Agurain es un pueblo de costumbres donde se mantienen vivas sus tradiciones. Prueba de ello es la celebración, un año más, de la festividad de la Virgen de Sallurtegi. En Sallurti, como dicen los nativos se dan varios componentes curiosos, como son el respetuoso canto de la aurora, la romería, la existencia de una ermita, hoy caserío, de un despoblado, de una procesión reconvertida llevada por mujeres y del regalo de un peculiar bollo de pan.

Como cada Lunes de Pascua, los aguraindarras felicitan a la Virgen la Resurrección de su Hijo, del mismo modo que en Viernes Santo se le acompaña en su dolor y soledad. No obstante, los actos comenzaron ayer con la celebración del XXXIX Premio Virgen de Sallurtegi I Prueba Torneo de Euskal Herria, categoría junior a cargo del Club Ciclista Arabarrak. A las 23.30 horas la plaza de Santa María, y la verbena a cargo del grupo Egan.

Hoy lunes, antes de la salida del sol, los actos arrancan con el canto de la Aurora. Un canto de madrugada o mañanero, que recibe distintos nombres: alborada, mañanita, o aurora, entre otros. Y que era, según Alberto González de Langarica, sacerdote e historiador de Agurain, para los mayores, una forma a la vez que festiva también religiosa, de adoración popular y común a numerosos pueblos, recibiendo sus participantes distintos nombres como auroros, campanilleros o auroreros. La salida de la aurora se anuncia con cohetes y un repique de campanas desde la iglesia de Santa María. Mientras se canta la aurora se va acompañando de uno o varios faroles antiguos, de los que se usaban para acompañar al viático, y también con numerosas campanillas. Después, en cada parada se reza una Ave María y Gloria Patri. También desde hace unos cincuenta años se añade un zortziko, cuya letra dice: Salvaterranos, venid gozosos, en este día a saludar, a nuestra Madre, la virgencita, que en Sallurtegi tiene su altar. La procesión está encabezada por la Cruz Parroquial de Santa María y los dos chirríales portados por hombres ocupan las aceras. Aunque en esencia los actos que se celebran el segundo día de Pascua son los mismos, el paso de los años ha cambiado algunas de estas costumbres. Hace varios años, al finalizar la misa se repartían entre los niños asistentes unos vales canjeables por el tradicional bollo de chorizo o ronzapil; en la actualidad se reparten los bollos entre los asistentes.

Este año, con el objetivo de dar a conocer a los niños el tradicional bollo, que solía ser un regalo de los padrinos y madrinas, costumbre que ha ido decayendo, se repartirán txoripanes. Será a las 11.30 horas en la plaza de Santa María. Seguidamente habrá un espectáculo infantil. Las personas adultas tendrán ocasión de comprar el tradicional bollo en varias panaderías del municipio por un euro, contribuyendo así con el comercio local.

El caserío de Sallurtegi, donde permanece una réplica de la imagen de la Virgen, será escenario de una misa a partir de las 12.00 horas. Una hora más tarde tendrá lugar el pasacalles a cargo de la Banda de Música de Agurain. Ya por la tarde, los aguraindarras y visitantes se reunirán en el caserío de Sallurtegi, donde tendrá lugar el reparto de sidra y refrescos.