La prueba consta de dos fases: general y específica. La fase general tiene por objeto valorar la madurez y destrezas básicas que debe alcanzar el alumnado al finalizar el Bachillerato para seguir las enseñanzas universitarias oficiales de grado. Consta de cinco ejercicios: Lengua castellana y literatura; Lengua vasca y literatura; Historia de la filosofía o Historia; Lengua extranjera y una materia de modalidad de segundo de Bachillerato, elegida libremente. Cada una de las materias se puntuará entre 0 y 10 y, como máximo, en esta fase se pueden obtener 10 puntos. Se considerará que un estudiante ha superado la prueba cuando haya obtenido una nota igual o mayor a 5 puntos como resultado de la media ponderada del 60% de la nota media de Bachillerato y el 40% de la calificación de la fase general, siempre que esta sea superior o igual a 4 puntos. La fase específica es de carácter voluntario y su objetivo es la evaluación de los conocimientos y la capacidad de razonamiento en unos ámbitos disciplinares concretos relacionados con los estudios que se pretenden cursar. Permite mejorar la calificación obtenida en la fase general. Cada estudiante se podrá examinar de hasta cuatro materias de modalidad de segundo de bachillerato distinta a la materia elegida en la fase general. En esta fase se podrán obtener un máximo de 4 puntos. Cada materia se calificará entre 0 y 10 y la nota final se obtendrá tomando las dos mejores notas de los exámenes voluntarios, multiplicadas por los parámetros de ponderación, cuyo valor, 0,1 ó 0,2, fija la universidad en función de la relación de la materia con el grado elegido.
Las pruebas comenzarán el 4 de junio, miércoles, a las 8.45 horas y se prolongarán hasta las 18.45 horas. El segundo día, jueves 5, los exámenes se realizarán de 9.00 horas a 18.45 horas, y el tercer día, viernes 6, serán de 9.00 horas a 15.00 horas.