vitoria - En este mundo donde la sostenibilidad es una palabra que todavía se la lleva el viento, hay quienes se creen que los ríos son basureros. Pese al endurecimiento de las sanciones y a un mayor control institucional, el incivismo reaparece en mil y un cauces. Bien lo sabe el Zadorra, saco de boxeo de industrias y particulares. Estos días, el agua corre oscura y salpicada de peces muertos durante unos cuantos kilómetros antes de la llegada al pantano de Ullibarri Ganboa. La Agencia Vasca del Agua, URA, confirmó ayer, tras la noticia adelantada por este diario, que existe un vertido desde el pasado fin de semana pero admitió que todavía desconoce su autoría. Tiene, sin embargo, una teoría oficiosa. Y no coincide con la de los vecinos de Gebara, los primeros en dar la voz de alerta, quienes tuvieron claro desde el principio que la infección procedía de alguna de las industrias de Agurain. El olor era idéntico, dicen, al de un suceso anterior hace ya cuatro décadas. Desde el órgano encargado de la gestión de las aguas del territorio se sospecha que algún individuo “vació algo a la altura de ese pueblo”.

“Nos extrañaría mucho que fuera así. El propio URA nos informó este martes de que se estaba buscando el foco del origen río arriba, más allá de Dallo, muy cerca de Agurain, donde se ubica un polígono industrial”, afirman algunos residentes. Lo importante para ellos es, en cualquier caso, que se tomen medidas cuanto antes tanto para limpiar el río, pues “cada día que pasa está más negro”, y para evitar que se vuelva a producir un incidente similar. “Desde la anterior vez, el Zadorra no ha vuelto a ser el mismo. Además, vemos que pasan los días y el cauce se encuentra en peor estado”, reprochó uno de los residentes de Gebara, Karlos Subijana. URA aseguró que en breve se descubrirá dónde comenzaron los daños “y así podrán tomarse muestras de agua del foco del origen del vertido para saber de qué se trata”, por lo que llamó a la calma. “Estamos muy atentos”, apostillaron desde el organismo vasco.

En el trabajo de inspección ha colaborado la Diputación, competente en materia de flora y fauna. Los técnicos forales han recorrido el cauce del río “desde la presa hasta Agurain”, seguramente por las sospechas de que el vertido pudiera proceder de una fábrica, para cuantificar los daños producidos. Los resultados no han sido positivos pero, desde su punto de vista, tampoco muy preocupantes. “El tramo más afectado comprende tres kilómetros desde Audikana, a diez kilómetros de Agurain, hasta Gebara. Allí principalmente se han encontrado muertos muchos alevines de perca europea, una especie invasora, y algún cangrejo señal, otra especie invasora”, explicaron fuentes forales. A quienes residen en la zona no les ha extrañado el hallazgo, pero más que reportarles tranquilidad ha aumentado su enfado. “Por desgracia, en el Zadorra ya sólo quedan estos animales. Pero la perca es un bicho que aguanta hasta en los pozos de agua estancada, así que el vertido tiene que ser muy tóxico”, opinaron desde la zona donde se concentra el impacto ambiental.

La Diputación reconoció, eso sí, que existe el riesgo de que otras especies beneficiosas para el ecosistema del río puedan alimentarse de estos peces. Por eso, los técnicos forales continuarán atentos. Ekologistak Martxan también permanece expectante. “El Zadorra es un punto negro en el cauce del Ebro y no hay que tratar de quitar hierro a su contaminación. Los vertidos ya no son tan reiterados como antes, pero se siguen produciendo, lo que significa que no hemos avanzado tanto. La nutria, por ejemplo, ha regresado a prácticamente a todo el Estado, pero en nuestro río no se acaba de recuperar. Algo continúa fallando”, afirmaron recientemente desde el colectivo ecologista.