medias verdades, opacidad en cantidades industriales y negativas a la hora de facilitar información pública, de esa que debe estar al alcance de todos los ciudadanos pero acaba encerrada en un cajón con la burocracia como cerradura. A lo largo de toda la legislatura, la Diputación alavesa liderada por Javier de Andrés ha vivido asentada en las críticas de la oposición por la falta de transparencia que sus responsables destilan por doquier. A veces, en forma de negativa a responder a las preguntas que se plantean tanto al diputado general como al resto de ediles en las comisiones, comparecencias o Plenos. Otras, tirando de tippex y rotulador negro para obviar la información que los grupos junteros solicitan a los diputados en mil y un temas diferentes.

El último caso data de la semana pasada, con el diputado foral de Agricultura, Borja Monje -reincidente habitual a la hora de facilitar información sesgada a la oposición- y el propio diputado general como protagonistas. El PSE trasladó a ambos una batería de cuatro preguntas relativas a las inversiones económicas que se han acometido, y se prevén acometer en el futuro, para la puesta en marcha y adecuación de los regadíos en las zonas de Rioja Alavesa, Río Rojo-Berantevilla y Valles Alaveses.

El requerimiento llegaba apenas dos semanas después de que tanto el diputado general como el responsable de agricultura partieran el 10 de abril rumbo a Madrid para reunirse con el por entonces aún ministro de Agricultura del gabinete Rajoy, Miguel Arias Cañete.

Tras recibir a la delegación alavesa, el ahora candidato del Partido Popular a las elecciones europeas se comprometió, según anunció después De Andrés a bombo y platillo, a invertir veinte millones de euros para culminar las obras de regadío en Rioja Alavesa. "Objetivo cumplido con nuestro amigo y ministro Arias Cañete", apuntó el diputado general tras la cita, de la que no trascendió si de postre comieron alguno de esos yogures caducados que hicieron famoso al exministro popular.

A través de hasta seis instancias diferentes firmadas por Cristina González, portavoz del grupo juntero socialista, y uno de sus procuradores, Dalmacio Martín, la oposición solicitó al Ejecutivo foral conocer cuáles eran las cantidades exactas que tanto el Gobierno de Madrid, como el Gobierno Vasco, las comunidades de Castilla y León y La Rioja y la propia Diputación alavesa habían desembolsado en 2013 para el regadío de las tres zonas citadas -Rioja Alavesa-Sonsierra, Río Rojo-Berantevilla y Valles Alaveses-. Además, pedían conocer las cantidades presupuestadas en estos mismos ámbitos para el presente año. Sin embargo, la respuesta de Javier de Andrés y Borja Monje ante dichas peticiones fue un "no te voy a dar ni la hora" del tamaño de la Catedral de Santa María.

burocracia foral "Borja Monje se escuda en cuestiones administrativas o competenciales para no responder, y dejar a la ciudadanía alavesa sin la información precisa para conocer y valorar su gestión al frente de su departamento, además del compromiso real del Ministerio de Agricultura con el sector primario de Álava", lamentaba la portavoz socialista, Cristina González, cuando el edil foral de Agricultura les transmitió su negativa a poner negro sobre blanco las cantidades reales que tanto la Diputación popular como el Gobierno central de su mismo partido manejan en lo que a los regadíos en Álava se refiere.

Y es que, una vez más, el diputado general echaba mano de la burocracia para negar información pública a la oposición y convertir su trabajo de control en un eterno viaje de ventanilla en ventanilla con el propio De Andrés como funcionario dispuesto a contener el flujo de información sea como sea. Además de criticar a De Andrés y Monje por este nuevo ejercicio de opacidad, los socialistas ven en esta negativa a dar a conocer los datos reales sobre el dinero que se invierte en los regadíos dos semanas después de la reunión con Arias Cañete "una promesa de propaganda electoral que una inversión económica real".

"Si realmente no es un montaje con tufo electoral, teniendo en cuenta que Arias Cañete es el cabeza de lista de la candidatura del PP a las elecciones europeas, el diputado de Agricultura debería dar toda la información que posee, incluso debería sentirse satisfecho con el montante económico conseguido, porque si no la da significa que no es verdad lo anunciado y que es otra operación de marketing al que tan acostumbrados estamos con Javier de Andrés", incidía la portavoz del PSE en las Juntas Generales, Cristina González.

La implementación de los regadíos en Rioja Alavesa, Valles Alaveses y la zona de Río Rojo-Berantevilla pasa por ser desde hace unos años uno de los proyectos principales a acometer en el territorio histórico de Álava, aunque muchos acumulan dilatados retrasos en su puesta en marcha. Sin ir más lejos, en lo que al área de Río Rojo-Berantevilla respecta, en su momento se proyectó una inversión para el riego de 10,5 millones de euros entre la presa, captaciones y la impulsión y conducción de la red. Por su parte, en Valles Alaveses la cifra de inversión era también inicialmente de 10,5 millones, correspondiente a la infraestructura hidráulica en la zona regable.

"falta de respeto" La reciente negativa del ente foral a trasladar los datos del desembolso realizado por las diferentes instituciones (y la previsión de gastos futuros) ha acabado colmando la paciencia del grupo socialista, que ha decidido "solicitar el amparo de la Mesa para denunciar así la falta de respeto del diputado de Agricultura con la oposición al negarse a responder a las preguntas que se le hacen". Una decisión que el pasado 4 de marzo el procurador socialista Dalmacio Martín ya realizó a título individual ante el presidente de las Juntas Generales, Juan Antonio Zárate, también con Borja Monje como objeto del ruego por "no responder y entregar información incompleta, parcial y limitada" en múltiples ocasiones o "no contestar" a muchas de sus preguntas amparándose en la Ley de Protección de Datos. Un mes antes, el 7 de febrero, el procurador del PSE pidió a Zárate que diera un tirón de orejas al titular del área de Agricultura y corrigiera "la actitud de mala fe y ocultación que viene demostrando a lo largo de los últimos meses".

De hecho, como muestra presentó hasta quince documentos fechados desde noviembre de 2013 hasta la actualidad en los que "en las respuestas ofrecidas por el Departamento de Agricultura se demuestra su falta de interés en dar la información requerida y su falta de respeto a la labor de control del legislativo foral". Además del PSE, tanto el PNV como EH Bildu y EB Berdeak han puesto el foco en multitud de ocasiones en lo que consideran una estrategia premeditada del Ejecutivo liderado por Javier de Andrés para ocultar información y limitar el acceso a datos públicos a todos los grupos políticos que representan a los ciudadanos en la Cámara foral.

a la cola del estado Pero no sólo la oposición ha censurado la famélica transparencia institucional del Partido Popular alavés durante la presente legislatura al frente del Ejecutivo foral. En noviembre del pasado año, un estudio realizado por la organización Transparencia Internacional España, confeccionado a través de ochenta indicadores en seis áreas distintas, situó a la Diputación de Álava nada menos que en la 34ª posición entre las 45 provincias que fueron objeto de disección en todo el Estado en materia de transparencia. Con una puntuación total de 52,5 puntos, el ente foral alavés apenas rozó el aprobado, compartiendo guarismos con Cádiz y Ciudad Real. Sin embargo, a tenor de las últimas actuaciones de Javier de Andrés y Borja Monje, no parece que en la próxima lista de transparencia la provincia alavesa vaya a alcanzar los puestos de cabeza. De momento, sigue luchando por salvarse del descenso.