrado por la sociedad vasca desde el año 2008 ha modificado la distribución territorial de la exclusión en Euskadi, de tal forma que Araba ha reemplazado a Bizkaia como el territorio con mayores tasas de pobreza y ausencia de bienestar, mientras Gipuzkoa continúa teniendo los índices más bajos, pese a sufrir un incremento.

El deterioro de la situación laboral, social y económica de los habitantes de algunas comarcas alavesas, como Gasteiz y Ayala, ha sido determinante para provocar ese cambio en el ranking negativo de bienestar. Según indican los datos de la Encuesta de Necesidades Sociales 2014, presentada el pasado viernes por el consejero de Empleo y Asuntos Sociales, Juan María Aburto, en los dos últimos años el aumento de la pobreza ha tenido un impacto mayor en los territorios de la Comunidad Autónoma Vasca que hasta 2012 se habían caracterizado por un menor impacto de los problemas de precariedad y por tener tasas de exclusión inferiores a la media -Araba y Gipuzkoa-, debido básicamente a que hasta hace poco han contado con mayores niveles de empleo y riqueza. Especialmente negativa ha sido la evolución de los indicadores de pobreza y ausencia de bienestar de Araba, que entre 2008 y 2014 ha duplicado su tasa de pobreza real (proporción de hogares que no pueden hacer frente a las necesidades básicas) y ahora tiene el nivel más alto de la CAV -el 8,2%- y supera en 2,3 puntos básicos la tasa media de Euskadi -el 5,9%-. Pero no han sido únicamente las situaciones reales de pobreza las que han sufrido un alarmante aumento en Araba. También las coyunturas calificadas como ausencia de bienestar, un concepto que se aplica a las familias o personas que no pueden atender las necesidades de gasto para mantener el nivel de bienestar mínimo esperado en una sociedad como la vasca. Así, la tasa de ausencia de bienestar ha pasado en Araba de un 6,5% en 2008 al 9,7% en 2012 y el 15,3% en 2014. De nuevo la tasa más elevada de la CAV y superior a la media vasca, que en 2014 se sitúa en el 11,5%.

El empeoramiento de las tasas de Araba es en buena parte consecuencia del importante deterioro de la situación económica en la comarca de Gasteiz, que ya supera a Bilbao y la Margen Izquierda en el impacto de la pobreza real. En 2014 el 8,9% de la población de Gasteiz y su comarca están en situación de pobreza, frente al 8,4% de Bilbao y el 6,5% de la Margen Izquierda. En la tasa de ausencia de bienestar las diferencias se atenúan, pero se observa que el empeoramiento de este indicador en Gasteiz ha sido mucho más acusado que en las comarcas tradicionalmente más castigadas por la crisis económica. Gasteiz ha pasado de una tasa de ausencia de bienestar del 6,6% en 2008 al 10,8% en 2012 y al 15,9% en 2014, mientras que Bilbao, que actualmente también tiene una tasa del 15,9%, partía de un 13,8% en 2008 y bajó al 13,6% en 2012.

por comarcas Según la encuesta sobre pobreza que maneja el Gobierno Vasco, hay otras dos comarcas -la alavesa de Ayala y Bizkaia-Costa- que en los dos últimos años han sufrido un acusado agravamiento de su situación socioeconómica. En el caso de Ayala, la tasa de ausencia de bienestar se redujo del 6,2 al 3,5% entre 2008 y 2012, pero desde entonces ha repuntado con fuerza alcanzando el 11,3% de su población. En Bizkaia-Costa se observa un proceso similar y esa mala situación económica pasa de afectar al 5 y 6% de los habitantes en 2008 y 2012, respectivamente, al 11,7% en 2014.

A pesar de la incidencia que la pobreza real y la ausencia de bienestar están teniendo en algunas zonas de Araba, las comarcas de Bilbao y Margen Izquierda siguen registrando los peores datos de pobreza de acumulación, un concepto que está relacionado con la falta de capacidad de los hogares para consolidar unas condiciones de vida aceptables a medio y largo plazo, así como para poder disponer de un patrimonio de reserva mínimo que les permita hacer frente a necesidades extraordinarias de gasto o afrontar un periodo de ausencia de ingresos. En este sentido, Bilbao y Margen Izquierda, con un 3,5% cada una, tienen las tasas de pobreza de acumulación más altas de la CAV, frente al 1,3% de Gasteiz o el 0,2% del Alto Deba (la tasa comarcal más baja) y a una media de Euskadi del 2%.

El incremento de los casos de pobreza en Araba también ha modificado el peso de la población inmersa en estas situaciones sobre el total de Euskadi. Ahora el 20,6% de las personas afectadas por pobreza real y el 19,7% de las que sufren ausencia de bienestar residen en Araba, mientras que el 23,3% de los más pobres están censados en Gipuzkoa y el 56,1% en Bizkaia. Pero mientras el porcentaje de participación de Araba y Gipuzkoa en los casos de pobreza ha crecido 6,5 y 3,8 puntos, respectivamente, entre 2008 y 2014, la población de Bizkaia ha reducido su peso en el conjunto de personas en situación real de pobreza nada menos que 10,4 puntos.

El paro Entre las causas que explican la mayor incidencia de la pobreza y la ausencia de bienestar en unos territorios y comarcas que en otros, así como el aumento de las tasas de precariedad en el conjunto de Euskadi, figura en lugar principal el empleo y la calidad de la ocupación de los ciudadanos vascos. De hecho, los grupos familiares de personas sin ocupación estable son los que registran un incremento más destacado en las situaciones de pobreza real. En la actualidad, el 64,3% de las situaciones reales de pobreza en la CAV se dan en los hogares cuyos titulares son extranjeros procedentes de fuera de la Unión Europea, y personas sin ocupación estable. Los datos de la Encuesta de Necesidades Sociales 2014 evidencian la importancia creciente del desempleo en las situaciones de pobreza real, una evolución que se explica por el peso del paro de larga duración y la extinción de las prestaciones. En conjunto, los hogares en los que al menos uno de sus miembros en edad activa se encuentra desempleado pasan de recoger el 43,1% de las situaciones reales de pobreza en 2008 a un 65,6% en 2012 y un 72,8% en 2014. Es decir, que entre el comienzo de la crisis y la actualidad, los hogares con algún desempleado han incrementado su peso en el colectivo de pobres un 69% (casi 30 puntos), lo que revela la creciente asociación entre pobreza y desempleo.

La incidencia de la pobreza real asciende al 39,6% en los casos de personas en edad activa que se encuentran en paro y al 20% en los que no tienen una ocupación estable. En este sentido, el informe Foessa, presentado recientemente por Cáritas Euskadi, incide en la evolución creciente del desempleo en el País Vasco y destaca que “las tasas de paro han aumentado de manera mucho más pronunciada entre la población extranjera, y en especial entre los extracomunitarios”. Según sus datos, en 2013 el 37,6% de los extranjeros de la CAV estaba desempleado, frente al 14,9% de la población originaria del Estado español. El desempleo en el colectivo de extranjeros de fuera de la UE que reside en Euskadi ha pasado del 15,7% en 2008 al 39% en 2013.