en política no es habitual encontrarse con un consenso tan amplio alrededor de un tema concreto, pero en Álava el diputado general, Javier de Andrés, ha logrado durante las últimas semanas la cuadratura del circulo después de que este periódico adelantara su decisión de ceder el antiguo recinto escolar de Izarra a una firma de simulaciones militares en unas condiciones un tanto sorprendentes. El acuerdo entre la sociedad foral Álava Agencia de Desarrollo y la empresa Airsofttotal Group, adelantado en exclusiva por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, establecía la cesión de los terrenos, de once hectáreas, durante al menos los próximos cinco años, a cambio sólo de una inversión por parte de la firma de 50.000 euros -"con eso no hay ni para desescombrar", apuntaba un vecino de Izarra al respecto- durante ese lustro.

De Andrés y la empresa abulense se toparon de bruces con el rechazo frontal de toda la oposición en las Juntas Generales, seguido de un no radical del propio Ayuntamiento de Urkabustaiz y, por último, la reciente noticia de que todos los grupos junteros iban a recurrir a una norma foral, con rango de Ley, para obligar al diputado general a romper el contrato, firmado el pasado 10 de abril. A través de su gerente, Juan Antonio García Viñao, la empresa de estrategias militares explicaba el pasado jueves a este periódico que se habían cansado de encontrarse con tantos problemas y habían tomado la decisión de trasladar su hartazgo al Ejecutivo foral.

Ayer, fuentes de la Diputación aseguraron que aceptaban la renuncia de la empresa y que no iban a intentar convencerles para que cambiaran de opinión. Tras quedarse solo una vez más en sus decisiones al frente del Ejecutivo foral, Javier de Andrés disparaba -nunca mejor dicho- este fin de semana a la oposición acusándoles de "espantar" una inversión que según él iba a ser muy positiva para la zona. Sin embargo, desde las Juntas Generales no han tardado en situar de nuevo el foco en el hombre que decidió por su cuenta y riesgo ceder el antiguo colegio de Izarra durante cinco años para convertir el complejo, valorado en unos seis millones de euros, en un Counter Strike a gran escala.

"La renuncia de la empresa va a permitir buscar un uso para las instalaciones de Izarra que genere de verdad actividad económica y empleo. Esta práctica que se pretendía instalar ya se realizó durante el año 2013, y no se generó ni un puesto de trabajo. Además resulta inadmisible que desde el PP se pretenda regalar el patrimonio público de todos los alaveses", considera Ramiro González, portavoz del PNV en las Juntas Generales. Según apunta el jeltzale, conocida la noticia de que la Diputación iba a ceder Izarra sin recibir un alquiler a cambio, su grupo empezó a "recibir llamadas de empresarios alaveses muy molestos con el PP por la decisión de ceder gratis esas instalaciones a una empresa no alavesa y negarse a ceder espacio alguno a firmas de Álava en condiciones similares".

"mintieron" Pero las críticas hacia la forma de actuar del diputado general en esta cuestión no se han limitado sólo al propio contrato sellado con la empresa de airsoft. Y es que, a pesar de que las negociaciones, como apuntó el gerente de la firma, se iniciaron "en enero de 2013", el Gobierno foral ocultó la verdad a los grupos junteros cuando tanto el PSE -en octubre de 2013- como EH Bildu -en diciembre- solicitaron información al respecto. "Mintieron al decir que no había nada sobre este asunto, teniendo una vez más una actuación pésima, oscurantista y desleal desde el principio", sostiene Cristina González, portavoz del PSE. Ésta subraya que "si la Diputación quería regalar esos terrenos debió haber ejecutado un concurso público para que otras empresas tuvieran las mismas oportunidades de hacerse con las instalaciones".

Si polémico ha sido el contrato entre Álava Agencia de Desarrollo y Airsofttotal Group, la posterior gestión del acuerdo a manos del diputado general "ha sido pésima y nada transparente", incide EH Bildu, coalición que además gobierna en el Consistorio de Urkabustaiz, que tras las dudas iniciales acabó aprobando por unanimidad una declaración institucional en la que rechazaban la llegada de estas simulaciones bélicas a su localidad.

"que se devuelva al alavés" Desde que en el año 2000 el Deportivo Alavés adquirió el antiguo colegio de Izarra por poco más de dos millones de euros -en su día unos 350 millones de pesetas-, con intención de instalar un centro deportivo primero y de especular con su futura venta después, el antiguo Izarra International College no ha encontrado un solo proyecto que haya fructificado realmente, quedando abocado a formar parte de la refinanciación de la deuda del club albiazul en 2011 haciéndose la Diputación con una opción de compra y los derechos de superficie por 75 años. A cambio, el Alavés recibirá 200.000 euros al año hasta 2023.

Para EB Berdeak, los numerosos proyectos infructuosos, el IBI "de 23.617 euros" que la Diputación abona al año y los 200.000 euros citados convierten Izarra en una patata caliente que "debe volver al Alavés". "Tiene que devolverse al club y revisar el convenio para buscar una compensación diferente sin que suponga una carga financiera a la Diputación, tal y como está sucediendo en estos momentos", considera Merche Echezarreta, juntera de EB. De cualquier forma, pese a que el proyecto de airsoft se ha desvanecido antes siquiera de empezar, parece que Izarra seguirá siendo durante las próximas semanas tema de actualidad foral, pues su futuro copará parte del Pleno extraordinario de Tierras Esparsas que se celebrará en Murgia el 1 de junio.