nuevo reclamo. Fíjate por dónde que, como las grandes ciudades turísticas, ya tenemos un lugar para que nuestros enamorados canden su amor eterno: el parasol de Celedón. Lo malo es el poco espacio que tiene la contera del paraguas de nuestro ilustre personaje. Como mucho, habrá para media docena. Así que sed rápidos, tortolitos. Si no, siempre os quedará París con su Puente de las Artes, aunque creo que ya está desbordado. Foto: Jabier Rodriguez