gasteiz. "Álava apuesta por conservar y cuidar el viñedo viejo amparado por el Rioja más que por arrancar para poner planta nueva", explicó en su momento el diputado foral de Agricultura, Borja Monje tras la puesta en marcha de las ayudas del nuevo Plan de Reestructuración y Reconversión de Viñedo, el programa de apoyo al sector vitivinícola 2014-2018 dotado con fondos europeos. En ese sentido, el gestor alavés señaló que los viñedos y el vino de Rioja Alavesa tienen "una naturaleza propia y una apuesta por los vinos de calidad" recordando que una de las "niñas bonitas de la Denominación de Origen Rioja son los viñedos viejos, como los que tenemos en la comarca".
Y es que en algunos sectores había llamado la atención la diferencia de las cuantías de las subvenciones que se habían repartido en La Rioja y en Rioja Alavesa durante el Plan que terminó el pasado 15 de octubre. Álava recibió un millón de euros mientras que los agricultores del Rioja de la comunidad vecina ya han cobrado alrededor de siete millones. "Nuestro modelo de producción es diferente. Queremos mantener las plantas antiguas, porque ni los bodegueros ni los agricultores riojanoalaveses quieren un modelo de viñedo como el de Rioja Baja, donde se prima la cantidad. Si Rioja Alavesa reestructurara su viñedo se quedaría como otras zonas y no es eso lo que queremos", añadía el responsable foral de Agricultura.
Por esa razón, el cálculo de las subvenciones se ha hecho bajo esos criterios, según apunta, "ya que se habló con Madrid y de la misma forma que se han logrado 1,2 millones de previsión para el nuevo programa, que supone un 17% más que en el Plan anterior, se podría haber solicitado más apoyo, pero vimos que no era necesario, ya que el dinero que llegará es solo lo ejecutado".
Y para ejecutar no es que haya demasiadas previsiones. En principio se subvencionarán las 250 hectáreas de viñedo repartidas en el pasado año 2013, "de las que la mayor parte se plantarán en este ejercicio", así como otros proyectos puntuales.
Monje quiere impulsar la presentación de planes colectivos para solicitar las ayudas para la reestructuración y reconversión de viñedos, ya que de esa forma se obtienen mayores ayudas, hasta un 15% en estos casos, más que en el caso de las individuales. Como se explicaba estos días pasados, los planes de reestructuración y reconversión podrán presentarse de forma colectiva (con un mínimo de 5 miembros) o individual. Un viticultor podrá presentar cuantos planes considere necesarios y la renovación de la superficie podrá realizarse durante la campaña vitícola de presentación del plan o a lo largo de las siguientes en las que exista disponibilidad financiera. Por su parte los planes colectivos deberán acoger una superficie mínima de 10 hectáreas. En el caso de planes individuales, la superficie mínima necesaria será de 2 hectáreas. El límite máximo de superficie a reestructurar o reconvertir por viticultor y año será de 25 hectáreas.
Las ayudas están financiadas a través del Fondo Europeo Agrícola de Garantía (FEAGA), y fomentan el desarrollo del sector vitivinícola a través de la diversificación de la estructura varietal y la adaptación de la producción a la demanda del mercado, mejorando con ello la estructura productiva de las explotaciones y reduciendo los costes de cultivo. La ayuda supone la mitad del coste de la inversión que afronta el agricultor.
Se trata de una oportunidad para mejorar los parámetros de calidad, pero también una puerta abierta para reconvertir terrenos secos en manantiales de vino, como apuntaba un viticultor de Oion, refiriéndose a lo que está pasando en la comunidad vecina y más concretamente en la subzona de Rioja Baja.
No hay nada más que ver que en el Rioja, en la campaña 2012-2013 las cinco localidades que más fondos han recibido fueron Alfaro, con 109 beneficiarios con un importe que ronda el millón de euros; Autol, con 71 beneficiarios de ayudas por valor de 407.327 euros; Aldeanueva de Ebro, donde 58 viticultores se han beneficiado de ayudas para la reestructuración y modernización de sus viñedos por importe de 377.540 euros; Cordovín, donde 77 viticultores han recibido 403.535 en ayudas, y Nájera, con 90 beneficiarios y un importe total de ayudas de 378.563, las tres primeras en Rioja Baja. "Nuestro modelo es diferente -añadía Borja Monje. Nuestros viticultores apuestan por viñedos con una edad adecuada, con una edad alta, para mantener la naturaleza que tenemos. Por eso las ayudas son para las nuevas incorporaciones para quienes tenemos previsto repartir el mejor techo de la subvención, porque no deseamos que se arranquen viñedos alegremente".