la sociedad actual lleva a vivir con tanta rapidez que, muchas veces, se olvidan las cosas sencillas y de calidad. Un ejemplo de ello se encuentra en los métodos de elaboración del pan que utilizaban los ancestros y que, hoy día, quitando a los baserritarras que acuden a las ferias de todo el territorio, sólo domina el personal de las panaderías a las que, diariamente, se acude en busca de una barra.
Existen de muchas medidas, nombres y hasta de nivel de cocción, pero ¿tienen la misma calidad que las hogazas de antaño? Los miembros de la asociación Artea, gestora del Museo Etnográfico de Artziniega, tienen claro que no. Y es que, a pesar de que los ingredientes de este producto tan básico siguen siendo los mismos (harina, agua, levadura y un poco de sal), "el de antes sabía mucho mejor. Los artesanos de antaño no miraban el reloj, se tomaban tiempo para hacer bien las cosas, algo ahora impensable, que se traduce en productos de peor calidad, que afectan a toda nuestra alimentación, no solo al pan", aseguran.
Es por ello que el horno de leña que alberga este famoso museo ayalés cobrará vida hoy sábado, de 12.00 a 14.00 horas, para enseñar a todo el público que tenga a bien acercarse, ya que la entrada es libre y gratuita, a elaborar pan a la antigua usanza. Se trata de la tradicional actividad etnográfica de primavera conocida como la hornada de pan que, esta edición, se complementará además con un taller infantil de fabricación de txoripanes. "Les daremos masa y unas rodajas de chorizo, para que cada uno haga su pan y se lo lleve a casa, mientras elaboramos y cocemos en el horno hogazas por el método tradicional, porque la gente si no lo ve no lo entiende", explican desde Artea.
De la capacidad que tiene este museo -que sigue inmerso en la celebración de su 30 aniversario- para hacer demostraciones de este tipo da fe la gran cantidad de utensilios que atesora para la elaboración del pan. Desde la siega y recogida del trigo en gavillas, pasando por la trilla y la molienda, para finalizar con el amasado de la harina y el horneado del pan. Son herramientas de labranza tales como rozadera, azadas, layas, garguillos, brabant, trapa y grada, "empleadas para preparar el campo", pasando por hoces, desorillador, gavillas y trillo, usados en la posterior siembra y recolección, hasta un horno para cocer el pan que, previamente, amasarán in situ, elaborado con la harina de trigo que molerán con un molino fluvial.