“Más cantidad y más calidad que en la vendimia anterior” es la síntesis de las primeras valoraciones de la campaña que se acaba de dar por terminada en los campos del Rioja. Así lo han confirmado desde el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOC), señalando que son “unos resultados que mejoran a los de la pasada campaña tanto cuantitativa como cualitativamente”.

Los servicios técnicos del Consejo Regulador han ofrecido un primer balance provisional de la cosecha, que sitúa la cantidad final recolectada entorno a los 434 millones de kilogramos de uva, de los que 398 millones son de uva tinta y 36 de uva blanca. De esa cifra, 90,61 millones de kilos han sido vendimiados en Rioja Alavesa, de los que 82,20 millones eran uvas tintas y el resto, 8,41 millones, eran blancas.

Según el Consejo Regulador, el desarrollo vegetativo tuvo “una climatología muy favorable”, por lo que el viñedo presentaba “una excelente situación vegetativa y sanitaria al final del envero”, lo que permitía afrontar la vendimia con expectativas de una gran cosecha en cantidad y calidad, que mejoraría los resultados de las dos cosechas anteriores. En su conjunto puede decirse que tales expectativas “se han cumplido”, aunque a diferencia del resto del ciclo, la climatología que ha acompañado una parte de la vendimia no ha sido precisamente la ideal.

El Consejo Regulador comunicaba el día 21 de octubre el cierre oficial de una vendimia cuyas primeras uvas se cortaron el 30 de agosto en la localidad más oriental de la Denominación, Alfaro, desarrollándose lentamente y con normalidad hasta la primera semana de octubre, fechas en las que tradicionalmente se produce el apogeo de la vendimia en Rioja. En este periodo se recolectaron más de 300 millones de kilos de uva, que entraron en bodega “en excelentes condiciones sanitarias”, lo que permite ser “optimistas” respecto a la calidad de la mayor parte de los vinos elaborados.

El último tercio de la vendimia ha estado condicionado, sin embargo, por una climatología desfavorable, que ha propiciado la aparición de focos de botrytis y ha exigido a los viticultores demostrar una vez más su buena preparación para afrontar estas situaciones y obtener lo mejor de cada explotación mediante una vendimia selectiva. Los efectos negativos, según el Consejo, “se han visto minimizados” en buena parte de los viñedos que habían recibido los tratamientos adecuados, como aclaró de racimos y deshojado, gracias a los buenos oficios de los centros enológicos, como la Casa del Vino de Laguardia, reduciéndose así el porcentaje de uva afectada.

La superficie total de viñedo productivo en la Denominación para esta cosecha 2014 ha sido de 61.536 hectáreas, 300 menos que en la cosecha anterior. De ese total, 57.665 hectáreas corresponden a variedades tintas, de las que se ha obtenido una producción de 398 millones de kilos, y 3.871 hectáreas de variedades blancas, cuya producción ha sido de 36 millones. La producción total ha sido de 434 millones de kilos, de la que se descontará la descalificada por superar el rendimiento máximo por hectárea permitido. La calificación de todos los vinos mediante el examen analítico y de cata que iniciará próximamente el Consejo Regulador permitirá valorar de forma precisa la calidad de todas y cada una de las elaboraciones. - P.J.P.