gasteiz - La negociación presupuestaria ha entrado en un callejón sin salida en el Ayuntamiento de Vitoria. El PNV, único posible socio con el que contempla pactar el PP, se niega a avalar el trasvase de diez millones de euros de las arcas de Amvisa para redondear el Presupuesto del alcalde Maroto, y el PP sigue defendiendo lo adecuado de la medida. Sin embargo, ayer, un día después de que los jeltzales cerraran las puertas al acuerdo de forma casi total, los populares trataban de ganar tiempo y se mostraban dispuestos a negociar todo lo que hiciera falta.

El día 2 de diciembre está fijada la aprobación inicial de los Presupuestos y esa es la fecha que ayer propuso el PP al PNV para alcanzar un pacto sobre Amvisa y sobre otros puntos de fricción, como la subida del IAE, la eliminación de la partida de cooperación al desarrollo o los equipamientos en los barrios y la zona rural. Primero la teniente de alcalde y concejala de Medio Ambiente, Idoia Garmendia; y luego la responsable de Espacio Público, Leticia Comerón, repitieron el discurso que el día antes lanzaron Alfredo Iturricha (Servicios a la Ciudadanía), Miguel Garnica (Urbanismo) y Manu Uriarte (Hacienda). El PP quiere llegar a un acuerdo, dijeron, ayer con ese añadido de que hasta el 2 de diciembre no hay por qué romper la baraja.

Esa tranquilidad del equipo de gobierno contrasta con la prisa del PNV por obtener ya una respuesta del PP, y contrasta también con la indignación de EH Bildu y PSE. Ambas formaciones se sienten convidadas de piedra en las comisiones de Hacienda sobre un Presupuesto que desde el mismo lunes huele a papel mojado. Cada mañana se habla en el Ayuntamiento de partidas, de inversiones, de convenios y licitaciones, pero sobre todas esas discusiones flota siempre una cuestión de fondo, sesión tras sesión: dilucidar quién será el culpable de que este año no haya Presupuesto.

Sí, el PP está abierto al diálogo con los nacionalistas, pero dada la situación que se ha creado con el recurso a los fondos de Amvisa hay muy pocas posibilidades de que el PNV no salga esquilmado de una negociación con Maroto a siete meses de las elecciones. Si los nacionalistas siguen en su intención de vetar el trasvase de fondos de la sociedad pública al Ayuntamiento y a la vez deciden sentarse a negociar, el PP les va a adjudicar la paternidad de los recortes por valor de diez millones de euros que va a haber que acordar.

De hecho, esta semana, esa pelota ya va volando de un tejado a otro en cada presentación, con cada concejal. El edil jeltzale Álvaro Iturritxa insiste en cada sesión en preguntar al popular de turno de dónde piensa quitar esos diez millones de los que no va disponer, y el aludido viene a decirle: “No, dígalo usted”.

La otra posibilidad es que el PNV no quiera sentarse a negociar y que Maroto retire su proyecto presupuestario, o bien que se autolesione recortando él mismo esos diez millones de la discordia, hipótesis harto improbable. Si el PP se queda solo, entonces ya no serán los nacionalistas, sino toda la oposición en su conjunto, la culpable de haber dejado sin Presupuesto a la ciudad, en una maniobra conjunta para abortar, apelando a la presunta intención del PP de privatizar Amvisa, la “decisión política” de de utilizar sus dividendos para otros menesteres. En ese sentido, y al igual que el martes hiciera Manu Uriarte, Garmendia dijo que Amvisa no se va a privatizar, y a continuación lo repitió por si no quedaba claro. De hecho, esa es la única certeza a día de hoy, que todo este serial no esconde una privatización encubierta. No en esta legislatura, al menos.

Lo que está claro es que el PP no tiene prisa. Garmendia, que además de ser teniente de alcalde es presidenta de Amvisa, dijo ayer que no tiene intención de convocar ningún consejo extraordinario de la sociedad para ver, ya de entrada, con qué apoyos cuenta, y que apuesta más bien por negociar sobre ese trasvase de dinero con el PNV. “Hasta el 2 de diciembre tenemos tiempo para hablar de esa cuestión”, dijo, “saben que estamos dispuestos”.

informe contable En cuanto a la operación en sí, el equipo de gobierno esgrimió ayer un informe del jefe de Presupuestos del Ayuntamiento en el que señala que Amvisa no sufrirá desequilibrio financiero alguno si se toman esos diez millones de euros de sus dividendos. Según ese documento, la sociedad cerrará 2014 con 50 millones de reservas voluntarias, suficiente para garantizar su solvencia aun financiando el Presupuesto de Maroto.

La oposición, por contra, recuerda que aunque la medida sea legal y sostenible financieramente va contra la Directiva Marco del Agua, que establece que el dinero de la factura del agua se debe reinvertir en cuestiones relacionadas única y exclusivamente con el agua. PNV, EH Bildu y PSE recuerdan además que una cosa es contar con diez millones en reservas y otra tenerlos líquidos en la caja. De materializarse la operación, aseguran, Amvisa tendría que ir al banco a pedir un crédito.

La teniente de alcalde invitó al PNV a sentarse a negociar para llegar a un acuerdo sobre el trasvase de fondos de Amvisa al Ayuntamiento.

El concejal del PNV afirmó que Garmendia no tiene legitimidad para presidir Amvisa tras avalar la transferencia de fondos.

El PSE, al igual que el resto de la oposición, quiere hacer valer ya la mayoría contraria al uso del dinero de Amvisa, que desequilibraría el proyecto presupuestario de Maroto.

El edil de EH Bildu advirtió de que, aunque Amvisa cuenta con reservas suficientes, no dispone de la liquidez necesaria para trasvasar diez millones al Ayuntamiento.

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Millones. El Presupuesto para 2015 en Gasteiz se tambalea por cuenta de los diez millones de euros que el PP quiere sacar de Amvisa. El gobierno sostiene que el equilibrio financiero de la sociedad no peligra con la medida, y la oposición recuerda que la Directiva Marco del Agua impide utilizar el dinero de Amvisa para fines ajenos a su actividad.